El 'reset' de Badosa donde todo empezó a torcerse: "Ojalá salga la Paula que busco"

“Confía en ti misma”, repetían una y otra vez, como si de un mantra se tratara, desde el renovado banquillo de Paula Badosa. Pero el mensaje no terminaba de calar en su pupila, que se enredó ante el pegajoso juego de la italiana Elisabetta Cocciaretto, desembocando, entre errores propios y gestos de incomprensión, en el tercer set con una sensación de agonía impropia de una segunda ronda. Hasta que con 3-3 y dos bolas de 'break' en contra, en una situación límite, reaccionó la catalana, que apretó el puño y se liberó para cerrar con una sufrida victoria (6-3, 4-6 y 6-4, en 2 horas y 30 minutos) su debut en Madrid.

En apenas un año, Badosa ha pasado de llegar a Madrid como número 2 del mundo y gran favorita a hacerlo desde el precipicio del puesto 42. Un declive, lleno de resultados y sensaciones negativas, que empezó precisamente en el torneo de casa la pasada temporada, donde entonces cayó de forma inesperada en segunda ronda y este jueves caminó sobre el alambre de un déjà vu. Para su fortuna, no se concretó, lo que le permitirá darse otra oportunidad para seguir buscando reencontrarse con su mejor versión el próximo sábado ante la estadounidense Coco Gauff, sexta cabeza de serie.

Badosa: "Se espera menos de mí"

“No sé si hay menos presión, pero sí menos expectativas. Se espera menos de mí, el año pasado llegué en una situación diferente, se esperaba que ganara el torneo antes de empezarlo, y eso tampoco es bueno. Voy más tranquila y ojalá lo pueda hacer bien”, incidía la jugadora española antes de empezar el torneo, tratando de mostrar serenidad y quitarse de encima los nervios que, a la hora de la verdad, volvieron a atenazarle hasta el punto de acalambrarse: "En Madrid siempre me pasa, pero he sabido gestionarlo y acabar bien el partido".

El nuevo equipo de Badosa

Una batalla, la que libra contra ella misma, para la que ha renovado por completo su equipo, que le acompaña desde la semana pasada en Stuttgart. Tras romper en enero con Jorge García, entrenador con el que trabajaba desde 2021, Badosa se dio un tiempo para la reflexión y finalmente optó por Edu Esteve y Pol Toledo, una dupla sorprendentemente joven, ya que ambos preparadores tienen escasos 28 años y figuran tenistas todavía como tenistas en activo en la página web de la ATP.

“Aire nuevo y empezar de cero” es lo que busca la catalana, tendente siempre a los cambios en el banquillo. “Por mi personalidad, es algo que me gusta. Aunque muchas veces me critican por cambiar mucho de entrenador, yo lo enfoco de otro manera. Cada entrenador tiene sus cosas para aprender, así que cuantos más entrenadores, más cosas positivas me quedo”, valora.

Tras un inicio de año esperanzador, donde volvía a dar muestras de estar a un buen nivel, una inoportuna lesión en el muslo le frenó en seco, apartándole del Open de Australia y deteniendo su progresión. A la vuelta, un mes después, las sensaciones ya no eran tan buenas y daba la sensación catalana había vuelto a la casilla de salida: se despidió en su debut en Doha y en Dubái y aterrizó en Indian Wells arrastrando un saco de dudas a sus espaldas.

Duelos apretados

“El nivel siempre ha estado ahí, he demostrado poder ser de las mejores y eso no ha cambiado", defiende la ex número 2. "Espero que con lo de hoy, y con el dobles de mañana, esté mejor el sábado. El nivel está ahí, al final son pequeños detalles. Juego contra las mejores del mundo y cerrar los partidos no es fácil. Me siento bien. Ojalá salga la Paula que quiero que salga”.

Se refiere Badosa a partidos contra jugadoras del top-10 que se le han escapado en los torneos de la gira americana y en la vuelta a Europa, donde ha subido su nivel. Jugadoras como Elena Rybakina, que le batió en el desierto californiano y posteriormente en Miami tras desperdiciar un punto de partido, o Aryna Sabalenka, número 2 y a la que tuvo contra las cuerdas en los cuartos de Stuttgart. Algo que achaca “a la dinámica”: "Ellas vienen con mucha confianza y yo en estos momentos decisivos estoy dudando un poco".

Aún así, se muestra optimista para lo que viene. "Me estoy sintiendo mucho mejor, estoy ahí con mi estilo de juego intentando coger confianza y mi nivel de tenis está mejorando en las últimas semanas. Mentalmente, creo que estoy mejor. Siempre voy a intentar competir sea un buen día o no", defiende.

Ahora, en la Caja Mágica, donde es uno de los grandes reclamos desde que alcanzó las semifinales en 2021, tratará de convertir Madrid en el punto de inflexión en su temporada como lo fue hace dos años, y olvidar la última mala experiencia: "Es mucho más fácil jugar en cualquier otra parte que en casa, pero intento estar preparada. Ojalá estos partidos que no han acabado de caer de mi lado, caigan aquí".