ATAQUE DESAFORTUNADO

Continúa la investigación de la ejecución a tiros de tres médicos en Río de Janeiro

Según las imágenes de las cámaras de seguridad, los cuatro compartían mesa en un puesto de playa frente al hotel donde estaban hospedados, cuando un grupo de pistoleros se bajó de un vehículo blanco y efectuó al menos veinte disparos contra ellos

Maniobras de entrenamiento de la Policía Militar de Río de Janeiro (archivo).

Maniobras de entrenamiento de la Policía Militar de Río de Janeiro (archivo). / Europa Press/Contacto/Jose Lucena

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Los presuntos traficantes implicados en el asesinato de tres médicos en Barra da Tijuca, en la Zona Oeste de Río de Janeiro, han sido hallados muertos el pasado viernes en los alrededores de Gardenia Azul, un barrio cercano a los hechos del crimen, según ha podido confirmar la Policía Civil de Brasil. Las víctimas habían acudido a Río de Janeiro para asistir a un congreso sobre medicina.

Se trata de Philip Motta Pereira, alias 'Lesk', y el que se cree que era su mano derecha, Ryan Soares de Almeida. Ambos fueron encontrados junto a otros dos cadáveres dentro de dos coches en la zona oeste de Río de Janeiro, no muy lejos de Barra da Tijuca, donde ejecutaron a los galenos.

'Lesk', cuyo cuerpo fue hallado en el maletero de un Toyota Laris, era un prófugo de la justicia, sería responsable de haber iniciado una guerra entre diferentes facciones criminales por el control del tráfico de drogas en la Zona Oeste de Río de Janeiro, según las investigaciones de la Policía.

Según apuntan medios locales, el crimen ocurrió en el marco de una guerra de bandas en la zona y que los médicos habrían sido asesinados por una confusión. Por lo que, la ejecución a tiros de tres médicos en Río de Janeiro, entre ellos el hermano de una diputada federal de izquierdas, ha sacudido la política brasileña y ha dejado un mar de sospechas sobre la motivación de este crimen "bárbaro" en una ciudad acostumbrada a la violencia. Así lo ha recalcado el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, tras reconocer que este tipo de episodios de violencia son un "problema" de todo Brasil. "Tenemos que parar de creer que es puntual", ha dicho en una rueda de prensa conjunta con el secretario ejecutivo del Ministerio de Justicia, Ricardo Cappelli.

Seguimiento del ataque

El asalto ocurrió la última madrugada en un puesto de playa situado en la orla de Barra Tijuca, en la zona oeste de Río, y ha provocado la condena de numerosos líderes políticos de todo el arco ideológico, entre ellos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Entre las víctimas mortales figura Diego Ralf Bomfim, de 35 años, hermano de la diputada federal Sâmia Bomfim y cuñado del también diputado Glauber Braga, ambos del Partido Socialismo y Libertad (PSOL, izquierda). Además, fallecieron Marcos de Andrade, director del Instituto de Ortopedia y Traumatología del Hospital de las Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), y Perseu Ribeiro Almeida, ortopedista y traumatólogo especializado en cirugías en el pie y el tobillo. Todos ellos venían de São Paulo y habían viajado a Río de Janeiro para asistir a un congreso internacional de ortopedia.

Rechazo firme de la política

El mundo de la política ha expresado su condena unánime a este crimen calificado de "bárbaro" y llenado las redes sociales de mensajes de condolencias hacia los disputados Sâmia Bomfim y su pareja Glauber Braga. Por su parte, el presidente Lula, quien se recupera de una cirugía en la cadera, afirmó que recibió "con gran tristeza e indignación la noticia de la ejecución" de los tres médicos.

Gran parte de los ministros de su Gobierno reaccionaron en la misma línea y pidieron identificar a los responsables de forma célere. "Este brutal crimen debe ser investigado rigurosamente y los responsables identificados y castigados", señaló la titular de Salud, Nísia Trindade, en la plataforma X (antesTwitter).

La ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco, hermana de la fallecida Marielle, también se solidarizó con los dos diputados afectados: "Conozco el dolor de estos familiares". Incluso el presidente del Congreso Nacional, el senador Rodrigo Pacheco, también insistió en la "imperiosa" necesidad de elucidar la motivación de este "terrible caso".

A esta petición se sumó igualmente el senador Flávio Bolsonaro, hijo del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro y quien calificó los asesinatos de "cobardes".