TENIS | MUTUA MADRID OPEN

Mirra Andreeva, la niña prodigio que lidera la revolución rusa en Madrid

Mirra Andreeva, tras clasificarse para cuarta ronda del Mutua Madrid Open.

Mirra Andreeva, tras clasificarse para cuarta ronda del Mutua Madrid Open. / Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Daniel Gómez Alonso

Hace apenas un mes, Wimbledon dio por fin su brazo a torcer y anunció que permitirá a los tenistas rusos y bielorrusos competir en la hierba de Londres el próximo verano. A cambio, deberán firmar un compromiso por el que no promocionarán la guerra que Vladimir Putin ha emprendido en Ucrania, algo que en realidad ninguno de ellos ha hecho en todo este tiempo. Cayó así el último veto a los jugadores nacidos en el país que inició la invasión y que forman uno de los grupos más numerosos del circuito, al que en Madrid se ha sumado la última sensación del tenis mundial.

Casi nadie de los presentes en el torneo conocía a Mirra Andreeva cuando la semana pasada pisó por primera vez las instalaciones del Mutua Madrid Open. La tenista siberiana, cuya carrera está tutelada por IMG, multinacional que también guía a Carlos Alcaraz y que además es propietaria del torneo, llegó con apenas 15 años y como invitada por la organización a la capital española, y todo hacía indicar que sería una rival fácil de superar en una primera ronda.

Pero bajo esa apariencia de niña se escondía una trampa inesperada en el cuadro femenino. Eliminó en primera ronda a la canadiense Leylah Fernández, finalista del US Open 2021, por 6-3 y 6-4, y en segunda a la brasileña Beatriz Hadda Maia, decimotercera favorita, por 7-6 (8) y 6-3. Y este viernes, en el día de su 16 cumpleaños, se deshizo de Magda Linette, semifinalista en el último Open de Australia, por un doble 6-3.

"Cuando vi en el sorteo que me había tocado con Leylah en primera ronda pensé que ya estaba bien con jugar un partido y que me iría pronto a casa. Sin embargo, mi entrenador me dijo que teníamos el hotel hasta el domingo para poder entrenar aquí pasara lo que pasara", reconoció tras su triunfo ante Linette. "Obviamente, vencer a jugadoras de este nivel era algo inesperado, pero no me sorprende el nivel de tenis que estoy desplegando", apuntó la rusa.

Mirra Andreeva, en el Mutua Madrid Open.

Mirra Andreeva, en el Mutua Madrid Open. / REUTERS

Cumpleaños con victoria

Lo que parecía en un principio una previsión optimista se ha acabado quedando corta, y Andreeva y su equipo tendrán que ampliar al menos un día más su estancia en España. Este lunes pondrá a prueba su nivel como siguiente rival a la número dos del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka, que se rindió ante su explosión: "Me hubiera gustado tener el mismo nivel de juego que tenía ella cuando tenía 16 años".

"Es increíble poder jugar con una compañera como ella. Quiero dar todo en la pista", avisó, por su parte, Andreeva, tan descarada dentro de la pista como fuera, y que tras ganar en primera ronda se convirtió en la tercera jugadora más joven en anotarse un triunfo en un torneo de categoría WTA 1.000, solo por detrás las estadounidenses Coco Gauff y Cici Bellis, y la segunda que con 15 años vence a una rival del Top-50 en un torneo WTA 1.000.

Fiesta rusa en Madrid

Pase lo que pase este lunes, la tenista rusa, nacida en 2007 en Kransnoyarsk, saldrá de Madrid, donde ha conquistado sus primeras tres victorias en un gran torneo, entre las 150 primeras de la clasificación mundial y se quedará a tiro de adentrarse en el top-100, en el que ya figuran 10 compatriotas.

Aún así, el de Andreeva no es el único foco de atención del tenis ruso en Madrid. A punto de completarse la primera semana de torneo, y sumando ambos cuadros, son 13 los jugadores rusos que se han metido en tercera ronda del torneo, siendo el país más representado (6 hombres y 7 mujeres).

Andrey Rublev.

Andrey Rublev. / Juan Medina

Algunos de ellos ya han certificado, de hecho, su presencia en octavos de final. Es el caso de Karen Khachanov, que este domingo se impuso al local Roberto Bautista en un disputado duelo (7-5; 4-6 y 6-3). O Andrey Rublev, reciente ganador en Montecarlo y que despachó sin problemas al japonés Yoshihito Nishhioka (2-6; 5-7).