El mastodonte del Fòrum

El Primavera Sound recupera en su primera jornada la euforia entre multitudes

El festival registró una primera jornada muy concurrida en la que destacaron actuaciones de signo muy variado, como las de Kim Gordon, Kacey Musgraves, Yo La Tengo, Dinosaur Jr y Maria del Mar Bonet

Kim Gordon, en su actuación en el Primavera Sound, este jueves.

Kim Gordon, en su actuación en el Primavera Sound, este jueves. / Jordi Cotrina

Y al tercer año, el Primavera resucitó, pasadas las angustias y el desconcierto del bienio pandémico, con sus fastos redoblados y el ambiente, largamente suspirado, de normalidad a todos los efectos. Fue un jueves de festival con sabor a sábado, este, con multitudes, inhabituales en la jornada de arranque, copando los distintos escenarios del Parc del Fòrum y expresando un plus de efervescencia, de risueño aquelarre multitudinario, en torno a una primera parrilla de atracciones de signo muy variado, que cubrió desde las corrosiones eléctricas de Kim Gordon (la exbajista de Sonic Youth) hasta el canto mediterráneo de Maria del Mar Bonet.

Viejas sensaciones revividas, mucha bonanza anímica y muy visible preponderancia de público internacional (en las últimas ediciones ya rondaba el 60%), así como algunas largas colas en el escenario más restringido, el del Auditori del Fòrum, con la marca Rockdelux. Ahí empezaron a andar algunas de las actuaciones más esperadas de la tarde, como la de Kim Gordon, dama del noise-rock de primera hora, a quien el paso del tiempo no ha ablandado, sino más bien todo lo contrario.

Orgullo de no wave

Evocando acaso los orígenes alt-rock del Primavera, Gordon puso en danza un art-punk denso y de severas distorsiones, siguiendo sin desviarse el repertorio del álbum ‘No home record’ (2019), bien arropada por un trío y enmarcada por imágenes de naves industriales y parajes de suburbio. Invectivas contra el capitalismo entre las lentas zancadas de ‘Get yr life back’, con su canto airado, brotes de rock robusto en ‘Earthquake’ y un homenaje a sus raíces en la escena neoyorkina no wave con la versión de ‘Blonde red head’ de DNA, con extra de disonancias. Kim Gordon sigue siendo mucha Kim Gordon.

En el mismo Auditori, debut de Maria del Mar Bonet en el festival, al que dedicó una de sus canciones, ‘Dansa de la primavera’, en un recital de formato ampliado, con seis detallistas músicos, y un repertorio panorámico, recalando en diversos registros de su obra: del canto con vistas a oriente ‘Digues amic’, citando a Verdaguer, a ese ‘Alenar’ que Manel llevó a territorios electrónicos no hace mucho. No es habitual que la mallorquina condense sus clásicos en un recital, pero la ocasión era propicia para viajar hasta ‘Mercè’ y evocar a dos amigos recientemente desaparecidos, Jordi Sabatés (el ‘bluesy’ ‘Jo em donaría a qui em volgués’ con órgano psicodélico) y Pau Riba (‘Es fa llarg esperar’). Y no podía faltar el gesto hacia la raíz popular más pura con ‘Sempre hi ha vent’ y, fuera de guion, ‘So de pastera’, dejando que su sola y limpia voz lo sostuviera ‘a cappella’.

Sutiles aromas country

Otra voz con autoridad, la de Kacey Musgraves, reinó en la esplanada cordialmente conocida como ‘Mordoh’, a lomos de ese repertorio que, a partir de sus raíces country, ha evolucionado hacia un pop atemperado con texturas de soft-rock. La tejana confesó sentirse “fuckin’ emocionada” en su debut en el “lovely country Spain”, y las canciones de su nuevo álbum, ‘Star-crossed’, como la titular, ‘Good wife’ o ‘Cherry blossom’, transmitieron vibraciones aromáticas al caer la tarde. Vestigios de su educación country flotando en el ambiente, aunque mucho más procesados que los de Faye Webster, portadora de melancolía ‘roots’, con ‘pedal steel’ en ristre, en la pulcra puesta en escena de ese álbum sarcásticamente titulado ‘I know I’m funny haha’.

Pero, aunque ofertas variadas como el pop de signo ‘mainstream’ se haya hecho un lugar en el Primavera, el ascendiente rock sigue formando parte de su denominación de origen, y ahí estuvieron los caballeros de Les Savy Fav, representando las esencias pos-punk con su toque natural de desvarío, tirando del material que una década o dos décadas atrás les puso en órbita. Y el entrañable clásico Dinosaur Jr, con su cita de aridez eléctrica y armonías hospitalarias, y el recuperado tándem de dos figuras de peso como son J Mascis y Lou Barlow. No hay golpes de volante en su trayectoria, y cobró forma su sonido cuidadosamente despeinado con citas a su última obra, ‘Sweep it into space’ (coproducido por Kurt Vile), clásicos abollados como ‘Freak scene’ y ‘Feel the pain’, y su simpático ataque a ‘Just like heaven’, de The Cure.

Una banda imprevisible

Un artefacto con tanto o más pedigrí si cabe, Yo La Tengo, enfiló la noche con uno de sus combinados de aridez guitarrera, cuidado melódico y puntos de fuga en los que casi todo parece posible. Los de Hoboken, New Jersey, siempre han sido imprevisibles, y a su paso por un superpoblado escenario Cupra (el anfiteatro con el mar de fondo) tensaron la cuerda con el festival de la distorsión de ‘Ohm’, con un Ira Kaplan encantado con sus diabluras, para derivar luego hacia otros climas con la somnolienta ‘Shaker’, el falsete de ‘Mr. Tought’ o la deriva mental de ‘Autumn sweater’. El suyo fue un punto de anclaje familiar pero robusto para esta jornada de arranque entre multitudes, tomando impulso para cabezas de cartel, este fin de semana, como Beck y Nick Cave and the Bad Seeds.

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