ELECCIONES GENERALES 23J

Sánchez promete una ley para reducir los tiempos de espera en sanidad: No más de cuatro meses para operarse

El presidente comienza a lanzar sus compromisos para la próxima legislatura: Establecerá por ley que en dos meses tengan que atenderse las consultas externas en especialidades, en uno las pruebas y en 15 días la atención psicológica a los menores de 21

El presidente del Gobierno, en el arranque de la campaña del PSOE para el 23J en Madrid, este jueves.

El presidente del Gobierno, en el arranque de la campaña del PSOE para el 23J en Madrid, este jueves. / José Luis Roca

Con el arranque oficial de la campaña este jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recuperado el pulso de los compromisos electorales, con los que se implicó hasta el fondo en las semanas previas al 28M y que hasta ahora apenas había tocado.

En una entrevista esta noche en Tele 5, tras protagonizar un acto en Madrid, ha anunciado que, si continúa en la Moncloa, aprobará una ley, unas de las primeras, de tiempos de atención en sanidad para que en las operaciones quirúrgicas se cite con una demora máxima de cuatro meses, de dos en las consultas externas especializadas, de 30 días en las pruebas complementarias y de 15 días en la salud mental de los menores de 21 años.

Una propuesta muy similar hizo este miércoles en Valladolid la candidata de Sumar y vicepresidenta, Yolanda Díaz, que habló también de una ley que regule las listas de espera. Según los datos del Ministerio de Sanidad de diciembre del año pasado, la media para operarse en España es cuatro meses -lo mismo que ha prometido el jefe del Ejecutivo- pero el 20,8% de los pacientes llevaba en cola más de seis. Para conseguir cita en un especialista la demora se sitúa en 95 días que llega a 113 en Neurología, a 110 en Dermatología y a 102 en Traumatología.

Sánchez trató de dirigirse a una "mayoría amplía", que quizá nunca haya votado al PSOE, pero a quienes no esté gustando los pactos entre PP y Vox en comunidades y ayuntamientos, y se declaró un "político autónomo" que no responde a otros intereses como los que, señala, impulsan a Alberto Núñez Feijóo.

Con el lastre de la coalición con Podemos, atenuada sólo desde las últimas semanas por la templanza que proyecta Díaz, y los pactos con el independentismo, el jefe del Ejecutivo salió al paso de las acusaciones del ex president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que ha reiterado que personas ligadas al PSOE le ofrecieron el indulto si volvía y pasaba un tiempo en prisión. Mostró su extrañeza de que PP y Vox lo estén dando por válido y destacó que las palabras de Puigdemont son "papel mojado" y "valen lo que vale su declaración de independencia".

Frente a la lectura de Feijóo que la convivencia en Cataluña ha sido posible gracias a la actuación de la justicia y a la aplicación del 155 por parte del gobierno de Mariano Rajoy, Sánchez reivindicó su gestión con decisiones "arriesgadas" como los propios indultos, la eliminación de la sedición o la reforma de la malversación que, dijo, ni algunos votantes del PSOE comprendieron pero que tomó "pensando en las próximas generaciones, no en la próximas elecciones".