Jake Lloyd y otros juguetes rotos de la gran pantalla

Esta semana se ha conocido la noticia de que el actor Jake Lloyd, que alcanzó la fama tras interpretar a Anakin Skywalker de niño en la película ‘Episodio I: La Amenaza Fantasma’ de la saga ‘Star Wars’, ha sido ingresado en un centro para tratar sus problemas de salud mental.

En una entrevista concedida Scripps News, la madre del actor, Lisa Lloyd, ha hecho público el internamiento de su hijo, que está diagnosticado con esquizofrenia paranoide.

No es la primera vez que el actor tiene que recibir tratamiento. En 2016, un año después de ser ingresado en prisión por conducir superando el límite de velocidad permitido, ya ingresó en un centro psiquiátrico.

El joven intérprete, que no volvió a trabajar en la gran pantalla tras su debut en la superproducción de George Lucas, se retiró en 2001 cansado del acoso que recibía por parte de sus compañeros de colegio y del estrés que le generó compaginar el rodaje con las clases. Fuentes de su entorno aseguraron entonces que la experiencia fue tan dañina que destruyó todos sus recuerdos de la saga galáctica, que se niega a ver desde entonces.

Lloyd es otro de los tantos juguetes rotos del cine, niños que alcanzan el estrellato muy pronto y después acaban siendo olvidados y sufriendo problemas personales derivados de la fama alcanzada. A continuación, hacemos un repaso de aquellos actores y actrices que fueron superestrellas de niños y cuyas carreras acabaron dramáticamente.

Macaulay Culkin, la soledad del travieso

La película "Solo en casa" catapultó a Macaulay Culkin (1980) a la gloria del cine con apenas 10 años. Se dijo entonces que aquel niño travieso capaz de poner en jaque él solito a dos matones de pacotilla, se había convertido en el producto infantil más rentable de Hollywood desde Shirley Temple.

La fama le ofreció la oportunidad de seguir en primera línea unos años, pero tras la secuela de "Solo en casa" su biografía se tiñó de negro. Su gran momento duró desde 1990 a 1995. Se casó con 17 años, se divorció en seguida, fue íntimo amigo de Michael Jackson y uno de los habituales del rancho del cantante, Neverland. Ahora, lejos de las páginas de sucesos, intenta relanzar su carrera de actor. Sus padres, ávidos de riqueza, no le hicieron ningún favor. Las drogas, tampoco.

Edward Furlong, el niño contra la máquina

El joven protegido de Arnold Schwarzenegger en ´Terminator 2´ (1991) parecía dispuesto a convertirse en una de las grandes promesas de Hollywood, especialmente después de aparecer en la aclamada ´American History X´ (1998).

Pero su adicción a las drogas desde bien joven le alejó del mundo del espectáculo y le llevó por caminos más turbios: enfrentamientos con la policía, ingresos en hospitales por sobredosis, centros de rehabilitación...

Lindsay Lohan, la niña prodigio

Sus dificultades relacionadas con el abuso de sustancias y trastornos alimentarios, junto con su tendencia a conducir bajo los efectos del alcohol y sustraer bienes de alta gama, han transformado a esta actriz prodigio en una reincidente en conflictos legales. Aun siendo menor, la estrella de "Freaky Friday" ya participaba en programas de rehabilitación, sin embargo, su esfuerzo parece haber sido insuficiente, ya que sus dependencias continúan generándole inconvenientes.

En agosto de 2007, la actriz admitió su culpabilidad en cinco acusaciones, incluyendo la conducción ebria y posesión de sustancias ilícitas. En años subsiguientes, Lohan fue implicada en dos incidentes de atropello y acusada de hurtar un abrigo de mink. En 2010, fue encarcelada por incumplimiento de las condiciones de su libertad vigilada, a las que aparentemente continúa sin prestar atención.

Drew Barrymore, un renacer memorable:

La actriz, nacida en 1975, alcanzó la fama global por su actuación en "E.T.: el extraterrestre" cuando apenas contaba con 7 años, una experiencia que no supo manejar bien. Tan es así, que a los 13 años ya luchaba contra severas adicciones a las drogas y al alcohol. La descendiente del legendario John Barrymore transitó por momentos extremadamente difíciles, pero contó con el apoyo de su entorno, lo cual fue crucial. Después de un intento de suicidio, ingresó a rehabilitación y logró recuperarse. Desde los noventa, su carrera como actriz floreció notablemente y su vida tomó un nuevo rumbo.

Convertida en activista, es memorable su donativo de un millón de dólares en el show de Oprah Winfrey destinado al Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Nombrada Embajadora contra el Hambre por las Naciones Unidas, Barrymore ha sabido aprovechar esta segunda oportunidad en la vida. Hoy en día, se dedica a múltiples facetas como la fotografía y el modelaje, mantiene una estrecha amistad con Cameron Diaz, y es ferviente promotora de un estilo de vida saludable.

Joselito, el hijo de la posguerra española

Compartió fama con Pablito Calvo, muerto prematuramente en el año 2000 a los 52 años, aunque la biografía de este último fue mucho más tranquila. Pablito Calvo, el héroe de "Marcelino, pan y vino" (1954), tuvo una carrera cinematográfica muy restringida porque las pantallas aceptaban al niño, pero no al adolescente. Algo así le ocurrió a Joselito, que además fue víctima del lógico cambio de voz. Un drama, para él y para los productores.

Había recorrido América, pero fue una figura de corto recorrido que acabó encarcelado por problemas de drogadicción. Su regreso a los escenarios como cantante se quedó en casi nada. Había cambiado él y sobre todo había cambiado el país.