Guerra en Ucrania

Los ataques a objetivos con niños y civiles ponen en duda los planes de Rusia para poner fin a la guerra

Los bombardeos han continuado castigando diferentes objetivos civiles, especialmente en la región de Járkov

Equipos de rescate tratan de sofocar un incendio provocado por un bombardeo en Kiev.

Equipos de rescate tratan de sofocar un incendio provocado por un bombardeo en Kiev. / REUTERS

L. G.

Tres semanas después de que diera comienzo la invasión rusa de Ucrania, la perspectiva de un acuerdo para un alto el fuego parece acercarse, según reconocen tanto la parte ucraniana como la rusa. Sin embargo, los avances para un alto el fuego está siendo un trabajo arduo, más si cabe porque los ataques no solo no han cesado sino porque éstos no se dirigen a sedes militares, sino a objetivos con niños y civiles.

Las tropas rusas están centrando la "operación militar especial" en el frente sur, especialmente en Mariúpol y Zaporiyia, donde los últimos ataques han podido ser una masacre. Efectivos rusos bombardearon un teatro en Mariúpol que servía de refugio a cientos de personas residentes de esta asediada ciudad ucraniana, lo que ha causado víctimas pero milagrosamente la mayoría ha sobrevivido gracias a que el refugio antiaéreo ha aguantado, según las autoridades ucranianas.

Serhiy Orlov, vicealcalde de Mariupol, aseguró que en el teatro se escondían entre 1.000 y 1.200 personas y en imágenes aéreas de satélite se aprecia claramente cómo a las afueras del recinto se avisaba con palabras en ruso de la presencia de niños. Los rusos, por su parte, niegan haber tenido nada que ver con el incidente y aseguran que este edificio servía de sede militar para las tropas ucranianas.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no dudó este miércoles en denominar a Putin como un "criminal de guerra" y ha acusado a Rusia de ser un "estado terrorista", unos calificativos que el Kremlin ha tachado de "inaceptable".

Continúan los bombardeos

En Kiev, al menos una persona resultó muerta esta madrugada y tres heridas tras caer varios fragmentos de un misil ruso derribado por las fuerzas ucranianas sobre un bloque de apartamentos del distrito de Darnitski de Kiev. Según EEUU, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero, Rusia ha lanzado más de 980 misiles contra el territorio ucraniano.

Petición de Zelenski

Estos ataques tienen lugar el mismo día que el presidente ucraniano se dirigirá de forma virtual al Parlamento alemán, al igual que hizo el miércoles ante el Congreso de EEUU y ha ido haciendo con anterioridad en otros parlamentos occidentales para continuar "luchando por más apoyo para Ucrania, por más presión sobre Rusia".

Zelenski ha pedido en EEUU que se aplique la "zona de exclusión aérea", una solicitud a la que EEUU ha respondido con el envío de un centenar de drones armados y nuevos sistemas antiaéreos. Estos drones, de los que no se ha proporcionado más detalles, servirán según el Pentágono para "asestar un golpe a Rusia". La Casa Blanca precisó después en un comunicado que serán 100 los "sistemas aéreos tácticos no tripulados" que se mandarán a Ucrania, dentro de un paquete que incluye además 800 nuevos misiles antiaéreos Stinger, lo que elevará a más de 1.400 los proporcionados a ese país en el último año.

Prioridades de Ucrania en la negociación

El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, recordó este jueves que sus prioridades en las negociaciones que su Gobierno mantiene con Rusia "son absolutamente claras: fin de la guerra, garantías de seguridad, soberanía, restauración de la integridad territorial, garantías reales para nuestro país y protección real para nuestro país".

Según Mikhail Podolyak, asesor del presidente ucraniano, en unas declaraciones recogidas por las agencias rusas, las negociaciones con Rusia avanzan "muy arduamente" pero se avecina un acuerdo. En una entrevista televisada con el canal Ucrania-24, Podolyak reiteró que su país no aspira ya a un proceso de ingreso en la OTAN, y explicó en cambio que Ucrania espera formar algún tipo de alianza con cinco o siete países que estarían "legalmente obligados a salvaguardar la seguridad de Ucrania".

Preocupación por las centrales nucleares

Por otro lado, la preocupación por las centrales nucleares se mantiene. La de Zaporiyia, tomada hace doce días por las tropas rusas, ha perdido una de las líneas de suministro eléctrico, aunque aún quedan dos que garantizan que los sistemas de seguridad sigan operativos, informó la agencia atómica de la ONU. Ocho de los quince reactores nucleares en Ucrania continúan operativos y los niveles de radiación se mantienen dentro de los niveles normales, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El personal de Chernóbil, donde en 1986 se produjo el accidente nuclear más grave de la historia y donde aún se almacena material radiactivo, llevan trabajando sin descansar desde que el Ejército ruso atacó y tomó la instalación el 24 de febrero. "Sigo gravemente preocupado por las circunstancias extremadamente difíciles en las que se encuentra el personal ucraniano", declaró el director del OIEA, Rafael Grossi, en un comunicado.