FÚTBOL: JUVENTUS-SEVILLA (1-1)

El Sevilla de Mendilibar se deja empatar en Turín en el descuento

El gol de En-Nesyri adelantó a los de Nervión y en el 96 empató Gatti dejando la semifinal en el aire

Ocampos remata un córner en el partido ante la Juventus.

Ocampos remata un córner en el partido ante la Juventus. / Marco Bertorello/Reuters

Fermín de la Calle

Fermín de la Calle

El Sevilla estaba a punto de lograr otro hito en la Europa League, ganando a la Juventus en Turín, pero se dejó empatar en el último segundo con un tanto de Gatti que deja abierta la semifinal. Después de una primera parte primorosa los sevillistas se acularon atrás y al final lo pagaron muy caro. Los de Nervión además se libraron de un penalti tan claro como innecesario de Bade a Rabiot en el tramo final. El pragmatismo de Mendilibar, en su quinto partido en Europa, estuvo a punto de ganar. El empate no es mal resultado para la vuelta y la final de Budapest está más cerca.

La Europa League es la competición del Sevilla. Lo dice su palmarés y lo demuestran los de Nervión cada vez que saltan al campo para jugarla. En Turín entraron al campo con mucha personalidad, sin dejarse intimidar por la todopoderosa Juventus, a la que tuteó desde el primer minuto. De hecho, la primera ocasión fue de Ocampos en un balón cabeceado ganando el duelo arriba a Alex Sandro. Dos minutos después otra vez el argentino se topó con Szczesny. La Vecchia Signora sufría con los balones parados, pero el partido tenía muchos espacios. Y ahí Di María, Kostic y Rabiot son letales. Y Vlahovic dio dos avisos seguidos a los hispalenses. 

Zarpazo de En-Nesyri

Y en el minuto 25 una contra letal del Sevilla con Ocampos devorando metros terminó con En-Nesyri anotando el primer gol visitante. El delantero había marcado dos goles en 15 partidos antes del Mundial y lleva 16 después de la cita de Qatar. Los de Nervión sacaban petróleo de la espalda de los centrales brasileños que ha improvisado Allegri con Danilo y Alex Sandro. Un minuto más tarde pudo En-Nesyri certificar el triunfo tras aprovechar un resbalón de un rival, pero Szczesny abortó el intento. El Sevilla estaba desmelenado ante una Juventus completamente superada. Pasada la media hora Mendilibar recibió una mala noticia al retirarse lesionado Ocampos, empujando a Navas adelante y metiendo a Montiel en el lateral. 

Europa League: Juventus - Sevilla

Europa League: Juventus - Sevilla / EFE

El Sevilla aparcó el vértigo y comenzó a madurar el fútbol con asociación y apoyos llegando hasta el borde del área, desde donde Rakitic hizo trabajar al portero local. Cuando Siebert indicó el descanso el Sevilla había disparado cinco veces a puerta y la Juve, ninguna. Se antojaba corto el marcador incluso.

La Juventus saca los cuchillos

Allegri afiló a su equipo en la reanudación con Federico Chiesa e Iling Júnior encarando como extremos, lo que sumaba más llegadores al área, pero alteraba su estructura defensiva, dejando una línea de cuatro. El Sevilla tenía que enfriar el partido, pero no era capaz de recuperar el balón. Tocaba sufrir, pero en eso este Sevilla, y más con Mendilibar en el banquillo, son catedráticos de la resiliencia. Recularon los hispalenses y se organizaron para no dejar espacios en los que pudieran aparecer Di María o Chiesa, las dos verdaderas amenazas de la Juventus porque Vlahovic estaba desconectado por Bade y Gudelj.

Pasada la hora el Sevilla se había desdibujado, sin balón y sin pisar campo rival. La Juventus tampoco creaba ocasiones, pero generaba inquietud con las llegadas al área por banda. Iling Júnior se revelaba como un agitador mientras Allegri castigaba a Vlahovic sustituyéndole por Milik. Mendilibar miraba el banquillo y no terminaba de encontrar alguien solvente que le diera garantías en un escenario complicado como el que había. Al final decidió meter piernas y pulmones sin tocar el sistema, con Papu Gómez por Óliver Torres.

Europa League: Juventus - Sevilla

Europa League: Juventus - Sevilla / EFE

A un paso de Budapest

En los minutos finales se jugó poco al fútbol y hubo más frustración que peligro juventino. Especialmente con un penalti clarísimo de Bade a Rabiot que ni el árbitro ni el VAR quisieron pitar. Mendilibar pedía cabeza a los suyos y sus gladiadores enfriaban el choque para que no se jugase nada. La Juventus no es el equipo que fue. Un portaviones con recursos para ganar partidos con la camiseta. Hoy es un conjunto con muchas dudas en defensa, poca creatividad en la medular y embarullado en ataque. No hay fútbol, pero al menos mantiene esa identidad que le llevó a empujar hasta empatar en la última jugada. Un retrato perfectamente aplicable al Sevilla hasta que llegó Mendilibar al banquillo de Nervión. Hoy son un equipo pragmático que saca brillo a las virtudes que tiene y en el que el compromiso no se negocia. Después de no perder en Turín está a un paso de Budapest. Falta sellar el billete en Nervión el jueves.