ELECCIONES CATALANAS

¿Está desmovilizado el independentismo en Cataluña? ¿Los jóvenes han desconectado del 'procés'?

Las encuestas dejan en el aire la mayoría independentista en las elecciones autonómicas del 12 de mayo, pero sitúan a sus dos principales actores, ERC y Junts, como claves para la futura gobernabilidad

¿Está desmovilizado el independentismo en Catalunya? ¿Los jóvenes han desconectado del 'procés'?

¿Está desmovilizado el independentismo en Catalunya? ¿Los jóvenes han desconectado del 'procés'? / EFE

Siete años después del convulso otoño de 2017, el independentismo catalán lleva tiempo perdiendo apoyos en cada convocatoria electoral y carece de fuerza para culminar el 'procés' iniciado en 2012, pero sobrevive gracias a la influencia que mantiene sobre el tablero político. Las encuestas dejan en el aire la mayoría independentista en las elecciones autonómicas del 12 de mayo, pero sitúan a sus dos principales actores, ERC y Junts, como claves para la futura gobernabilidad. Sus programas electorales han diluido los postulados unilateralistas a favor de un mayor gradualismo ante el fracaso del 1-O y la DUI y, también, ante la evidente desmovilización de sus huestes.

El último dato de referencia es del primer día de campaña, cuando el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat publicó una encuesta electoral en la que el 50% de los catalanes aseguraban que rechazarían la independencia en un hipotético referéndum y el 42% votaría a favor. La distancia entre ambas posiciones se había reducido un punto en el último mes. El sí comenzó 2011 siendo la respuesta mayoritaria y tocó techo tras la primera Diada masiva, alcanzando el 57% en octubre de 2012. Solo se mantuvo por encima del 50% hasta la consulta del 9-N de 2014, y luego permaneció por debajo incluso con los episodios del otoño de 2017.

De hecho, a partir de 2015, el porcentaje ha ido oscilando entre el 41% y el 48%, pero el no se ha impuesto en todas las encuestas del Govern a partir de junio de 2019, sobre todo en los momentos de 'impasse' en la hoja de ruta soberanista. En junio de 2022, el sí se situaba en el 41%, la cota más baja de todo el 'procés'. De manera inversamente proporcional, el no a la secesión ha ido también basculando durante la última década y llegó a su nivel más alto en junio de 2022, con un 52%. Desde entonces, en los seis sondeos posteriores, los detractores de la independencia han alcanzado o sobrepasado el 50%.

El pasado lunes, también en plena campaña electoral, el CEO difundió una "encuesta longitudinal" sobre un sinfín de cuestiones de actualidad que preguntaba por la posición sobre la independencia, pero sin colocar a los entrevistados ante el escenario de un referéndum. Uno de cada tres catalanes afirma estar a favor (33%), uno de cada cuatro está en contra (24%) y tres de cada diez reconocen no tener una posición definida al respecto (29%). El 14% restante, directamente, no contestó. Si se compara esta respuesta con la que se obtiene cuando se pregunta por el voto en un referéndum, la conclusión es que buena parte de los indecisos se inclinarían por la papeleta del no en caso de una consulta.

Más allá de este sondeo puntual, en los barómetros trimestrales del CEO hay hasta tres preguntas que reflejan que el 'procés' y la relación entre Cataluña y España han dejado de ser una preocupación para la mayoría de los catalanes, y que incluso los votantes independentistas han dado la espalda paulatinamente a las pulsiones rupturistas. Desde hace dos años, por ejemplo, se pregunta a los catalanes si son partidarios de la vía unilateral o de la pactada, y los resultados se han mantenido muy estables en los últimos seis barómetros. Apenas el 10% de los catalanes abogan por retomar el unilateralismo. Sin embargo, entre el 28% y el 33% de los entrevistados se declaran a favor de una independencia pactada con el Estado.

Curiosamente, este reparto dentro del bloque independentista es casi calcado al que se da en el otro lado del tablero. Entre el 28% y el 34% de los catalanes son partidarios de negociar un nuevo encaje de Cataluña sin romper la unidad de España, mientras que del 8% al 11% de los ciudadanos rechazan todo diálogo. Entre un bloque y el otro se sitúan quienes confiesan no tener una posición definida al respecto, que oscilan del 13% al 15%. Esta fotografía demoscópica refleja que entre el 60% y el 65% de los catalanes, casi dos de cada tres, apuestan por la vía de la negociación y el acuerdo más allá de si apoyan o rechazan la secesión, y que quienes rehúsan el diálogo a un extremo y al otro suman alrededor del 20%.

Pero, además del alejamiento progresivo del 'procés', al independentismo le está fallando la cantera. Los dos sondeos más recientes del CEO coinciden en mostrar cómo en la franja de edad de 16 a 24 años se da el apoyo más bajo a la ruptura con España. Cuando se pregunta por la posición general, el respaldo en esa horquilla de edad es del 26,7%, 12 puntos menos que entre los catalanes de más de 50 años.

Al situar a los encuestados ante la tesitura de un referéndum, solo uno de cada tres catalanes de 16 a 24 años (33,3%) escogerían la papeleta del sí, siendo la única franja de edad en la que el apoyo a la independencia baja del 40%. En la siguente franja, de 25 a 34 años, el sí alcanza el 48,75%, 15 puntos más. Tanto en esta pregunta como en la anterior hay otra coincidencia: los más jóvenes son también los más indecisos, es decir, donde se da el porcentaje más alto personas que no se pronuncian al respecto.

Esta brecha generacional independentista ya quedó patente en la encuesta sobre generaciones y participación que el CEO difundió en octubre pasado. Los catalanes más jóvenes ya no tienen la independencia como su primera opción, a diferencia de los catalanes que tienen más de 43 años. En concreto, el 29% de los jóvenes de 16 a 26 años ('generación Z') prefieren el modelo autonómico y el 23% se decantan por el independentismo. En la franja de 27 a 42 años, los porcentajes están más igualados: el 28% de los 'millennials' (de 27 a 42 años) apuestan por la autonomía y el 26% aboga por la secesión.

La balanza se inclina a favor de la independencia a partir de los 43 años. El 32% de los catalanes de 43 a 58 años ('generación X') optan por la ruptura con España y el 25% prefieren el autonomismo. Entre los 'baby-boomers' (de 59 a 77 años), el 34% quieren un Estado propio y el 23% se quedarían con la comunidad autónoma. Por su parte, uno de cada tres catalanes de más de 78 años ('generación silenciosa') eligen la autonomía frente al 27% que abraza la independencia.

El federalismo es también más popular entre las generaciones mayores, especialmente los 'baby-boomers', donde se produce un empate entre autonomistas y federalistas, con un 23% cada uno. En el resto de franjas de edad, la vía federal atrae por debajo del 20%, siendo los más jóvenes (de 16 a 26 años) los menos federalistas (11%).