Opinión | ALTA FIDELIDAD

Un aleluya por Leonard Cohen

El músico, compositor y poeta canadiense Leonard Cohen

El músico, compositor y poeta canadiense Leonard Cohen / Miguel Lorenzo

Es paradójico, pero una de las mejores cosas que pueden pasarte como autor es que tu texto sea tan popular que nadie recuerde que lo escribiste tú. Puede que no sea exactamente el caso de Hallelujah de Leonard Cohen, pero yo no saldría a la calle a hacer la prueba, es muy probable que alguien nos dijera que es una canción de Il Divo, de Andrea Bocelli o, con suerte, de Jeff Buckley que fue quien, en 1994, hace ahora treinta años, en su disco Grace, le dio una nueva vida con una versión que de algún modo se ha convertido en canónica.

Cuando el malogrado Buckley la publicó en su primer y único disco de estudio, hacía justo diez años que Leonard Cohen la había publicado en Various Positions, un disco que su discográfica rechazó, que se publicó primero en el extranjero y que Columbia compró más adelante, cuando quiso relanzar el catálogo completo del canadiense en CD.

Estas son algunas de las peripecias que cuenta el crítico musical Alan Light en Lo roto y lo sagrado. Leonard Cohen, Jeff Buckley y la improbable ascensión de Hallelujah, el libro que publica Liburuak cuando se cumplen cuarenta años de una canción que se ha convertido no solamente en una de las más populares y versionadas de Cohen, sino seguramente de la historia.

Oda a la vida y al amor

Un año antes de que Jeff Buckley exhalara y comenzara a cantar su oda a la vida y al amor, como él mismo explicó que la entendía, John Cale había hecho su propia versión, la que años más tarde se quiso incluir en la banda sonora de Shrek, pero como Cale no dio permiso acabó haciéndolo Rufus Wainwright. Muchos la recuerdan en la voz de Buckley en uno de los momentos más emocionantes de El ala oeste de la Casa Blanca.

Cohen dejó que hicieran con ella lo que quisieran, como si no fuera del todo suya, hasta que en 2009 la interpretó en el famoso directo de Londres. Entonces el músico, sus 75 años y sus deudas se subieron al escenario a interpretar todos sus grandes éxitos y entre ellos un Hallelujah con los ojos cerrados que pone los pelos de punta.

Como me dijo hace unos días alguien que sabe mucho de música, escuchándola parece que aquel día en Londres Cohen quiso recordarnos a todos que esta era su canción, su letra, su canto a la vida, a la muerte, al amor, al deseo, al miedo. Cohen explicó que aunque aleluya es una palabra hebrea que significa “gloria al señor”, su canción habla de todos los tipos posibles de aleluyas y que todos tienen el mismo valor, “tanto los perfectos como los rotos”, dijo.

Por eso seguramente esta canción sea de las más versionadas de la historia y se recurra a ella para hablar de sexo, de amor, de muerte, de resurrección, de reinvención, de lo de aquí y lo de allí.

Además de todas las historias en torno a la canción original y sus versiones, en Lo roto y lo sagrado de Alan Light encontramos el texto de la letra traducido por Aixa de la Cruz, esa letra digna del Nobel que nunca recibió, digna de uno de nuestros más grandes poetas y en la que hay más de un acorde secreto, fulgor en cada palabra, parafraseándola. Una letra que en nuestro idioma ha quedado unida a Enrique Morente que junto a Alberto Manzano la hizo suya y aún más jonda para la versión junto a Lagartija Nick en Omega. Hallelujah es, al fin y al cabo, el cante jondo de Leonard Cohen.