LOS SECRETOS DEL PRADO (X)

El curioso caso del Benjamin Button del Prado, 'Carlos II con armadura'

La radiografía realizada al cuadro de Carreño de Miranda en 2009 reveló que fue pintado sobre un lienzo usado para retratar al rey cuando era diez años más joven

Vista de los rayos X aplicados al cuadro de Carlos II con armadura donde se descubrió que estaba pintado sobre el dibujo del rey diez años más tarde.

Vista de los rayos X aplicados al cuadro de Carlos II con armadura donde se descubrió que estaba pintado sobre el dibujo del rey diez años más tarde. / EPE

Roberto Bécares

Roberto Bécares

La reutilización de lienzos ya pintados fue durante siglos algo corriente entre los mejores pintores de todo el mundo, pero no ha sido hasta la llegada del estudio de los cuadros a través de las radiografías cuando los expertos han constatado su uso y han destapado historias curiosas, como la de ‘Carlos II con armadura’ (1681) de Juan Carreño de Miranda (Avilés, Asturias, 1614 - Madrid, 1685). 

Este pintor fundamental del pleno Barroco cortesano formado en Madrid y que en 1669 alcanzó el nombramiento de pintor del rey, trabajó sobre todo como retratista de Carlos II, al que dibujó durante diferentes etapas, curiosamente incluso en un mismo lienzo. Los estudios de rayos X aplicados al cuadro en 2009 desvelaron que debajo del Carlos II más maduro, con armadura y bastón de mando, aparecía el rey pero con cerca de 10 años menos, alrededor de cuatro años antes de asumir el trono. Como si el cuadro siguiera los pasos de 'Benjamin Button', el personaje interpretado por Brad Pitt que va rejuveneciendo a medida que pasa el tiempo.

“Pensamos que la obra es una actualización, no un cambio hecho a posteriori. El cuadro se pinta y está expuesto, seguramente en algún Real sitio, y en un momento determinado se decide actualizar, mostrando una imagen del rey más acorde con lo que la monarquía demanda”, señala Laura Alba, técnico superior de museos y responsable de la técnica radiográfica. “El primero reflejaba la inocencia, la candidez, la inexperiencia y el segundo mostraba ya a un rey con bastón y armadura”.  

Aparte del obvio aumento de estatura y tamaño, se hace un añadido “de bastantes centímetros” en la parte superior del cuadro para ampliar el aire con el cortinaje. “Creemos que han pasado diez años desde que el artista pinta por primera vez el lienzo”, aprecia la experta sobre un cuadro que, al igual que su primera versión, tiene hasta 17 réplicas, muchas de las cuales se envían a Francia. En algunas de las copias no está de hecho la mano del pintor, ya que se llevaba a cabo por los miembros de su taller. 

Pintura

Según Alba, los dos lienzos son tomados con el fondo del Salón de los Espejos del Alcázar. Aun así, las diferencias son claras entre ambos retratos, ya que en la versión definitiva “el tratamiento del rostro aparece con menos capas de pintura en la versión adulta, con la pincelada más suelta” fruto del aprendizaje de los años. “Es una pintura más rápida, con los contornos menos cerrados”.  

Recorte del cuadro de Carlos II con armadura de Juan Carreño de Miranda. 

Recorte del cuadro de Carlos II con armadura de Juan Carreño de Miranda.  / MUSEO DEL PRADO

De acuerdo a la experta del Prado, se cree que la primera versión de ‘Felipe II con armadura’, donde el rey daba su clásica imagen protocolaria, se mandó a Francia para “negociar el matrimonio con María Luisa de Orleans [sobrina de Luis XIV]”. “Esa obra se cree pérdida, esta sería la primera réplica, que es la más cercana que se recuerda”, asegura sobre los trabajos de Pérez Miranda, un pintor “técnicamente muy bueno” que queda un poco desdibujado en la historia de la pintura de Corte ya que ocupa el puesto en la Casa Real después de los grandes maestros Diego Velázquez y Juan Bautista del Mazo. “Él hace un retrato tras otro, no puede hacer grandes batallas”, dice sobre un pintor al que influyó mucho tanto Velázquez como Tiziano.

Reciclaje

El reciclaje de lienzos se ha podido certificar en numerosos cuadros del Museo del Prado, como en ‘Condesa de Chinchón’ (1800) de Goya. En la radiografía que se le realizó en el año 2000 se identificó plenamente un retrato en pie de Manuel Godoy, el marido de la condesa, y otro menos visible y subyacente de un caballero joven, que lleva en el pecho la cruz de la orden de San Juan de Malta. Estaban pintados justo del revés, donde luego Goya perfiló la falda de la condesa. Muy conocida también es una reutilización de lienzo que hizo Tiziano, que recicló una tela donde tenía pintado a Carlos V para retratar a su hijo Felipe II. 

“Es que el tejido era costoso y el proceso de preparación necesitaba un tiempo, por el tensado...”, razona la experta del Prado, que señala que muchas veces el cliente que pedía el cuadro al final no lo quería comprar porque no le gustaba el resultado u otros motivos y lo más conveniente era reciclar ese lienzo para ahorrar tiempo y dinero. “En otras ocasiones, igual es que interesaba ocultar determinadas imágenes, es algo sobre lo que se sigue manteniendo el misterio”.