¿Por qué hay que subir las persianas de las ventanas de los aviones al despegar y al aterrizar?

Los azafatos a bordo de un avión dan instrucciones a los viajeros para mantener la seguridad. Así, en una exhibición inicial muestran dónde se encuentran las salidas de emergencia y explican cómo se debe evacuar en caso de riesgo, si así nos lo indican.

Además, también enseñan cuál es la forma de colocarse e hinchar un chaleco salvavidas, cómo ponerse una máscara de oxígeno que habitualmente cae de la parte superior del asiento y cómo ayudar a otros en una situación de peligro.

Medidas de seguridad extra al despegar y aterrizar

En el caso del despegue y del aterrizaje hay varias pautas que se deben cumplir. La mesita que se despliega del respaldo del asiento de delante debe estar recogida, los cinturones deben permanecer abrochados mientras así lo señale un icono iluminado, el equipaje de mano debe estar guardado y colocado debajo del asiento, etc. También hay que recordar activar el modo avión en dispositivos electrónicos como móviles, tabletas y ordenadores.

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Otra práctica frecuente consiste en apagar las luces del interior de la cabina, especialmente en vuelos que tengan lugar durante la noche. Esto obedece a que, en caso de evacuación, los pasajeros podrían habituarse a la oscuridad del exterior con mayor rapidez y se agilizaría la salida de todas las personas a bordo.

Por otra parte, muchas compañías aéreas obligan a dejar las ventanas del avión a la vista. No es obligatorio, cada aerolínea decide si desea o no aplicarlo. Pero sí está muy recomendado. ¿A qué se debe?

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¿Por qué motivo hay que subir las cortinillas de las ventanas en un avión?

Se trata de una medida de seguridad. Esta se basa en un instinto en el ser humano: la curiosidad. Muchos pasajeros disfrutan de contemplar las vistas por estos orificios laterales de los aviones.

En este caso, si hay muchos ojos observando las alas del avión en los momentos clave del despegue y del aterrizaje se podría detectar rápidamente cualquier fallo. De este modo, si hay algún problema en la parte externa, los pasajeros pueden ver y avisar si advierten fuego, humo, alguna circunstancia extraña en la pista o la caída de una pieza. Entonces, la tripulación podría activar con celeridad sus protocolos de actuación para resolverlo lo antes posible.

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Por otra parte, en estos momentos más críticos, si se produce alguna incidencia y debe acudir al rescate un equipo, con las ventanillas subidas se tendrá una mejor visión desde el exterior de lo que ocurre dentro de la cabina.

Así, si los profesionales tuvieran que abrir un agujero en la chapa del avión para acceder a este, en una ocasión extrema, podrían calcular el mejor el punto para hacerlo, sin herir a ningún pasajero o miembro de la tripulación. También podrían proporcionar mejor su servicio y guiar desde fuera cómo sortear posibles zonas peligrosas con obstáculos o que se encuentren en llamas.

A partir de ahora, quizá mantendrás una mayor atención durante estas maniobras del avión, para así colaborar en todo lo posible.