OKUPACIÓN

Okupa su propia casa tras venderla para no entregársela al nuevo propietario

Los nuevos dueños le dejaron pasar la Nochebuena en la casa y ya nunca más se marchó

La aplicación que te avisa si tienes okupas en casa para que puedas irte tranquilo de vacaciones

Un hombre mira anuncios de viviendas.

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EPE

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En la Nochebuena de 2019, el matrimonio formado por José Miguel y Charo firmó la escritura de su nueva casa, un piso al pie de un acantilado junto al mar en costa de La Laguna, Tenerife. Creían que era el regalo navideño perfecto para empezar un nuevo año y una nueva vida; sin embargo, a la mañana siguiente, todo se torció.

"Salimos del notario después de firmar y la vendedora nos pidió que, como era Nochebuena, si la dejábamos pasar la noche en su casa. Nos pareció extraño, pero como había buena relación con ella, accedimos", explica la pareja. La antigua propietaria añadió: "ahora voy a okupar la casa durante 10 años". En ese momento, ellos lo entendieron como una broma, pero en realidad fue el inicio de una pesadilla que dura ya más de tres años y medio.

Y es que, conforme pasaban los días, la compradora continuaba inventando excusas para no abandonar la vivienda. Después de varios meses de espera desesperada, decidieron recurrir a la Justicia. Han ganado todos los litigios, tanto en primera instancia como en el Tribunal Supremo, y en 2021 se emitió una sentencia que ordenaba la entrega de la propiedad, pero la lentitud del sistema también les ha perjudicado.

Un calvario judicial y económico que no termina

En marzo de este año, se programó una fecha para el desalojo, pero precisamente en ese día, una huelga de secretarios judiciales impidió llevarlo a cabo, y ahora están a la espera de una nueva fecha. Mientras tanto, la antigua dueña continúa viviendo en la casa cuya hipoteca José Miguel y Charo pagan puntualmente.

"Adquirimos la vivienda porque en aquel momento la consideramos una excelente inversión. Para nosotros, representaba un retiro lleno de paz, un lugar junto al mar. La casa necesitaba numerosas reparaciones, estaba llena de objetos y muy sucia, pero nos pareció un buen precio y por eso nos decidimos", explica la pareja.

Charo relata que encontraron el anuncio de la casa en un portal inmobiliario y se dirigieron personalmente para visitarla, siendo la antigua propietaria quien les enseñó el lugar. Después de varios meses, se fijó la fecha de venta y la firma de los documentos legales.

Desembolsaron un total de 140.000 euros, una parte para saldar la deuda que la anterior propietaria tenía con el banco y otros 50.000 euros que entregaron a ella en forma de cheque. "Además de más de 10.000 euros por los atrasos en los pagos de la comunidad y diversas contribuciones adicionales". Sin embargo, eso solo era el principio, ya que en la actualidad siguen pagando religiosamente la hipoteca y los gastos de una casa que no pueden disfrutar.

"Nuestros gastos mensuales superan los 1700 euros, incluyendo la hipoteca, los gastos de comunidad, las contribuciones adicionales, la electricidad y el alquiler de la casa que tuvimos que arrendar para poder vivir". Charo confiesa que solo logran llegar a fin de mes gracias a la ayuda económica de