Opinión | OPINIÓN
Todas somos Annie Ernaux
La literatura de la premio Nobel 2022 busca construir un yo a través del otro, y eso la hace universal
El yo más difícil de construir en la literatura es el que habla, en realidad, del otro. Se trata del género autobiográfico, si es preciso recurrir a las etiquetas, más impersonal y colectivo, es decir: social. Y ese es el enorme poder, transformador, además, de la literatura de Annie Ernaux (Lillebonne, Normandía, 1940), flamante premio Nobel de Literatura 2022.
Su escritura, que algunos, siempre críticos, encasillan como autorreferencial, logra lo que muy pocos autores llevan intentando décadas sin parar de hablar de sí mismos: contar la historia común desde la primera persona, aparentemente ajena a su creadora. Así, todos sus lectores, todas sus lectoras, somos Ernaux, nos reconocemos, aunque nos separen la distancia física y la generacional, en los temas que trata: el origen, la clase, la maternidad, el aborto, el duelo, el trauma, la pasión, la vejez, le enfermedad... Su compromiso, ético, moral, político, son sus palabras.
Cuenta Ernaux que fueron dos libros, El segundo sexo (1949), de Simone de Beauvoir, y La distinción (1979), de Pierre Bourdieu, los que la llevaron a escribir. Con el primero entendió que el feminismo era "imprescindible", y con el segundo se dio cuenta del abismo que la separaba del entorno en el que había nacido -muy humilde, popular- y que nunca podría pertenecer a otro. La soledad de la extrañeza, arraigada en lo más profundo de su ser literario, convertida en herramienta para la supervivencia.
La intimidad, subvertida ya desde su primera novela, Los armarios vacíos (1974), la historia de una ruptura, la de una hija con sus padres, y, también, la de un aborto, tema que vertebra otro libro suyo posterior, El acontecimiento (2000). Y vuelta a subvertir, una y otra vez, en cuantas páginas vendrían después: La mujer helada (1981), Una mujer (1987), No he salido de mi noche (1997), Perderse (2001), El uso de la foto (2005), Los años (2008), Mira las luces, amor mío (2014), Memoria de chica (2016)... Hasta la última, la escrita ayer mismo.
Porque escribir, para Ernaux, lo mismo que para las que nos atrevemos a llamarnos escritoras gracias a autoras como ella, es lo más importante de su vida. Si a ella la salvó, ella nos ha salvado a nosotras.
- Robert Sapolsky, neurocientífico: "Si todo el mundo entendiera que no somos dueños de nuestras decisiones, el mundo se derrumbaría
- Estos son los mutualistas que no tienen derecho a los 4.000 euros de Hacienda
- Viggo Mortensen: "En España se está copiando lo que ya le ha funcionado a Trump
- Encuesta prohibida de las elecciones en Cataluña: segundo sondeo
- Antonio Barrul y su pelea en el cine: a qué se enfrenta un luchador profesional por pegarse fuera del 'ring
- Nebulossa podría ser la siguiente: todas las veces que España ha quedado última en Eurovisión
- El Gobierno advierte al Parlamento valenciano de que actuará contra la ley de Concordia
- Los únicos guardianes de Crespos, el último paraíso de la montaña burgalesa donde el coche se deja en la entrada