LA MAGIA DEL CIRCO

Escuela de Circo Carampa: el circo como arte y herramienta social

Madrid acoge en los próximos días el Festival Internacional de Circo y la feria bienal 'Circo Presente Continuo', con distintos encuentros para profesionales y espectáculos abiertos al público en distintos puntos de la región

Desde hace casi 30 años, la Casa de Campo alberga la Escuela de Circo Carampa, uno de los primeros centros de formación circense de España y protagonista directo de la historia reciente del circo en nuestro país

Un alumno de Carampa practicando en la cama elástica.

Un alumno de Carampa practicando en la cama elástica. / Alba Vigaray

Es muy probable que quien lea estas líneas recuerde haber ido al circo de pequeño o de pequeña. La carpa gigantesca rodeada de gradas, los trapecistas, los payasos, los aros de fuego, las luces de colores, el olor a dulce, la música retumbando en los tímpanos y la promesa latente del 'más difícil todavía'. De entonces a ahora, el circo ha cambiado en muchos aspectos, ha evolucionado, pero la esencia sigue siendo la misma: la magia escénica y la ilusión por crear algo asombroso e inesperado.

Este viernes se inaugura la cuarta edición del Festival Internacional de Circo MADn Circus Madrid. Durante más de dos semanas, hasta el próximo 5 de noviembre, catorce compañías ofrecerán quince espectáculos en las calles, plazas y teatros de los distritos de Fuencarral-El Pardo, Tetuán y Vallecas. Además, entre el 23 y el 27 de octubre, la capital acogerá también la feria bienalCirco Presente Continuo’, organizada por la Federación de Asociaciones de Profesionales de Circo de España, CircoRED, en la que habrá encuentros y talleres dirigidos a los profesionales del sector, pero también representaciones abiertas al público en distintos puntos de la región.

A lo largo de los próximos días, en Madrid se verá y se hablará de circo. Quienes se dedican a ello reflexionarán sobre la situación actual del circo contemporáneo, sus nuevos lenguajes, técnicas y la necesidad de “tejer redes y compartir experiencias”, en palabras de CircoRED. El público, por su parte, acudirá al encuentro o reencuentro con el espectáculo circense en vivo y su inagotable propuesta escénica. Entre bambalinas, detrás de las tablas y de los focos, se esconden años de trabajo, práctica y formación. Un esfuerzo constante por mejorar, compartir y crecer que ejecutan a diario los profesionales del circo y quienes aspiran a serlo.

Primeros pasos en el mundo del circo

Semioculta entre los árboles y caminos del interior de la Casa de Campo se encuentra desde hace casi 30 años la Escuela de Circo Carampa, uno de los primeros centros de formación profesional de circo de España. Inaugurada en 1994, bajo el paraguas de la Asociación de Malabaristas (AM), Carampa constituye una parte fundamental de la historia reciente de las artes circenses en nuestro país. Tanto es así, que en 2011 recibió el Premio Nacional de Circo que otorga el Ministerio de Cultura. Su propio nombre ejemplifica a la perfección el origen y razón de ser de la escuela: se trata de un acrónimo en el que las dos letras centrales, la 'A' y la 'M', representan las siglas de la Asociación de Malabaristas, mientras que el resto de letras forman la palabra 'carpa', epítome y escenario predilecto del circo. Car-AM-pa.

Con 15 profesores fijos y otros que dan clases puntuales, Carampa es una escuela de iniciación que ofrece una formación de dos años de desarrollo físico, técnico, artístico y escénico para aspirantes a profesionales. También cuenta con un tercer año de especialización opcional, talleres de creación y programas de intercambio y colaboración con otras escuelas. Los alumnos aprenden acrobacia, tanto de suelo como aérea, equilibrio sobre aparatos, equilibrios de manos, acrodanza, portés acrobáticos, flexibilidad y contorsión, malabares, mástil, mástil chino, clown. Junto a estas disciplinas, no es menos importante la formación teórica que reciben, como historia del circo, anatomía, nutrición, producción, teoría del teatro o dramaturgia. "Lo habitual es que después se sigan formando y profundizando en la especialidad que escogen", explica Helena Lario, la Jefa de Estudios de Carampa y principal responsable del programa educativo.

Por sus clases han pasado miles de alumnos en todos estos años. Algunos de ellos integran ahora las compañías más punteras de España y otros países de Europa. Otros han creado sus propios proyectos o participan en el desarrollo de espectáculos en espacios tan reconocidos como el Circo Price, como 'Mahmud. Y no solo Mahmud', que se estrena este sábado bajo la dirección de Zenaida Alcalde, exalumna de Carampa. Muchos vienen de fuera, como Teresa (22, Portugal) y Fenja (26, Alemania), dos estudiantes de primer año que vinieron a Madrid atraídas por el prestigio internacional de la escuela y cuyo objetivo es formarse y regresar a sus países para continuar expandiendo la cultura circense.

Varios alumnos practicando ejercicios en la carpa de Carampa.

Varios alumnos practicando ejercicios en la carpa de Carampa. / Alba Vigaray

Un trampolín ético y social

Sin embargo, los cursos son solo una parte de lo que sucede en Carampa. "Tenemos una habilidad especial para meternos en proyectos nuevos y para participar en proyectos ajenos", confiesa Javier Jiménez, el Director Artístico de la escuela y uno de los fundadores de la AM (1988), junto con el ya retirado Donald B. Lehn. El centro está integrado en toda una red de colaboración con distintas escuelas y entidades nacionales e internacionales, como la FEDPAC (Federacion Española de Formación Profesional en el Arte del Circo) o la FEDEC (Federación Europea de Escuelas de Circo Profesionales), con proyectos como CRECE, un laboratorio de creación de circo contemporáneo con estudiantes de distintas escuelas europeas.

También cuenta con el Centro de Documentación, una "circoteca" única en España con una gran cantidad de recursos para investigar y estudiar. Miles de revistas, libros, imágeness de archivo, películas y hasta "una colección de un centenar de pósteres polacos de la época comunista o revistas francesas del siglo XIX", cuenta el Director Artístico. "Nos gustaría tener más tiempo para ocuparnos de este Centro de Documentación, pero necesitaríamos otra vida y dedicarnos en exclusividad si hubiera el suficiente presupuesto para hacerlo", añade.

Una reproducción de un circo en el Centro de Documentación de la Escuela Carampa.

Una reproducción de un circo en el Centro de Documentación de la Escuela Carampa. / Alba Vigaray

Asimismo, Carampa ofrece clases socioeducativas amateur y talleres para niños y personas con discapacidad. Y es que, más allá del componente artístico, el circo contemporáneo es una "herramienta social increíble", asegura Helena. Para ella, antes que cualquier otra cosa, lo fundamental es el ambiente de la escuela, la creación de comunidad y el aprendizaje ético y emocional de los alumnos. En este sentido, los responsables de Carampa destacan que el circo ha cambiado "de manera radical" en los últimos años, abriéndose a nuevas disciplinas y poniendo el foco en el "aspecto ético que tanto se necesita actualmente".

Eso sí, sigue faltando algo clave: "En España no hay reconocimiento oficial de la profesión ni de la formación circense", lamenta Helena. Se trata de una de las principales reivindicaciones colectivas del sector, algo por lo que "llevamos años peleando" para "garantizar el recorrido profesional y educativo" del circo. La reforma de la ley de Enseñanzas Artísticas, paralizada tras las elecciones, "ha removido un poco el asunto", afirma la Jefa de Estudios, pero la palabra circo ni siquiera figura en la norma. "Queda" mucho por recorrer, pero "es urgente", apostilla Helena.