NUEVO DISCO

Za! y Perrate, cuando la música más experimental encuentra su molde en el flamenco

Después de varios encuentros en directo, el cantaor y el grupo de vanguardia publican 'Jolifanto' para sellar lo que fue una sintonía inmediata

Perrate, entre Edi Pou (izquierda) y Pau Rodríguez (derecha), miembros de Za!

Perrate, entre Edi Pou (izquierda) y Pau Rodríguez (derecha), miembros de Za! / ALEJANDRA AMERE

Ángeles Castellano

Ángeles Castellano

"La sorpresa mía fue encontrarme con alguien fuera del flamenco que supiera hacer compás". Con esa naturalidad describe el cantaor Tomás de Perrate (nacido Tomás Fernández Soto en Utrera, Sevilla, en 1964) su encuentro con el grupo experimental Za!, cuyas músicas se mueven entre el jazz más libre, el post-rock y la electrónica de vanguardia. Un encuentro que tiene su origen a finales de 2021 y que ahora, tras haber pasado por numerosos escenarios, se ve materializado en un disco, el primero de esta inverosímil unión, titulado Jolifanto y publicado por la independiente Lovemonk Records.

"Era un reto demasiado bonito y peligroso como para no entrar", sentencia Edi Pou (Barcelona, 1981), batería y mitad del dúo Za!, quien además de músico es periodista y activista cultural -el otro miembro del grupo es Pau Rodríguez (Tarrasa, 1981), trompetista y guitarrista-. Perrate quedó impresionado con un concierto de Za! en Sevilla, por ser una propuesta inclasificable y radical. Así que cuando Javier Rivera, gerente de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, le propuso hacer un concierto especial en el ciclo Música y Museos en Sevilla, quiso aprovechar la ocasión para colaborar con ellos. "Después me metí a buscar vídeos suyos en Youtube y me encontré algo completamente surrealista", dice Perrate en una conversación que tiene lugar en Madrid, donde él y Pou se han encontrado a mediados de abril para hacer algunas entrevistas con motivo del lanzamiento. "Esa incertidumbre de no saber exactamente dónde me estaba metiendo fue lo que me interesó". Para Za! también suponía una experiencia desconocida. "El flamenco es un mundo que nunca habíamos tocado antes", admite Pou, "pero qué suerte poder mezclarnos, conocer otras cosas para quitarnos prejuicios... ¡Y lo que estoy aprendiendo con este proyecto!".

Con los miembros de Za! residiendo en Cataluña y Perrate en Utrera, los primeros contactos fueron a distancia, con un intercambios de audios hasta que se juntaron a hacer una residencia en los estudios de grabación de La Mina, en Sevilla, para preparar aquel primer concierto, una semana antes. "En dos días compusimos los ocho temas del disco. A mí nunca me había pasado", reconoce impresionado Pou. Pese a ser de mundos diferentes, el entendimiento fue inmediato. "Es un privilegio tener esta sintonía con Tomás".

Lo que se planeó para un único concierto terminaron siendo muchos y los tres implicados decidieron pasar por el estudio de grabación para dejar registro del repertorio conjunto. El resultado es Jolifanto, un disco que contiene el cante de Perrate -se reconocen pasajes que utiliza en otros proyectos, característicos del cantaor- enmarcado en la métrica propia del flamenco, que envuelven los Za! con su experimentación sonora, pero sin salirse del patrón rítmico. "Había muchos elementos que ya estaban y que simplemente encontraron su momento", admite Pou sobre las músicas presentes en el disco. "Había ideas textuales o de patrones rítmicos por nuestra parte que nos iban rondando desde hacía tiempo y no encontrábamos el lugar donde colocarlas y aquí encajaban con el cante de Tomás".

Perrate, entre los miembros de Za! con los que publica el disco 'Jolifanto' (Lovemonk)

Perrate, entre los miembros de Za! con los que publica el disco 'Jolifanto' (Lovemonk) / Alejandra Amere

La importancia del compás

No sólo impresiona el dominio del compás en la batería de Pou y la intensidad de sus interpretaciones ("si no hay compás, no hay música", afirma tajante Perrate); también sorprende, en los conciertos, ver a Perrate como percusionista además de cantaor. Al de Utrera siempre le interesó la percusión, incluso antes que el cante, pero en este proyecto ha podido desarrollar más ampliamente esta faceta. "De hecho, lo próximo es estrenar una batería que me he comprado", amplía. "Pero una batería de mano, no para tocar con baquetas". Y bromea: "Yo creo que voy a dejar el cante. Ahora voy a ser percusionista".

Pou admite que este fue un punto en común desde el inicio. "Tanto a Pau como a mí siempre nos gusta mucho este punto de extenuación, que también es una forma de llegar al trance y que hemos visto que también tiene el flamenco", explica Pou. "Creo que este punto de la insistencia en algo extenuante te lleva a otros estados alterados de la consciencia muy interesantes".

También hubo consenso en el título del disco, Jolifanto, la primera palabra del poema fonético dadaísta Karawane, de Hugo Ball, que cuando se interpretó por primera vez en 1916 en el Cabaret Voltaire, acabó con el autor en trance junto al público hasta caer extenuado. "La primera vez que canté ese poema fue en Lo Real, el espectáculo de Israel Galván", explica Perrate. Le propuso interpretarlo Pedro G. Romero, entonces director artístico del bailaor, en un espectáculo que profundizaba en el nazismo y que se estrenó en diciembre de 2012 en el Teatro Real de Madrid. "Me lo propuso como el que me dice cualquier poema... Yo me quería volver loco, porque no entendía nada", prosigue. "Pero cuando descubrí que entraba a la perfección en una toná, más loco me volví, porque los fonemas se me venían a la boca como si fuesen palabras musicales".

Perrate no lo ha dejado de cantar desde entonces. También lo grabó en su disco más reciente, Tres golpes. "Con los Za! también me vino a la boca, pero yo no le hubiera puesto ese nombre al disco", reflexiona, "Pero aquí mi sobrino creativo", dice señalando a Pou, "dijo que sí". Pou añade: "Es otro punto de encuentro con Tomás, nosotros siempre hemos jugado mucho con las palabras, con su sentido, con desmontarlas...".

"La música de raíz no existe"

Este año, Za! cumple veinte años desde que celebró su primer concierto. Publicaron su primera maqueta en 2006 y, después, seis discos. Jolifanto es el séptimo, todos pensados desde una independencia militante que se combina con los otros proyectos de los miembros del grupo. Rodríguez es psicólogo (pasa consulta principalmente con adolescentes), Pou forma parte de otro grupo (Sara Fontan) y trabaja como periodista. Ambos, además, fundaron el colectivo de improvisación El Caballo Ganador, con el que participan en piezas de danza, performance y teatro físico y ofrecen talleres de improvisación conducida.

A Perrate, como él mismo dice, le gusta "meterme en todos los charcos". Aunque pertenece a una familia que hunde sus raíces en el origen mismo del flamenco, él fue un cantaor tadío y desde los inicios de su carrera mostró su interés por mezclarse con otras músicas e investigar en los márgenes. Su trabajo discográfico más reciente es Tres golpes (El Volcán / Lovemonk, 2022), aunque forma parte del elenco de varios espectáculos de baile (Peculiar, de Ana Morales, Alegorías, de Paula Comitre y Comedia sin título, de Úrsula López), además de otros proyectos musicales (Perrate / Árbol, junto al músico Miguel Marín; Tiento madera, junto a Raúl Cantizano y Marco Serrato).

Preguntado si hay una corriente de moda en la música actual de mirar hacia la raíz, Pou se revuelve en la silla. "Es que la música de raíz no existe, o todo lo contrario", dice. "Toda música tiene un contexto, todo lo que sabemos hacer es porque alguien lo ha hecho antes". En cualquier caso, admite que esa corriente existe. "También por un síntoma político y social de caída del imperio americano, estamos quizás explorando otras raíces, experimentando con ellas y dándoles un sentido actual".

Para Perrate, el interés de participar en este proyecto junto a Za! es precisamente acercar a un público ajeno a su tradición. "Este disco yo creo que es un vehículo para que a la gente joven le llegue un poquito más de cerca el flamenco", reflexiona. "Sobre todo por latitudes donde se escucha menos".

Directos bendecidos

Las presentaciones en vivo hasta ahora de la propuesta de Za! y Perrate se han desarrollado en espacios especiales, y en ellos se encuentra un público mezcla entre público que busca esa música más experimental con quienes confían en las propuestas en los márgenes de Perrate. "Siempre hay una buena comunión", explica Pou. "Es un tipo de música que que exige un espacio y un tiempo determinado, porque no es una música de consumo rápido, y se crea una comunión muy bonita con el público".

Después de publicar el disco, tienen planes de continuar presentándolo en los escenarios, pero será sobre todo a partir de otoño. Para prepararlos, hicieron un nuevo encuentro, esta vez en Cataluña, y de ahí han completado dos de los temas del repertorio y han preparado dos versiones "que van a sorprender", dice Pou.