Ciencias de la Tierra

Una corriente oceánica fundamental para el equilibrio climático podría anticipar su colapso

Ha llegado a un punto de inflexión: su influencia permite el mantenimiento de temperaturas más templadas en todo el hemisferio norte

La AMOC transporta agua caliente desde el hemisferio sur hacia el norte, ayudando a mantener cálidas a Europa y otras regiones.

La AMOC transporta agua caliente desde el hemisferio sur hacia el norte, ayudando a mantener cálidas a Europa y otras regiones. / Crédito: Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), Estados Unidos.

Pablo Javier Piacente

Los científicos han descubierto una señal de advertencia clave antes que una corriente crucial del Atlántico colapse y sumerja al hemisferio norte en un verdadero caos climático: la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC) genera una liberación de calor que ayuda a mantener a Europa, y también en parte a América del Norte, más cálidas de lo que serían de otra manera. Sin embargo, los registros de sedimentos de los últimos 100.000 años sugieren que, en ocasiones, la AMOC se ha cerrado abruptamente, provocando importantes cambios climáticos en apenas unas décadas. Los datos de un nuevo estudio indican que podríamos estar cerca de un evento similar.

El sistema de corrientes del Atlántico, conocido bajo la sigla AMOC, ha mostrado signos de tendencia hacia un "punto de inflexión" clave, luego del cual ingresaría en un colapso que podría modificar en forma rotunda el equilibrio climático global, según una investigación publicada recientemente en la revista Science Advances.

Un punto sin retorno

"Nos estamos acercando al punto de inflexión, pero no podemos predecir aún la distancia exacta que nos separa de ese punto", indicó el científico René M. van Westen, investigador de la Universidad de Utrecht, en Países Bajos, y autor principal del nuevo estudio, en declaraciones que recoge Live Science.

El especialista explicó que el ascenso y descenso de la Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico (AMOC) va ligado a la salinidad del agua, siendo al mismo tiempo muy sensible a las entradas de agua dulce. A medida que las temperaturas suben por efecto del calentamiento global antropogénico, los patrones de precipitación cambian: esas variantes influyen también en el flujo de agua dulce hacia el océano.

AMOC integra las corrientes superficiales y profundas en el océano Atlántico. Se caracteriza por un flujo hacia el norte de aguas cálidas y saladas, como así también de la circulación hacia el sur de aguas más frías y profundas. La liberación de calor que genera hacia el hemisferio norte permite que Europa y América del Norte regulen su temperatura, presentando de esta forma un clima más cálido con respecto al que tendrían sin esta influencia oceánica.

Otro clima en una década

Aunque se sabe que en otras ocasiones esta corriente ha cesado en forma abrupta en los últimos 100.000, como lo indica el estudio de los sedimentos, en este caso el fenómeno se ve agudizado por el incremento en las temperaturas globales. Esto podría adelantar un nuevo colapso de AMOC y, en consecuencia, intensas variaciones en el clima en diversas partes del planeta, que se apreciarían en el transcurso de unas pocas décadas.

Estudios previos habían determinado que sobre 2021 la corriente AMOC se encontraba en su punto más débil de los últimos 1.000 años, pero ahora la nueva investigación concluye que el punto de inflexión es inminente y que podría iniciarse en 2025.

De acuerdo a un artículo publicado en Phys.org, el colapso de AMOC podría provocar que algunas regiones de Europa registren una disminución de su temperatura media de 30 grados Celsius en un siglo. Pero el impacto se sentiría con mayor rapidez: por ejemplo, las temperaturas de febrero en Noruega podrían descender 3,5 grados Celsius por década.

Referencia

Physics-based early warning signal shows that AMOC is on tipping course. René M. Van Westen, Michael Kliphuis and Henk A. Dijkstra. Science Advances (2024). DOI:https://doi.org/10.1126/sciadv.adk1189

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