LA VIDA CONTIGO

Qué fue de… Malena Gracia, la rubia explosiva que trabajó con Almodóvar, encandiló a Hugh Hefner y concursó en ‘Hotel Glam’

La madrileña, que hace veinte años arrasó con su canción ‘Loca’, trabaja como una mula para poder seguir viviendo del 'show business'

Malena Gracia continúa trabajando en el 'show business'.

Malena Gracia continúa trabajando en el 'show business'. / EFE

En una entrevista radiofónica concedida en mayo de 2003, el entonces presidente del Gobierno José María Aznar arremetió contra todos esos programas televisivos que él describía como "espectáculos de gente que no se sabe quién es, aireando miserias, insultándose de la manera más descarnada". Aunque evitó citar algún espacio en concreto, no hacía falta ser ingeniero de la NASA para saber que sus palabras iban dirigidas a reality shows como Hotel Glam, que aspiró a ser una versión con famosos de Gran Hermano pero se les acabó yendo de las manos a sus productores. 

Aquellas palabras del político español tocaron la fibra sensible (y también un poco las narices) de dos de las concursantes del programa, Malena Gracia y Yola Berrocal, quienes, mirando a una cámara situada en el techo del hotel y dirigiéndose directamente al “señor Aznar”, lanzaron un alegato en el que negaban ser telebasura. "Y somos católicas: hay que creer en Dios. Dios existe y está con nosotros. Yo en mi habitación tengo un crucifijo que era de mi abuela", añadió la primera de ellas, una de las pocas huéspedes famosas con profesión conocida.

Actriz, cantante y bailarina, Malena nació hace 53 años en el seno de una familia de clase trabajadora. La pequeña de cinco hermanos, hizo sus primeros pinitos a los seis años, bailando en El lago de los cisnes, y siendo pequeña estudió ballet clásico y danza española en el conservatorio de Madrid. Con 11 debutó en el teatro con la compañía de comedia de Ricardo Hurtado y a los 18, gracias al esfuerzo y sudor de sus padres, pudo grabar un álbum de canción española y rumbas que llevaba por título Vete con él

En realidad, Malena fue descubierta por el productor y realizador Valerio Lazárov, uno de los artífices de la puesta en marcha de Telecinco, una cadena donde ganó varios concursos dedicados a descubrir nuevos talentos musicales como El trampolín, cuyo premio consistía en grabar un disco. Como además ella era una mujer bombón, algunas revistas empezaron a mostrar interés por hacerle reportajes.

Chica Playboy de Europa

La madrileña llegó a ser portada de Playboy España y en 1998 fue elegida chica Playboy de Europa. De su experiencia trabajando en la mansión del creador de Playboy, que revolucionó el mercado de las revistas para hombres, ha comentado que no le dio tiempo a percibir el lado oscuro de Hugh Hefner: "Todas las mañanas me recibía Hugh en su batín rojo, me daba la mano y ya luego empezaba el rodaje. Él supervisaba un poco todo. Vi a gente muy profesional, un equipo espectacular y no vi cosas raras. De lo contrario, me habría ido. Trabajaba desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche, a veces sin parar de grabar. Hacía todas las programaciones desde la mansión, pero no dormía en ella, dormía en un hotel en Hollywood".

En ese momento, Malena recibió una oferta para quedarse trabajando en Los Ángeles pero, finalmente, como su madre sentía mucho miedo por lo que pudiera pasarle, decidió regresar a España. De haberse quedado en Hollywood, probablemente no habría actuado en la serie Arévalo y cía, donde hizo de rubia explosiva y compartió créditos con el humorista Paco Arévalo, con quien hace un par de años vivió una peculiar historia de amor. 

Tampoco habría formado parte de la primera versión del grupo Sex Bomb, con el que en realidad duró dos galas por las desavenencias. “Me peleé con Sonia Monroy, porque siempre estaba en medio y quería ser la protagonista”, explicó al respecto. “No cantaban en directo, no se sabían las letras y yo dije que no continuaba. Luego, Antonio Fontaneda me llamó y seguí yo sola, con mis bailarines, haciendo mi propio espectáculo en directo (porque ya había galas vendidas). Al público no se le puede engañar. Tú vas a ver una gala mía y yo me hago un concierto en directo”.

Icono gay

Pero la obra culmen de su trayectoria fue sin duda Hotel Glam, un programa de Telecinco rico en audiencia (casi cuatro millones de espectadores por gala) y en escándalos. De su paso por este espacio surgió, de la mano de Vale Music, la grabación de una canción, Loca, que ha animado tropecientas noches de fiesta y obtuvo un triple disco de platino. Con ese tema pop recorrió la geografía española y se consagró como icono gay por antonomasia. “Me siento muy identificada con el colectivo porque, por circunstancias, yo también me he sentido muchas veces incomprendida por la sociedad”, dijo en una ocasión.

Malena Gracia y Arévalo, en el Bingo Las Vegas.

Malena Gracia y Arévalo, en el Bingo Las Vegas. / EUROPA PRESS (ARCHIVO)

Desde luego, le sobraban motivos para sentirse así a una mujer que durante años mantuvo una relación tóxica con un hombre que la maltrataba, y que fue vilipendiada en un reportaje de la revista Dígame, del siniestro abogado Emilio Rodríguez Menéndez, en el que se afirmaba que la madrileña ejercía la prostitución. Ella tuvo que sufrir el escarnio público, aunque no le tembló el pulso al denunciar al letrado, lo que valió para que esa edición de la revista fuera secuestrada por orden judicial y, algo más tarde, se viera obligada a cerrar.

Papel en la serie de Los Javis

Cuando tras la primera década del milenio el furor por sus bolos musicales decayó, Malena se volcó en su trabajo como colaboradora de televisión y en la interpretación, una faceta que había explorado desde finales de los ochenta, cuando hizo un cameo en las películas El aullido del diablo, de Paul Naschy, y ¡Átame!, dirigida por Pedro Almodóvar, y que en determinados momentos la ayudó a pagar las facturas, pese a los prejuicios de muchos productores y directores de cine y teatro incapaces de ver más allá de su frívola imagen de rubia-buenorra.

En cualquier caso, resulta imposible negar que Malena ha trabajado como una mula para ser capaz de vivir del show business. Nadie le ha regalado nada en todo este tiempo y, pese a todo, de una u otra manera se ha mantenido en candelero. De hecho, este verano ha hecho varios bolos y en breve verá la luz la serie Vestidas de azul, de Los Javis, en la que tiene un pequeño papel. 

"He renunciado a casarme y a tener hijos porque es difícil tener una pareja que entienda que te tienes que ir a actuar lejos, que no se ponga celoso con los fans...", confesó en una entrevista. "No es una vida fácil. Pero bueno, yo amo mi profesión y sigo defendiendo lo que me gusta. Ha habido momentos en los que he dicho: 'Voy a tirar la toalla'. Si miro atrás sí creo que ha merecido la pena, porque he hecho siempre lo que he querido. Todo en la vida no es perfecto".