PATRIMONIO DE MADRID

El once de gala de las Villas de Madrid: 11 destinos singulares para ganarse el recuerdo de los visitantes

Se trata de un programa de la Comunidad de Madrid para promocionar el turismo en enclaves rurales de la región

Lo integran 11 localidades madrileñas reconocidas por su patrimonio histórico, cultural y gastronómico

Vista de la muralla rodeada por el río Lozoya en Buitrago.

Vista de la muralla rodeada por el río Lozoya en Buitrago. / Comunidad de Madrid

Héctor González

Héctor González

En la Edad Media, el término villa designaba a aquellas poblaciones que disfrutaban de algún privilegio especial que las diferenciaba de las aldeas y lugares, generalmente otorgado por las autoridades del momento. Con el paso de los siglos, muchos pueblos y ciudades de toda España han conservado esta denominación como un título oficial y como recuerdo de un pasado y un presente que tienen una historia que contar. Con esta significación en mente, la Comunidad de Madrid lleva varios años impulsando 'Villas de Madrid', un programa pensado para promocionar ciertos enclaves singulares que destacan por su riqueza patrimonial y por haber conservado, a pesar del tiempo transcurrido, su autenticidad rural.

Se trata de 11 localidades madrileñas, distribuidas por toda la región, reconocidas por su patrimonio histórico, cultural y gastronómico. Cada una de ellas presenta algún rasgo o elemento característico que las hace merecedoras de una visita para pasear por sus calles, disfrutar de su gastronomía o perderse por sus enclaves naturales. Un conjunto de destinos, formado por Manzanares El Real, Patones, San Martín de Valdeiglesias, Torrelaguna, Villarejo de Salvanés, Buitrago del Lozoya, Chinchón, Colmenar de Oreja, Navalcarnero, Nuevo Baztán y Rascafría, que el Gobierno regional quiere impulsar.

El objetivo de este programa es dar a conocer a estos municipios pequeños, de menos de 20.000 habitantes, que cuentan con menos oportunidades para atraer a los visitantes. Se enmarca dentro de las distintas iniciativas puestas en marcha por el Ejecutivo autonómico para fomentar la descentralización del turismo en la región, un elemento de peso de la política turística del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Para formar parte de Villas de Madrid, las 11 localidades en cuestión deben cumplir una serie de requisitos: además de mantener la esencia rural y de contar con un patrimonio cultural relevante, deben disponer de un plan de turismo y de las infraestructuras y equipamientos necesarios para garantizar lasatisfacciónn de los visitantes.

Los 11 destinos privilegiados de Villas de Madrid

Buitrago del Lozoya

Tiene mala rima, pero también la muralla medieval mejor conservada de toda la Comunidad de Madrid. El recinto fortificado, en un magnífico estado de conservación, está a su vez bordeado por el río Lozoya, en un ejemplo perfecto de armonía entre cultura y naturaleza. La localidad, situada a los pies de la sierra de Guadarrama, cuenta con varios bares, restaurantes y casas rurales; así como una sorpresa inesperada: un museo dedicado a Picasso, compuesto por las más de 60 obras que el pintor legó a su peluquero, Eugenio Arias.

Chinchón

Nombre engañoso el de este pueblo, pues nadie sale chinchado tras visitarlo. Como pasa con Roma, destino final de todas los caminos, las calles de este municipio del sureste de Madrid acaban todas, de una forma u otra, en la impresionante Plaza Mayor de Chinchón: una plaza medieval de forma redondeada que alberga en su interior una de las mejores ofertas gastronómicas y hoteleras de toda la Comunidad de Madrid. La localidad sobresale también por la representación de la pasión y muerte de Cristo, un espectáculo declarado de Interés Turístico Nacional.

Vista aérea de la Plaza Mayor medieval de Chinchón.

Vista aérea de la Plaza Mayor medieval de Chinchón. / Comunidad de Madrid

Colmenar de Oreja

Un municipio que se podría resumir con dos palabras: vino y arte. Y es que Colmenar de Oreja ofrece una experiencia única para los amantes de la arquitectura tradicional, con sus calles empedradas y fachadas llenas de historia; y del buen vino, gracias a sus bodegas centenarias que forman parte de la Denominación de Origen de Madrid. Además, Colmenar de Oreja alberga el Museo Ulpiano Checa, dedicado al ilustre pintor local, cuyas obras capturan la belleza y el dramatismo del paisaje castellano.

Navalcarnero

Y de vinos sigue la cosa: este enclave rural es famoso por sus bodegas y la producción de vinos de calidad. De hecho, el vino es tan importante en Navalcarnero, que tiene hasta su propio museo, su festival de Jazz y su Ruta de catas. Destacan también la Plaza de Segovia y la Iglesia de San José, así como el Real Mercado del Siglo de Oro, que se celebra a finales de agosto, a la par que las fiestas patronales, para conmemorar el casamiento de Felipe IV con Mariana de Austria.

Nuevo Baztán

Nuevo no es, pero sí cautivador.  Fundado en el siglo XVIII por Juan de Goyeneche y Gastón, Nuevo Baztán llama la atención por su conjunto arquitectónico diseñado por José Benito de Churriguera, que incluye el Palacio de Goyeneche y la Iglesia de San Francisco Javier.  La armonía de sus edificaciones barrocas y su planificación urbanística lo convierten en un ejemplo único del patrimonio cultural español.

Rascafría

Aquí el nombre, al contrario que en el caso de Chinchón, no engaña. En Rascafría, como cabe adivinar, hace frío. Pero eso no es lo más destacado de este pequeño pueblo situado a 1.100 metros de altitud y pegado al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, en una ubicación idónea para los asiduos a la montaña. Por si fuera poco, Rascafría alberga joyas históricas como el Monasterio de Santa María de El Paular, declarado Bien de Interés Cultural.

Manzanares El Real

Emplazado también al pie de la Sierra de Guadarrama, Manzanares El Real alberga el Castillo de los Mendonza, una construcción muy bien conservada que se remonta al sigo XV y que ofrece una ventana al rico pasado medieval de la región. También pone a disposición de los visitantes increíbles rutas atraviesan paisajes de montaña y embalses cristalinos como el de Santillana.

Patones de Arriba

Llegar a Patones de Arriba puede llegar a ser toda una odisea, pero merece la pena. Aupado sobre una ladera de la sierra Norte de Madrid, este diminuto pueblo de cuestas empedradas y sinuosos es un sitio tan recóndito - tanto, que la leyenda cuenta que fue el único pueblo queNapoleónn no consiguió conquistar- como digno de ver. Es el único ejemplo de la arquitectura de pizarra negra de toda la Comunidad de Madrid; lo cual, unido al excelente grado de conservación, le hizo valedor de ser declarado Bien de Interés Cultural en la Categoría de Conjunto Histórico en 1999.

San Martín de Valdeiglesias

Casi fronterizo con Toledo y Ávila, al suroeste de la Comunidad de Madrid, San Martín de Valdeiglesias presume de dos grandes bazas: su castillo medieval, cuya torre del homenaje ofrece unas vistas inmejorables de los picos de la Sierra de Gredos y de los bosques de la Sierra Oeste de Madrid; y su cercanía al pantano de San Juan, el más grande y famoso de la región. Todo ello sin olvidar sus notables vinos, que también forman parte de la D.O. de Madrid.

Castillo de San Martín de Valdeiglesias.

Castillo de San Martín de Valdeiglesias. / Comunidad de Madrid

Torrelaguna

Cuna de illustres personajes como el Cardenal Cisneros y Santa María de la Cabeza, alberga en su seno un casco histórico repleto de bellos monumentos que hacen que parezca un pueblo de película. Sucede así porque, de hecho, lo es: Torrelaguna ha sido y es escenario de múltiples películas, testigo de primera mano de hitos cinematográficos como el Orgullo y Pasión de Cary Grant, Sofía Loren y Frank Sinatra.

Villarejo de Salvanés

Fundado a mediados del siglo XIII por la Orden de Santiago y escenario de cientos de batallas contra los árabes durante la Reconquista, Villarejo de Salvanés es una villa con una larga historia. Imperdibles su fortaleza la fortaleza de la Orden de Santiago, que forma parte de la Red de Castillos de la Comunidad de Madrid, y las epatantes vistas sobre la Alcarria Madrileña.