Fallecimientos

Semana trágica en Castro Urdiales: apareció el cadáver de otra mujer flotando junto al cementerio

El cuerpo fue recuperado por un equipo de rescatistas y trasladado al puerto del municipio

La mujer tenía 42 años y era de nacionalidad brasileña; la Guardia Civil no ve signos de violencia

El cadáver de la mujer, de 42 años, apareció flotando en Castro Urdiales

El cadáver de la mujer, de 42 años, apareció flotando en Castro Urdiales / Viajar

David López Frías

David López Frías

El municipio de Castro Urdiales se encuentra sumido en un shock, tras conocer el crimen violento de Silvia L.G., una catequista de 42 años que fue hallada muerta en su coche. La mujer falleció de una puñalada en el cuello a manos, presuntamente, de su hijo mayor; un chico de origen ruso, adoptado y de 15 años. Tanto el chico como su hermano, de 13, escaparon tras el suceso y simularon un secuestro.

En el municipio aún permanece consternado porque es la segunda mujer que fallece en extrañas circunstancias en la localidad en los últimos días. Y es que el pasado domingo 4 fue hallado el cadáver de otra mujer residente en el municipio. El cuerpo inerte estaba flotando a unos 30 metros de la costa, a la altura del cementerio municipal.

La mujer, de nacionalidad brasileña, vivía de forma permanente en Castro Urdiales. Su cuerpo fue localizado por el helicóptero del Gobierno de Cantabria el domingo por la mañana. Avisaron al 112, cuyos efectivos avisaron a Salvamento Marítimo, Guardia Civil y Policía Local de municipio.

FInalmente, varios rescatistas recuperaron el cuerpo de la mujer y lo trasladaron al puerto de Castro Urdiales, donde un juezprocedió a su levantamiento. Según fuentes de la Guardia Civil, descartaron muerte violenta. Y según el primer estudio forense, el fallecimiento se produjo a causa de anoxia anónica, que es respirar una cantidad insuficiente de oxígeno.

Sólo cuatro días más tarde, se ha producido el suceso que ha conmocionado al municipio, el asesinato de Silvia L.G., que aún está siendo investigado. Uno de sus dos hijos adoptados habría confesado ante la Guardia Civil la autoría del crimen, cometido la tarde del día 7, en torno a las 7 de la tarde. Tras matarla, la habría colocado en el asiento trasero, maniatada y con una bolsa en la cabeza, fingiendo un secuestro. Tras ello, los dos niños se escaparon y fueron hallados de madrugada en un parque del municipio.