COMUNIDAD DE MADRID

PP y Vox llevan a mínimos su relación autonómica en Madrid pero libran de tensiones sus acuerdos municipales

Los dos partidos mantienen una reunión mensual para hacer seguimiento de los municipios en los que comparten gobierno

Los populares están convencidos de que los concejales de Vox no quieren "dejar su silla"

Rocío Monasterio saluda a Isabel Díaz Ayuso durante el debate de investidura en la Asamblea de Madrid.

Rocío Monasterio saluda a Isabel Díaz Ayuso durante el debate de investidura en la Asamblea de Madrid. / EFE / Javier Lizón

Elena Marín

Elena Marín

Las dirigentes de PP y Vox en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, nunca han mantenido una relación fluida. Y desde que la dirigente popular ganó las elecciones autonómicas con mayoría absoluta y no necesita a Vox para sacar adelante ninguna iniciativa, el esfuerzo de ambas por aparentar cordialidad en la Asamblea de Madrid es prácticamente nulo. La relación entre las dos formaciones está bajo mínimos a nivel autonómico mientras en el ámbito nacional se tambalea según el día. La convivencia entre ambos partidos se va poco a poco resquebrajando en la región, donde la competencia les hace además escalar en sus críticas mutuas. Sin embargo, de momento, esa distancia regional mantiene fuera de las tensiones políticas los acuerdos en los 30 municipios de Madrid donde comparten gobierno.

En la pasada legislatura, Monasterio mantenía dos vías de comunicación con el gobierno regional, a través de los consejeros de Economía y Hacienda, Javier Fernández Lasquetty, y los de Presidencia, Enrique López y Enrique Ossorio, con los que negociaba los presupuestos e iniciativas legislativas. Pero en esta nueva etapa la comunicación en el ámbito autonómico se limita, según señalan fuentes de ambos partidos, a la que mantienen los diputados "en las comisiones" de área.

Sin embargo, una vez al mes los dos partidos mantienen una reunión para tomar el pulso a sus gobiernos locales. Alfonso Serrano o José Antonio Sánchez por parte del PP y el responsable territorial de Vox, Jorge Arturo Cutillas, hacen seguimiento, analizan sus estrategias comunes y apaciguan los fuegos cuando surgen.

"Normalidad" en los municipios

Aunque "normalidad" es la palabra que utilizan en ambos partidos para definir la salud de estos gobiernos locales y la relación entre sus concejales, el PP cree mantener una posición de poder. El PP de Madrid tiene entre sus objetivos reducir a Vox al mínimo para 2027, pero los de Santiago Abascal han pasado de 140 a 227 ediles en toda la región en las últimas elecciones de mayo. Hay alcaldías que el PP no hubiese logrado si no hubiera pactado con los de Monasterio.

Pero distintas fuentes de Génova, también de la planta nacional, advierten de dos cosas. Por un lado, repiten que les preocupa "cero" que Vox de pronto empiece a torpedear los presupuestos u otras iniciativas municipales. El argumento es el que han mantenido siempre: "Que voten con la izquierda, a ver qué pasa. Nosotros a lo nuestro". "Nosotros no vamos a buscar la inestabilidad, no vamos a romper" salvo que ocurra algo "concreto" que les empuje a ello, apunta un miembro del PP, pero otro añade: "Tampoco vamos a hacer nada si ellos lo buscan, seguiríamos en minoría".

Hay otro argumento que se repite en el PP y que les permite hacer el seguimiento municipal con mucha tranquilidad a pesar de las tensiones a nivel autonómico y nacional. "Algunos ya no quieren dejar su silla", o "una vez que tocan moqueta ya no quieren abandonarla", coinciden distintos miembros del PP que tratan con políticos de Vox y aseguran que los representantes municipales, "en general", no quieren saber de las cuitas de sus mayores porque están a otras cosas. Incluso sugieren que algunos empiezan a "acercarse" al PP.

"Las relaciones personales son muy importantes y tienen mucho peso a ese nivel", se escucha en los dos partidos. En Vox reconocen que las mayores "tensiones" las han vivido por la delimitación de las zonas de bajas emisiones que tienen que tener listas ya los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes. En Madrid son 23 las localidades que tienen que hacerlo, pero muchas de ellas no van a tener en vigor su "Madrid central" antes de finalizar el año, algunos como Valdemoro y Aranjuez, por ejemplo, están cogobernados por PP y Vox. Sin embargo, aseguran que no están teniendo grandes diferencias con los presupuestos, "eso va bien".

En Vox mantienen a su vez reuniones internas semanales en las que analizan cómo evolucionan sus acuerdos municipales, explican fuentes de esta formación. Desde el PP, en cambio, desdeñan el control de Monasterio sobre su propio partido y apuntan que cualquier decisión que afecte a municipios de más de 50.000 habitantes, y en la Comunidad de Madrid hay varios, tiene que recibir "el visto bueno de la dirección nacional" de Vox.

Críticas mutuas en la Asamblea

"Al PP ya no lo reconoce ni la gaviota que lo fundó" es de lo último que se ha escuchado de Vox hacia el PP en la Asamblea de Madrid. Lo repitió varias veces en el pleno de presupuestos la diputada Ana Cuartero, después de que la propia Monasterio calificara de "socialistas" los presupuestos de Ayuso por el incremento del 20% del gasto. La dirigente de Vox también ha acusado en el pleno a Ayuso por el control de Telemadrid, "parece la televisión cubana".

Pero antes de eso, se ha escuchado a la presidenta del PP reprochar a Vox que solo sabe "copiar" lo que previamente propone el PP y ha marcado distancias asegurando que "Vox solo vive del PP". También un golpe directo a Monasterio en un debate sobre las manifestaciones frente a la sede del PSOE de Ferraz: "Yo con los ultras no voy ni a la vuelta de la esquina" seguido de frases en las que pide a Vox que siga su camino. O unos días después, cuando quiso dejar en evidencia al partido ultra por la inmigración cuando criticó las ayudas que reciben de la Comunidad: "Si han nacido aquí son tan españoles como Santiago Abascal". El choque entre las dos es patente e imparable desde hace meses.