MADRID

Apuñalamientos a 20 metros de la puerta del colegio: sigue la degradación de Malasaña, en el corazón de Madrid

En los últimos seis meses se han registrado cinco agresiones con arma blanca en el barrio, alguna muy grave

Basura, jeringuillas y conflictos con toxicómanos son algunos de los problemas que denuncian los vecinos

Bolsas de basura amontonadas en la fachada del CEIP Pi i Margall, en la plaza del Dos de Mayo, en Madrid.

Bolsas de basura amontonadas en la fachada del CEIP Pi i Margall, en la plaza del Dos de Mayo, en Madrid. / Alba Vigaray

David López Frías

David López Frías

Otro apuñalamiento en Malasaña. Parece que empieza a ser un titular recurrente. Y es que van cinco en el último medio año. Sale casi uno al mes. El primero de esta racha tuvo lugar el 16 de agosto. El último se ha producido justo seis meses después: el 16 de febrero. Ambas agresiones acabaron con sendas víctimas ingresadas con heridas de gravedad. Igual que el apuñalado de octubre o uno de los dos agredidos el mes de noviembre.

Las manchas de sangre del último acuchillamiento siguen presentes en el pavimento de la Plaza del Dos de Mayo, que es el lugar en el que se han producido la mayor parte de estos sucesos. El corazón del barrio. Un lugar que alberga bares, bancos, parques infantiles... y un colegio a sólo unos metros de donde se produjo el último intento de homicidio.

Manchas de sangre en la plaza del Dos de Mayo tras el último apuñalamiento

Manchas de sangre en la plaza del Dos de Mayo tras el último apuñalamiento / Cedida

"Tanto la plaza como el barrio viven en un estado de degradación profunda desde el inicio de mandato del alcalde popular Martínez Almeida", explican a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA fuentes del AMPA del colegio Pí i Maragall, que es el nombre del centro público de infantil y primaria que se halla ubicado en un extremo de la plaza. Allí, a menudo, los pequeños tienen que compartir espacio con basura, jeringuillas usadas o los mismos toxicómanos que las usan, que tienen tomados algunos de los bancos de la zona.

"Lo de los apuñalamientos son hechos aislados", insiste el concejal de distrito Madrid Centro, Carlos Segura, que incide en que "no se trata de apuñalamientos a los vecinos, sino de problemas y ajustes de cuentas entre bandas que paran por allí y están a sus cosas. Hemos pedido a la Delegación de Gobierno que tome medidas al respecto".

Los padres de los alumnos no comulgan con esa disculpa: "Cinco apuñalamientos en seis meses no pueden ser hechos aislados", cuenta Carlos Cachafeiro, portavoz del AMPA del colegio, recordando que "el último [apuñalamiento] tuvo intención de acabar con la vida de un joven de poco más de 20 años", refiriéndose al suceso del 16 de febrero, en el que la víctima presentaba una herida en el hemitórax izquierdo, a la altura de la axila.

Basura y droga

"Los problemas no terminan aquí. Peleas, gritos de politoxicómanos y personas sin techo las familias, consumo de hachís, una plaza donde hasta los árboles estan pintarrajeados, basura insalubre y hasta una felación delante de las puertas del colegio a plena luz del día son algunas de las situaciones que nos encontramos las familias de los alumnos del centro", prosigue el portavoz del AMPA.

En la zona, según denuncian algunos vecinos, existe algún narcopiso que se dedica al menudeo. Eso provoca un efecto llamada a los toxicómanos, que son los que generan más problemas. "Niños y toxicómanos no es buena mezcla. El colegio no tiene patio y los pequeños tienen que salir a la plaza a la hora del recreo. Muchas veces la profesora ha tenido que pelearse con los mendigos de la zona, que a menudo orinan en las casetas de la zona"; explica a este periódico Nacho Castilla, presidente del AMPA.

Y aunque reconoce que "en las reuniones que hemos mantenido con Carlos Segura hemos visto una voluntad de arreglar las cosas, las mejoras han sido puntuales. Hay un pico de delincuencia en el barrio y eso es evidente. No es lógico negarlo o decir que se trata de casos puntuales". Nacho explica que "peleas hay a menudo e incluso alguna entre madres e indigentes".

Jeringuilla en el suelo de la Plaza del Dos de Mayo, al lado del colegio de primaria e infantil

Jeringuilla en el suelo de la Plaza del Dos de Mayo, al lado del colegio de primaria e infantil / Cedida

Pintadas y Hare Krishna

"El colegio está cubierto de pintadas y grafitis, en estado de abandono absoluto y junto al que se acumulan cada tarde numerosas bolsas de basura procedente de la recogida de restos de la plaza. A veces tenemos que sortear, junto a nuestros hijos e hijas, botellas de cristal rotas, basura y sangre de las batallas nocturnas", prosiguen desde el AMPA.

La cuestión de las pintadas trae de cabeza a vecinos y miembros del AMPA, que generalmente son sinónimos. La plaza está llena de grafittis. Hasta los árboles tienen firmas con spray. Y, especialmente, la fachada del colegio. No tanto la parroquia que se encuentra a su lado, que sí que luce más limpia. Hubo pintadas igual, pero en esa pared senota que se han tapado.

El concejal Carlos Segura asegura que se está llevando a cabo la limpieza de todas las zonas por igual: "Limpiamos esas pintadas el pasado mes de noviembre. Las que hay ahora son recientes. Lo sé porque lo denuncié en el pleno de enero". Asegura que "ya nos hemos puesto con ello para limpiarlas otra vez", aunque no pone fecha para hacerlo.

Un coche que siguió las instrucciones erróneas del GPS y se clavó en las escaleras de la plaza

Un coche que siguió las instrucciones erróneas del GPS y se clavó en las escaleras de la plaza / Cedida

El ambiente de la plaza está ultimamente revuelto. Y se debe a que "se lleva a cabo un reparto de comida por un grupo de personas de Hare Krishna. Eso hace que vengan a ese reclamo personas que tienen problemas con el alcohol y las drogas y eso genera más conflictividad", resume el presidente del AMPA. Un punto en el que coincide el concejal Segura.

Las cámaras

Desde el Ayuntamiento insisten en que se ha incrementado la presencia policial: "Están los viernes, sábado y domingo por la tarde y por la noche. Y eso hizo que se pudiese detener a los autores de uno de los apuñalamientos de noviembre", declara Segura, que insiste en que la solución pasa "porque la Delegación de Gobierno tome medidas y dote de más medios humanos y materiales al Distrito Centro", así como por "eliminar la tasa de reposición de la Policía Local, para que se puedan incorporar las 1.000 plazas de agentes".

Desde el AMPA, no obstante, insisten en que el alcalde prometió cámaras de videovigilancia. Unas cámaras que siguen sin estar ni siquiera instaladas. Cámaras que desde el AMPA tampoco creen que vaya a solucionar nada, "aunque el alcalde prometió que estarían funcionando antes de que acabase el año pasado".

Desde la entidad SOS Malasaña coinciden con el AMPA de colegio, hablan de "problemas de basura limpieza y vandalismo en una pequeña ciudad dentro de Madrid. Piensa que somos 30.000 habitantes, pero que los fines de semana nos podemos poner en 200.000 personas. Imaginemos un pueblo con toda esa gente. Necesita más cuidado. pero es todo un desastre y creo que es que nos tienen manía porque somos un barrio contestón", cuenta su portavoz, Jordi Gordon.

Es la eterna lucha de los residentes que, por cierto, son cada vez menos. El barrio, como muchos de los núcleos históricos de las grandes ciudades, está cediendo al fenómeno de los apartamentos turísticos. Es la tendencia generalizada: vecinos que venden sus hogares, viviendas que se convierten en Airbnb y un barrio que se llena de turistas. Los pocos vecinos que se quedan son los que lo sufren.