ARRANCA LALIGA

De la revolución del Barça al continuismo del Madrid: ¿quién ganará LaLiga 22/23?

Tchouaméni y Rudiger refuerzan al campeón frente a su rival clásico, que ha dado un gran salto de calidad gracias a incorporaciones como Lewandowski, Raphinha y Koundé

Rudiger se encara con Araujo en la tángana entre el Real Madrid y el Barcelona en el clásico.

Rudiger se encara con Araujo en la tángana entre el Real Madrid y el Barcelona en el clásico.

Sergio R. Viñas

Sergio R. Viñas

Pensemos por un momento en lo que se decía y se pensaba hace algo más de dos meses sobre LaLiga 2022/23 que está a punto de comenzar.

El aficionado del Real Madrid estaba exultante (bueno, todavía lo está) tras el doblete Liga-Champions logrado a lomos de Courtois y Benzema con Carlo Ancelotti a los mandos. La guinda iba a ser, se daba por hecho, la incorporación de Kylian Mbappé con la carta de libertad bajo el brazo. Ni idea, en la inmensa mayoría de los casos, de que existía un futbolista en el mundo apellidado Tchouaméni.

El seguidor del FC Barcelona, en cambio, vivía en depresión. Vio brotes verdes tras la llegada de Xavi y los fichajes de Ferran Torres y Aubameyang, pero la catarata de grandes nombres que se anunciaban en prensa como objetivos languidecían ante los mensajes pesimistas que sobre la economía del club esbozaban sus propios dirigentes y el propio Javier Tebas. ¿Un verano sin apenas fichajes? Era posible. ¿Palancas? Ni idea de qué es eso.

El hincha del Atlético de Madrid, por su parte, miraba con desconfianza al verano. Sobrevolaba por el Metropolitano desde hace meses la convicción de que el club vendería a algún activo importante, quizá Carrasco, a lo mejor Correa, puede que Giménez, y se contaba con la llegada de un delantero que cubriera el adiós de Luis Suárez. Porque Morata era parte del pasado colchonero y su lugar estaría en la Juventus o en un tercer club.

Mbappé no, Morata sí

Ya se habrá dado cuenta el lector de que nada era lo que parecía. Mbappé no está en el Madrid, cuyo refuerzo estrella es Tchouaméni; el Barça apunta a colarse en el podio mundial de equipos que más dinero han gastado en fichajes este verano; y en el Atlético no se ha ido ningún titular y el delantero que ha llegado ha sido precisamente Morata.

Todavía quedan dos semanas de mercado por delante y alguna de las variables mencionadas podría cambiar, pero la sensación es que las cartas de los clubes más poderosos de la competición ya están boca arriba. Quizá llegue un '9' de perfil medio para cubrir las espaldas de Benzema, puede que el Barça aún realice más incorporaciones y el Atlético es siempre un club abierto a movimientos de última hora. Pero poco más.

La pregunta, llegados a este punto, es la de todos los veranos: ¿quién es el favorito para ganar LaLiga? Más allá de valoraciones personales o de pálpitos, la lógica y los hechos invitan a colocar al Real Madrid esa condición de privilegio. Básicamente, porque es el vigente campeón del título nacional y de la Champions y no ha perdido ninguna pieza importante.

Rudiger y Tchouaméni

Al contrario, el conjunto blanco ha reforzado dos posiciones en las que no iba sobrado. Antonio Rudiger ofrecerá un relevo de garantías a Militao y Alaba y también puede acoplarse a los laterales en caso de necesidad, mientras que Aurélien Tchouaméni amplía la rotación en el centro del campo y le da un recambio natural a Casemiro.

Acaso, y al menos de momento, el Madrid puede estar un poco justo en el frente ofensivo. Dani Ceballos y Marco Asensio todavía podrían salir, mientras que Eden Hazard es una incógnita. Eso deja a Rodrygo, Vinicius y Benzema, más el aporte de Valverde, como únicas garantías en la vanguardia blanca. La opción de que Ancelotti disponga de un fichaje más en esa parcela no está en absoluto descartada.

A las certezas se suman, por supuesto, Courtois y un Carlo Ancelotti que ha acreditado sobradamente su capacidad para dirigir a los mejores equipos del mundo y para equilibrar los egos de los vestuarios más saturados de estrellas.

Un nuevo Barça

Mucho más profundo ha sido el lavado de cara al que se ha sometido el Barça. De hecho, el conjunto azulgrana ha pasado en pocos meses de tener que confiar en jugadores como Abde o Luuk de Jong como titulares a gozar de uno de los frentes ofensivos más completos y temibles del panorama mundial.

Lewandowski y Raphinha se han sumado a los fichajes invernales de Ferran Torres y Aubameyang. A ellos hay que sumar la renovación a deshoras de Dembélé y la recuperación de Ansu Fati. También dispone Xavi de Memphis Depay, quien está llamado a salir en las dos próximas semanas ante el overbooking en esa zona.

La llegada de Koundé y Christensen debería aumentar la consistencia defensiva del Barça, además de ir reduciendo la dependencia de un Piqué al que se le acumulan las polémicas y se le va agotando el fútbol. Xavi querría contar con dos nuevos laterales, pero está por ver si Laporta se los puede conceder.

La otra incorporación confirmada es la de Kessié, un perfil más físico para ayudar a Gavi y Pedri. Habrá que ver cómo se complementa esa medular, algo que dependerá de lo que ocurra finalmente con Frenkie de Jong. Si el neerlandés acepta marcharse, eso sí, la sensación es que llegará un nuevo centrocampista al Camp Nou para sustituirle.

El mismo Atlético

En cuanto al Atlético, las llegadas confirmadas de Axel Witsel y Nahuel Molina parecen apenas complementos para una plantilla que, en esencia, es la misma que el curso anterior. El gol se dibuja como el gran punto flaco del conjunto de Simeone, que necesitará un crecimiento del nivel de Joao Félix y Griezmann para poder competir con Barça y Madrid. Y, las cosas como son, parece difícil que lo acabe logrando.

En cuanto al resto de equipos de la zona alta, ninguno tiene los mimbres para meterse en la pelea. Sevilla, Betis, Real Sociedad y Villarreal volverán a partir con ventaja para ocupar unas plazas europeas a las que también aspiran Athletic, Valencia o un remozado Getafe. Por abajo, la batalla se presume muy abierta: cualquier de los demás podría descender si se descuida.