DESAFÍO SUPERADO

El nuevo récord mundial del hombre de las aguas: 24 horas nadando en esta micropiscina

El reto solidario empieza este jueves a las 18 horas. Alberto Lorente intentará batir dos Guinness para reivindicar la libertad de los cetáceos en cautividad  

Alberto Lorente, el hombre de las aguas, en la micropiscina de Cala Morisca, el mirador, donde intentará batir dos récords Guinness.

Alberto Lorente, el hombre de las aguas, en la micropiscina de Cala Morisca, el mirador, donde intentará batir dos récords Guinness. / MAITE CRUZ

Ana Sánchez

Intentar nadar aquí dentro es más chocante que ver a Karina roncando en ‘Gran Hermano VIP’. Es una micropiscina de apenas 8 metros de diámetro. 74 centímetros de profundidad. Tropiezas con el fondo en cada brazada, a lo Gandalf en casa de un hobbit. Dos vueltas y ya te sientes como la orca de ‘Liberad a Willy’. Esa es la idea. “Es una manera de reivindicar la libertad de los cetáceos”, justifica Alberto. Él da vueltas en el agua con un bañador mitad orca, mitad delfín. Es el nuevo reto solidario del hombre de las aguas. “Intentar vivir en primera persona ese cautiverio”. Será su tercer récord Guiness, espera: estará nadando 24 horas seguidas en círculos como si fuera un delfín o una orca en cautividad

Nombre de secano: Alberto Lorente, 35 años. Nadie diría al verlo en el agua que puede estar sentado en tierra firme más de 5 minutos. Es conductor de autobús del TMB. En sus ratos libres, nadador extremo. Eso significa que ha llegado a dar la vuelta a Mallorca a nado: casi 300 kilómetros en 9 días. Debe de ser cosa de genes: tiene un hermano gemelo que hace triatlones (la @Balahumana de Instagram). A su hijo lo apuntó a uno con 4 años. Su currículum con escamas incluye dos récords mundiales. “Yo me dejo liar pronto”, sonríe él. 

“Yo veía que cuando me apuntaba a travesías en el mar, se me hacían cortas”, recuerda. Cuando hizo la Bocaina - 15 kilómetros a nado entre Lanzarote y Fuerteventura-, él hubiera regresado también por el agua. “A ver si se me va a dar bien esto”, pensó. “Necesitaba más. Más horas, más kilometraje –explica-. Quería saber dónde estaba mi límite”. Lo encontró hace tres años. Llegó a nadar 30 horas seguidas a contracorriente (con una turbina en una piscina). Acabó con 5 botellas de suero en el hospital y un récord mundial. “Ahí sí que ya empiezas a ver límites”. Lo dice sonriendo. Apenas cuatro meses después, consiguió su segundo Guinness en el Mar Menor. La mayor distancia a ciegas nadando: 50,8 kilómetros.  

Nado y ayudo”, se resume en Instagram. Hace unos 8 años que Alberto empezó a dar brazadas solidarias. “A intentar dar sentido a mis brazadas”, apunta él. Es la cara visible de la organización sin ánimo de lucro #unretounavida. “A cada reto intentas ayudar a una asociación diferente”, detalla. “Yo siempre he dicho que granito a granito se hace una montaña”. Lleva recaudados más de 100.000 euros desde 2018.  

Más de 100 cetáceos en cautividad

¿Lo has pensado bien?”, le preguntan desde hace días. “Estas cosas –responde él- mejor no pensarlas”. Se pasará 24 horas nadando en el mismo sentido por una minipiscina que apenas cubre hasta las rodillas. El ultranadador no tarda ni 15 segundos en completar una vuelta. ¿El objetivo? “Sobre todo concienciar –responde Alberto-. España es el país europeo con más cetáceos en cautividad. Más de 100”. Los datos los aireó este año la organización World Animal Protection. El récord pretende dar visibilidad a la asociación Océanos de vida libre y a su proyecto ‘Delfines libres’. Su lema: “Que su sonrisa no te engañe”

El reto empieza este jueves a las 18 horas. Será un récord mundial con vistas: la micropiscina es la de Cala Morisca, el mirador, en el Garraf (Barcelona); es una alberca, en realidad. Recoge el agua directamente del mar, así que de noche la temperatura podría bajar, calcula Alberto sin que le tiemble la voz, hasta los 15 grados

El nadador podrá descansar una hora y 10 minutos en 24 horas. Lo que dictan los Guinness. Comerá y beberá nadando de espaldas. ¿Que cómo aguantará? “Yo soy muy cabezón –se encoge de hombros-. Pero mucho es mucho”, confiesa. Cuando hizo las 30 horas a contracorriente, el récord mundial estaba en 25. “Con 25 horas y un minuto ya lo habría conseguido”. Pero no paró. “Yo me he marcado 30 horas –se dio- y voy a terminar 30 horas”. 

La piscina de los récords de Cala Morisca a vista de dron.

La piscina de los récords de Cala Morisca a vista de dron. / REDRONIT

Puede ir quien quiera a verlo sufrir-nadar. “Menos tirarse a la piscina, haced lo que queráis”, invita Alberto. Se recomienda mandar mail, que el espacio es limitado: info@oceanosdevidalibre.org. Corre a cuenta del local agua, refrescos, cerveza y picoteo vegano

El viernes a las 18 horas habrá celebración –se espera- con dj. “El adjudicador de Guinnes estará allí con el diploma ya preparado”, adelanta Alberto. Según salga del agua habrá batido un nuevo récord mundial: el mayor número de horas nadando en círculo. Tendrán que comprobar a posteriori si ha batido un segundo Guinness: el mayor número de kilómetros nadando en círculo. “Nos han fabricado una estructura a 6 metros de altura de la piscina y allí van a poner una cámara que me va a estar grabando las 24 horas”, adelanta el ultranadador. Así calcularán los kilómetros y confirmarán el récord. “Yo espero cumplir los dos”, asume Alberto. Le crees sin pestañear. ¿Lo primero que hará cuando lo consiga? “Un chequeo”, se ríe. “Y agradecer. ¿Que me tengo que sentar en una silla y agradecerlo sentado? Pues lo agradeceré sentado”.

Con cuatro Guinness se seguirá tirando a la piscina, sí. ¿Por qué? “No lo sé. Es necesidad -se encoge de hombros-. Vivimos en un estrés continuo. Yo trabajo en el transporte público, le doy los buenos días y las buenas tardes a 400 personas cada día y me responden 20 –resopla-. Y cuando me tiro al agua, se va fuera todo esto”.  

Aún tiene una macrohazaña en tareas pendientes: seguir los pasos del explorador Nacho Dean, la primera persona que unió los 5 continentes cruzando los estrechos a nado. “Esto tengo que hacerlo alguna vez en mi vida –resopla-. Pero son proyectos grandes, es complicado para trabajadores mileuristas”. ¿El secreto para no desfallecer? “Tener proyectos en la cabeza –responde de carrerilla-. Siempre. Independientemente de la edad. Me he cruzado con nadadores haciendo el estrecho de Gibraltar con 70 años”.