"NO SE BUSCA ESE PERFIL"

La paradoja de la ciudad llena de casas vacías donde jóvenes e inmigrantes tienen problemas para alquilar

La ciudad de Tomelloso, en Castilla-La Mancha, cuenta una de las tasas más altas de vivienda vacía del país, casi el 30%

Jóvenes y trabajadores inmigrantes tienen, sin embargo, dificultades para encontrar un alquiler

Un joven pasa delante de una casa en venta en Tomelloso, Ciudad Real

Un joven pasa delante de una casa en venta en Tomelloso, Ciudad Real / A. P

Analía Plaza

Analía Plaza

En España hay 3,8 millones de viviendas vacías. La mitad de ellas está en pueblos de menos de 10.000 habitantes; en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla hay viviendas deshabitadas pero en porcentajes más residuales, inferiores al 10% del total. Sin embargo, hay excepciones. ¿Qué sucede cuando en un municipio grande, en el que viven trabajadores, niños y gente joven, casi el 30% de las casas están desocupadas?

Bienvenidos a Tomelloso, la ciudad de Castilla-La Mancha llena de viviendas vacías donde jóvenes y trabajadores tienen problemas para alquilar: porque no cobran lo suficiente, porque les rechazan por extranjeros o porque los propietarios prefieren tener las casas en venta aunque tarden años en darles salida. Según el último censo de vivienda del INE, Tomelloso es el segundo municipio grande (más de 30.000 habitantes; concretamente, 36.091) con más vivienda vacía de toda España, solo superado por Puerto de la Cruz en Tenerife. De 19.217 viviendas, 5.322 están vacías y otras 449 tienen un consumo eléctrico muy bajo, lo que significa que como mucho están habitadas durante un mes al año de acuerdo a la metodología del instituto estadístico. Valdepeñas y Puertollano, también en la provincia de Ciudad Real, tienen cifras de desocupación similares.

"Por un lado, hay más vivienda de la que se necesita", razona Sergio Martínez, gerente inmobiliario de Outlet de Viviendas. "Por otro, quien tiene un piso opta por dejarlo vacío por miedo a que entre alguien, se lo estropee y no pague. Muchos lo tienen en venta. Si no lo venden, es una forma de tener el dinero guardado, invertido en vivienda en vez de en el banco. Hay mucha demanda de alquiler, de jóvenes que no tienen suficiente dinero para la entrada de una hipoteca y de temporeros que vienen de fuera a trabajar en el campo, especialmente en verano. Con los extranjeros hay mal historial y lo tienen complicadísimo. Digamos que en La Mancha aún hay racismo".

La fachada del local de Outlet de Viviendas destaca por su color naranja chillón. Está en una de las arterias principales: la calle Don Víctor Peñasco, la vía urbana en la que ser convierte la carretera comarcal a su paso por la localidad. No es la única inmobiliaria de la zona. Pocos metros más allá está el local de Javier Casero, profesional independiente con años de experiencia en el negocio. Hace una lectura similar. "Para los jóvenes, el alquiler está por las nubes. Los bancos piden un 20% para la entrada y nadie tiene ese dinero para pisos de 100.000 euros. La mayoría de mis clientes son gente mayor, de 60 o 70 años, que compran a tocateja. Compran casas viejas grandes: en vez de tener el dinero en el banco lo tienen en inmuebles".

Cientos de casas en venta

El centro de Tomelloso es el de un pueblo manchego con casas grandes y bajas construidas a principios del siglo pasado. Muchas de ellas, sin embargo, ya han sido derribadas y sustituidas por promociones nuevas de tres o cuatro alturas, como se observa en este mapa de alturas y año de construcción elaborado con datos del catastro. Hay carteles de 'se vende' casi en cada esquina. Algunos, según pudo comprobar este diario llamando a los anunciantes, llevan hasta cuatro y cinco años puestos con el mismo precio. "Nosotros tenemos muchas viviendas que llevan años a precios imposibles", afirman en una de las inmobiliarias de la calle. "La gente las pone carísimas y les da igual mantenerlas vacías a la espera de que alguien les pague lo que quieren en algún momento. Es como que así creen que tienen riqueza". Según un informe de la consultora inmobiliaria Atlas Real Estate, el tiempo medio para vender una casa en Tomelloso es de 323 días, más del doble que en el resto de la provincia. En el portal inmobiliario Idealista hay 2.029 viviendas en venta entre Tomelloso, Valdepeñas y Puertollano, frente a las 85 en alquiler.

Cartel de una nueva construcción 

Cartel de una promoción / A. P

Las casas viejas que esperan comprador que las derribe o reforme son una parte de la estadística. Son, además, un problema habitual en zonas rurales y despobladas, que se acrecienta cuando hay varios herederos que no se ponen de acuerdo y quieren sacar lo máximo posible del pastel. Pero no es lo único que explica las casi seis mil viviendas vacías en la localidad. Los bloques de pisos que no se vendieron cuando pinchó la burbuja o que aún están en manos de entidades bancarias completan la imagen. "La empresa se llama Outlet de Viviendas por el tipo de producto que tenemos: pisos de bancos embargados a constructoras o a particulares. Hay muchos, y los que faltan por salir", continúa Martínez. "Fíjate si habrá magnitud que todavía no se ha hecho ni una sola promoción nueva. Hay un montón de productos de la crisis, edificios a los que le falta el remate. Los están comprando fondos de inversión".

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca señala las mismas causas y apunta a una primera consecuencia. "Hay muchísima vivienda de entidades bancarias: bloques enteros vigilados por seguridad privada para evitar la ocupación", dicen en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. "Y también hay barriadas donde los bancos se niegan a poner a disposición sus viviendas para personas pobres, lo que termina provocando que haya ocupación y problemas vecinales". El movimiento ciudadano, que nació al calor del 15M, pone como ejemplo la barriada de San Juan, donde una asociación de vecinos lleva tiempo protestando y proponiendo sus propias medidas contra la ocupación (principalmente, que los servicios sociales se hagan cargo de las familias vulnerables).

Las consecuencias

Lorena tiene 22 años. Vive y trabaja en Tomelloso. "Estudié en Toledo. Allí trabajaba y compartía piso", cuenta. Cuando terminó de estudiar volvió a casa de sus padres. Ahora, dice, "no me voy a ir de alquiler a pagar 300 euros con un sueldo de 900. Prefiero ahorrar porque tengo la expectativa de volver a salir. Normalmente, la gente se queda con sus padres porque comprar es imposible".

La cantidad de casas vacías contrasta con la bajísima tasa de emancipación juvenil, es decir, el porcentaje de jóvenes de hasta 29 años que aún viven con sus padres. El Consejo de la Juventud de España, que mide este dato de forma semestral, destacó en el periódico La Tribuna de Ciudad Real que la provincia tiene una de las tasas más bajas de España: un 10,8%, lo que significa que solo uno de cada diez jóvenes han volado del nido. En España, la tasa es del 15,9%. Cataluña es la comunidad donde más jóvenes están independizados (19,1%), en parte por "el mayor peso de la población inmigrante extranjera recién llegada, que se distingue por su mayor probabilidad de estar emancipada", señala el CJE en su último informe.

Hay carteles de 'se vende' en cada esquina

Hay carteles de 'se vende' en cada esquina / A. P

Aunque Castilla-La Mancha en general y Ciudad Real en particular tienen las viviendas más baratas de España tanto en venta como en alquiler, los jóvenes no acceden a ellas. Según los citados datos del CJE, "los que no se van fuera y se quedan en el entorno rural pueden estar menos cualificados y tener sueldos más bajos, de ahí la dificultad para emanciparse", además de preferir ahorrar viviendo en casa de sus padres y saltar directamente a la compra de una casa, sin pasar por el alquiler. "Las cifras de paro juvenil son elevadas. El empleo es más precario. Aquí hay sobre todo sector vitivinícola y sector servicios: camareros y repartidores, trabajos de muchas horas en los que se paga poco", dice Tomás, un joven de 25 años que se acaba de mudar a Toledo. "Tampoco hay mucha afiliación sindical. No me gusta decirlo, pero hay gente que todavía llama 'amo' al jefe. Es una ciudad más primaria que industrial, sin movimiento obrero".

Los temporeros, trabajadores inmigrantes que llegan cada verano para recoger la vendimia, se llevan la peor parte. Al ser temporales necesitan alquilar, no comprar. Pero ni hay suficiente oferta ni tienen suerte con los propietarios. "La gente es muy reacia a alquilar a inmigrantes, no se busca este tipo de perfil", dice Alba Becerra, gestora de proyectos de marketing en la inmobiliaria Gfima. "También les da miedo alquilar a gente del pueblo porque piensan que se van a quedar ahí para siempre. En general, se buscan guardias civiles, trabajadores del hospital o profesores". Estos inquilinos dan a los propietarios la ventaja de poder hacer contratos de alquiler por temporada, lo que les permite subir el alquiler año a año. Los temporeros se ven entonces abocados a vivir en naves abandonadas, según denuncia la PAH y recogen cada verano los medios locales.

Distintas administraciones municipales y regionales de toda España tienen programas de movilización de vivienda vacía —el Ayuntamiento de Madrid, el Gobierno de Cantabria, la Generalitat Valenciana...— para incorporarla al parque de alquiler. Tomelloso, ahora gobernado por el PP gracias al apoyo de Vox, no cuenta con nada parecido. El gobierno local no ha respondido a una solicitud de información de este diario; tampoco el PSOE, que gobernó hasta el pasado mes de mayo. "No hay ninguna propuesta por parte de las administraciones para poner en circulación las viviendas de particulares", denuncia la PAH, que pide además que se sancione a los bancos que mantengan viviendas vacías en la localidad.