PRIMAVERA SOUND

Tame Impala, un viaje psicodélico con altibajos

El regreso de Kevin Parker incluyó momentos de éxtasis pop y algunos deslices a nivel de sonido o desarrollo

Kevin Parker, en el concierto de Tame Impala en el Primavera Sound Barcelona 2022.

Kevin Parker, en el concierto de Tame Impala en el Primavera Sound Barcelona 2022. / Jordi Cotrina

Juan Manuel Freire

Tame Impala fue a publicar su disco más extrovertido en el peor momento: mediados de febrero de 2020, poco antes de tener que encerrarnos durante un tiempo. The Slow Rush parecía diseñado para festivales, pero se quedó en música para bailar sin salir de casa. Al menos hasta finales del año pasado, cuando el geniecillo autosuficiente Kevin Parker volvió a verse las caras con sus músicos de gira.

¿Llegaban rodados al Primavera? Nadie lo habría dicho durante esa apertura con una desenfocada One More Year: de acuerdo, este proyecto nació en la psicodelia y nunca ha dejado de cultivar cierta idea de borrosidad, pero aquello sonaba a autoboicot. Con el stomp glam de Elephant, el sonido pareció coger cuerpo, pero Lost In Yesterday parecía llegar desde otro escenario. El desenfoque cobró a veces forma de desarrollos larguísimos sin tensión, sobre todo en Runway Houses City Clouds, canción del clásico InnerSpeaker que recuperan ahora tras una década fuera del setlist

Pero momentos de esperado éxtasis, haberlos, los hubo: fueron aquellos en que Parker se creyó más su potencial como estrella pop e hizo justicia a la depuración melódica y rítmica de hits como Let It Happen, cuyos giros progresivos siempre funcionan, la balada de ruptura civilizada Eventually (muy ELO) o una The Less I Know The Better que hizo soñar con un Primavera con roller disco. Sin olvidar su versión (riguroso estreno) de Last Nite de The Strokes, regalo para posibles damnificados por la cancelación de los susodichos el primer viernes.

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