EMPRESAS

El pueblo pegado a Madrid que genera más empleos que habitantes tiene: “El paro es residual”

Situado entre la A-2 y la R-2 y a un paso de Madrid, los seis polígonos industriales de Cabanillas albergan naves y fábricas de cientos de empresas, entre ellas Dagu o Inditex

Una de las líneas de producción de la empresa Mixer, líder en el sector de colonias.

Una de las líneas de producción de la empresa Mixer, líder en el sector de colonias. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

"Mira, aquí trabajadores de logística los que quieras, pero camareros ni uno. Llevo semanas buscando y no encuentro a nadie. De la oficina de empleo me han mandado seis currículums y dicen que no tienen más. Como hay cero desempleo...". David va azorado de un lado a otro de la barra de su churrería, Regina, al pie de la iglesia del centro de Cabanillas del Campo, un pequeño municipio de Guadalajara al pie de la A-2 y a apenas siete kilómetros del limite de la Comunidad de Madrid. No paran de trajinar ni David ni los dos camareros que atienden los desayunos de la atestada terraza de sillas de plástico. Entre los clientes, jubiladas con sus nietos comiendo churros, trabajadores de logística o de empresas, y algún que otro oriundo de Cabanillas, aunque cuesta encontrarlos en este particular pueblo que genera más empleos que habitantes tiene.

Cabanillas del Campo tiene en la actualidad 11.263 vecinos, de acuerdo al último padrón, pero según datos de la Consejería de Economía, Empresas y Empleo y cálculos del propio Consistorio, los trabajos que generan los seis polígonos industriales del municipio -más de 4,5 millones de metros cuadrados ya consolidados más otros dos en proceso- superan de largo esa cifra. Entre las grandes empresas instaladas [más de 60 de un total de 800] están Inditex, Dagu -la segunda productora de huevos del país-, Ball Corporation -la mayor productora de latas de aluminio del mundo que fabrica cuatro millones de unidades al día en su fábrica de Cabanillas- o Mixer and Pack, fabricante líder de perfumes de alta gama y de retail con una plantilla de 700 personas, entre las que están 250 trabajadores con discapacidad de la empresa líder en diversidad Ilunion.

"Todo esto antes era un campo de cardos", describe a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el alcalde, José García Salinas (PSOE), que con solo 35 años ya afronta su tercera legislatura al frente del Consistorio, desde la rotonda desde la que se divisa el ingente polígono SI-20 donde está Mixer and Pack y muchas más empresas en lo que parece casi una ciudad industrial americana, abismal, que ha llevado el paro a unas cifras muy similares a antes del estallido de la gran crisis del ladrillo. “Estamos ahora mismo en el 9,19%, un paro residual, son cifras muy similares a 2008”, presume el alcalde.

Bien situado

Una de las claves del éxito del municipio es sin duda su ubicación, entre la A-2 y la R-2, a apenas cinco kilómetros de Guadalajara ciudad, a media hora del Aeropuerto Madrid-Barajas y a 51 kilómetros de la capital. "Operativamente la zona es muy potente a nivel logístico; nosotros tenemos además muchos proveedores cerca”, apunta Rafael Sevilla, director financiero y de Recursos Humanos de Mixer and Pack, una empresa que antes tenía la fábrica en la cercana Meco, pero decidió construir una más grande “y el Ayuntamiento de Cabanillas nos ayudó a estar aquí. Nos dio facilidades de todo tipo, buscábamos un sitio donde pudiéramos tener opciones de seguir creciendo”, apunta Sevilla sobre un terreno municipal que compraron tras salir a subasta.

Vista de una de las calles de Cabanillas del Campo. 

Vista de una de las calles de Cabanillas del Campo.  / ALBA VIGARAY

“Con lo que ingresó el Ayuntamiento por aquella operación construímos el centro de fitness y una parte de la comisaría”, apunta el alcalde, que comparte la responsabilidad sobre cómo encontraron la gallina de los huevos de oro. “El mérito de la planificación urbanística se extiende a mis predecesores. Tanto ellos como yo hemos sabido coger las situaciones y las bondades del municipio y aprovecharlas”, aprecia sobre un tejido industrial que ayuda a que la localidad tenga el IBI más bajo de todo el Corredor del Henares, con un 0,43% de coeficiente.

“Tener un sector industrial tan importante, que nos hace tener importantes ingresos por el IAE (Impuesto de Actividades Económicas), el Impuesto de construcciones o el propio IBI que pagan las empresas, nos permite prestar mejores servicios”, razona García sobre un municipio que en 1995 vivía de la agricultura y la ganadería y tenía apenas 1.000 habitantes, y diez años después subió hasta los 7.000, principalmente en base a urbanizaciones de chalés y casas unifamiliares. “El crecimiento tanto industrial como demográfico se ha hecho a la par. No me gustaría que se convirtiera en una ciudad, queremos que se mantenga el nivel de vida y de empleo. De hecho solo planeamos la construcción de 2.000 viviendas más en la carretera hacia Marchamalo, entre bloques de viviendas y chalés”.

Renta media alta

Una de las particularidades del municipio, además, es que el precio en su día más económico de las viviendas hizo que aterrizara en el pueblo gente proveniente de Madrid con cierto poder adquisitivo en “busca de una vida más tranquila”: notarios, controladores aéreos, médicos. De hecho, la renta media es la segunda más alta de Castilla La Mancha, alrededor de 31.000 euros, espoleada por la zona de chalés de lujo que hay junto al campo de golf. “De Cabanillas de toda la vida cada vez hay menos gente”, aprecia el alcalde, que añade que no son “un pueblo rico”. En Idealista, de hecho, se observa que hay chalés con piscina desde 240.000 euros, un precio más que razonable.

Vista de uno de los polígonos industriales de Cabanillas del Campo, con las Cuatro torres de Madrid detrás. 

Vista de uno de los polígonos industriales de Cabanillas del Campo, con las Cuatro torres de Madrid detrás.  / AYUNTAMIENTO DE CABANILLAS DEL CAMPO

Según explican en el Consistorio, además del precio más económico del metro cuadrado de suelo industrial aquí que en Madrid, otro de los factores de que se haya convertido en un polo de atracción de inversiones ha sido “la rapidez en la tramitación de las licencias”, la ayuda a la hora de coordinar los incentivos del Gobierno autonómico y a más a más, el trato directo y personalizado. “Muchos empresarios nos dicen que en otros lugares no les reciben directamente directores generales o responsables de finanzas. Nosotros les damos certidumbre, saben que si en seis meses quieren estar funcionando lo podrán hacer”, asegura el alcalde, que admite que se aprovechan también de la ola buena porque disfrutan de un efecto llamada, ya que otras grandes empresas se fijan en que otras similares están aquí radicadas y prueban suerte.

Entre las grandes empresas que tienen sede en el municipio se encuentran de todos los sectores, desde logística, a textil, alimentación, industria... Casi todos los polígonos están bastante apartados de los núcleos urbanos e incluso entre sí. De hecho ahora se planea el nuevo polígono industrial que unirá varios de estos espacios y que se está desarrollando en colaboración al cercano municipio de Alovera. Pese al meticuloso orden del urbanismo, algunos vecinos lamentan el tránsito constante de camiones. “Aquí se vive muy bien, hay de todo, pero es cierto que para salir y coger la A-2 lo de los camiones todo el rato se nota”, se queja Raquel en la plaza de la iglesia. “Hay mucha actividad cultural”, añade. En la churrería también lo ven cómo un gran oportunidad esta generación de empleo. “Muchos trabajadores de logística, por ejemplo, son clientes fijos, vienen a desayunar tras trabajar”, apunta David.

Una de las líneas de producción de la empresa Mixer, líder en el sector de colonias.

Una de las líneas de producción de la empresa Mixer, líder en el sector de colonias. / ALBA VIGARAY

Convenios

En Mixer llevan poco más de un año instalados aquí y dicen estar encantados. “Nos han acogido muy bien. Mucha de la plantilla es de la zona, de hecho, porque tenemos convenios con los ayuntamientos y siempre nos mandan personal”, asegura Rafael Sevilla, que incide en que desde la empresa trabajan mucho por el impacto “humano”. Los trabajadores se reparten por turnos en esta firma puntera con capacidad para producir hasta 75 millones de envases de colonia anuales. Empezaron envasando las colonias de marcas conocidas y ahora crean y envasan las fragancias de varias marcas de retail y exportan a numerosos países del extranjero. “No hay empresa de retail que no tenga su colonia, ahí hemos crecido en personal técnico y mano de obra y ahí hacemos todo, hacemos toda la traza del producto”.

En las impresionantes cadenas de producción se envasa, tapona y se hace el packaging de los pedidos entre fuertes medidas de seguridad e higiene. “Es que hacer un perfume es casi tan exigente como hacer un medicamento”, explica Sevilla, que añade que cuando cogieron el terreno lo hicieron pensando en que estuviera abierta la puerta para seguir creciendo. Y aquí en Cabanillas se puede. Porque es una de las ciudades con más suelo industrial de España. 

Imagen del campo de golf de Cabanillas del Campo, junto a chalés de lujo. 

Imagen del campo de golf de Cabanillas del Campo, junto a chalés de lujo.  / ALBA VIGARAY