TRENES HISTÓRICOS DE MADRID

Cuatro tranvías históricos para descubrir el patrimonio de Madrid a todo tren

Madrid ofrece una serie de trenes turísticos que conectan la capital con distintos puntos históricos de la región

Vergeles naturales, villas quijotescas, palacios reales y un monasterio que tapa el infierno: los 5 enclaves Patrimonio de la Humanidad de Madrid

El Tren de Felipe II en una de sus rutas.

El Tren de Felipe II en una de sus rutas. / Comunidad de Madrid

Héctor González

Héctor González

Esta primavera se cumplen cuarenta años desde que echó a rodar por primera vez el Tren de la Fresa, que une Madrid y Aranjuez. Este emblemático tranvía recorre la que la primera línea de ferrocarril de Madrid, inaugurada el 9 de febrero de 1851 por la reina Isabel II para unir la capital con el Palacio de Aranjuez y facilitar el transporte de productos de la huerta ribereña a la ciudad, entre los que destacaban las fresas.

El proyecto original, una iniciativa conjunta de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, Renfe, la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Aranjuez y Patrimonio Nacional, nació el 27 de mayo de 1984. Desde entonces, han pasado cuatro largas décadas en las que, cada fin de semena de primavera y otoño, el Tren de la Fresa ha recorrido puntualmente los cerca de 50 kilómetros que la capital con el Real Sitio y Villa de Aranjuez, uno de los cinco enclaves Patrimonio de la Humanidad de la Unesco de la Comunidad de Madrid.

Y es que el Tren de la Fresa forma parte, junto con el Tren de Felipe II, que conecta la urbe madrileña con San Lorenzo de El Escorial, de los 'Trenes Patrimonio Mundial de la Comunidad de Madrid’, una propuesta turística que enlaza la capital con otras ciudades de la región catalogadas como Patrimonio Mundial por la Unesco. Ambos trayectos dan cuenta de los esfuerzos del Gobierno regional por promocionar el patrimonio madrileño y atraer a nuevos visitantes. No obstante, no son los únicos trenes históricos de los que dispone la Comunidad de Madrid, que apuesta por esta forma de turismo sostenible que "aúna ocio y cultura".

Turismo a todo tren: los tranvías históricos de Madrid

El Tren de la Fresa: aristócratafas y fresones en un tranvía centenario

El Tren de la Fresa a su llegada a la estación.

El Tren de la Fresa a su llegada a la estación. / Comunidad de Madrid

De todos ellos, el Tren de la Fresa es probablemente el más reconocido. Todo un viaje en el tiempo que permite a los curiosos "conocer de primera mano cómo eran los viajes a principios del siglo pasado" en un tren con casi un siglo de antiguedad. El trayecto, que comienza en el Museo del Ferrocarril, en la antigua estación de Delicias de Madrid, está amenizado por actores que recrean a la aristocracia de la época y relatan acontecimientos históricos vinculados al Real Sitio de Aranjuez. Una vez en la ciudad ribereña, los visitantes pueden optar por cuatro itinerarios distintos y, a la vuelta, disfrutar de una cata del fresones.

Esta temporada, los viajes arrancarán el próximo sábado 30 de marzo, y concluirán el domingo 10 de noviembre, con una nueva ruta denominada 'Fresas de la Huerta' para conocer las huertas históricas de Aranjuez que forman parte del Paisaje Cultural de la Humanidad declarado por la Unesco. Los billetes ya están a la venta en la página web del Tren de la Fresa y en la taquilla del Museo del Ferrocarril, de lunes a viernes de 12.00 a 14.30.

El Tren de Felipe II: de Principe Pío al Monasterio del rey más pío

Interior de uno de los vagones del Tren de Felipe II.

Interior de uno de los vagones del Tren de Felipe II. / Comunidad de Madrid

Cuarenta años han pasado también desde que la Unesco reconocióm, en 1984, la riqueza arquitectónica, paisajística y cultural de San Lorenzo de El Escorial y su Monasterio como Patrimonio de la Humanidad. Una de las mejores formas para disfrutar de su contemplación es el Tren de Felipe II, un tranvía histórico que parte de la estación de Príncipe Pío en Madrid, atraviesa la sierra de Guadarrama y recala en la estación de El Escorial.

Embarcados en una locomotora y unos coches fabricados en el siglo XX; con maquinistas y revisores vestidos de época y un destino con una especial significación histórica, resulta una indudable experiencia cultural. El trayecto comenzó en 2016, cuando la Fundación de los Ferrocarriles Españoles y ALSA acordaron la puesta en marcha y explotación del Tren de Felipe II, que ofrece a los viajeros distintos packs y rutas de visita en San Lorenzo y sus alrededores.

El Tren de Cervantes: ni gigantes ni molinos, trenes

El 2 de diciembre de 1998, la Unesco incluyó a Alcalá de Henares, cuna del Cervantes y El Quijote, en su Lista de Patrimonio de la Humanidad. La urbe, que este año celebra el 25 aniversario de este reconocimiento, se convirtió así en una de las 15 ciudades españoles reconocidas como patrimonio mundial y en la única de la Comunidad de Madrid. Un año antes, en 1997, Renfe creó el Tren de Cervantes, un itinerario en tranvía que une la capital con Alcalá de Henares realizando un recorrido por la vida y obra del mayor autor de la historia de la literatura española.

En apenas 35 minutos, el tren viaja desde la estación de Cercanías de Atocha hasta Alcalá de Henares, donde los viajeros pueden disfrutar de una visita guiada al inestimable patrimonio cultural de la ciudad que en 1547 vio nacer a Miguel de Cervantes Saavedra. Al igual que en los casos anteriores, actores atavidos de época se encargan de recibir a los visitantes y acompañarles durante todo el camino hasta la ciudad complutense.

El Tren de Arganda: viaje a vapor por la vega del Jarama

Por último en esta lista, el más antiguo de todos: el Tren de Arganda ofrece una experiencia única a bordo de una locomotora de vapor. En 2002, un grupo de aficionados al ferrocarril que había adquirido y restaurado la antigua locomotora logró reactivar el tramo La Poveda (Arganda) y La Laguna del Campillo (Rivas) de la antigua línea ferroviaria del Tajuña.

Con una duración de entre 40 y 50 minutos, el viaje cubre los cerca de 4 kilómetros que separan la estación de La Poveda, en Arganda del Rey, donde tiene su sede y museo, y el apeadero de Laguna del Campillo, en la vecina localidad de Rivas-Vaciamadrid. Los viajeros, montados en vagones históricos restaurados, disfrutan así de un recorrido privilegiado por la vega del Jarama y de la visita a un museo con recuerdos y antigüedades que reproducen el ambiente de una estación histórica.