CASA REAL

Leonor jura bandera y se entrega al "cariño" de la tierra aragonesa

La Princesa de Asturias vive uno de los días grandes en su camino al trono acompañada de sus padres

El rey Felipe VI le recuerda su responsabilidad por "servir a España" y por representar a la Corona

La princesa Leonor jura bandera en la Academia General Militar de Zaragoza

Agencia ATLAS / Foto: EFE

Alfonso Tremul

Leonor de Borbón y Ortiz

vivió este sábado el día "más importante" de su trayectoria militar al jurar bandera con sus 410 compañeros de la LXXXIII promoción en una ceremonia presidida por sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia. La Princesa de Asturias fue la primera en besar la bandera de España, desfiló bajo el arco formado por la bandera y el sable, le robó unas lágrimas de emoción a su madre, escuchó atenta las palabras de su padre –"Leonor, sabes bien que la Corona simboliza su unidad y su permanencia", se entonó Felipe– y estampó su firma en el libro de honor de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza alabando el "ejemplo" y la "guía" de sus profesores, mandos y compañeros. "Es un día que voy a recordar siempre por su significado hondo y especial. Y que me acompañará el resto de mi vida", escribió Leonor.

Antes ya había recogido el testigo de su padre, quien se dirigió a ella ensalzando el "cariño" de la "tierra zaragozana y aragonesa" como garante de los "mejores recuerdos" con los que marchará de las instalaciones militares de Zaragoza a finales de curso. A ello se refirió

Felipe VI

cuando inició su discurso –"han pasado 38 años y pienso en lo que entonces sentí y en lo que significa para mí presidir la jura de nuestra hija la Princesa de Asturias", admitió– , en el que no quiso dejar pasar la oportunidad de volver a referirse con cariño a su pasado por la capital aragonesa.

"Sé que siempre tendrás presente que tu responsabilidad, en cualquier circunstancia y en todo momento, es servir a España con toda tu energía y determinación", aventuró el monarca, casi parafraseando las palabras que utilizó en su día el 

rey emérito Juan Carlos I 

para dirigirse hacia él. "Que este juramento que hoy tan solemnemente has prestado sirva para que hoy y mañana y en el futuro más lejano tengas conciencia clara de que tu misión –importante, difícil, pero admirable misión– es la de servir a los españoles y a España con todas tus fuerzas, con todo tu corazón", reseñaron las crónicas de aquel 11 de octubre de 1985.

"Es un día muy importante por muchas razones: primero, porque mi hijo ha conseguido el objetivo de su vida que es entrar en la Academia General Militar y, segundo, porque coincide con un hecho histórico como es jurar bandera con la futura reina de España"

Padre de un cadete

Desde primera hora de la mañana, el ambiente en la Avenida de los Reyes constataba que la Academia General Militar no iba a celebrar una jura de bandera al uso. Al trasiego incesante de vehículos particulares y taxis que llegaban a la zona de acceso se sumaban familiares y amigos que, inevitablemente, pronunciaban el nombre de Leonor. "Es un día muy importante por muchas razones: primero, porque mi hijo ha conseguido el objetivo de su vida que es entrar en la Academia General Militar y, segundo, porque coincide con un hecho histórico como es jurar bandera con la futura reina de España", explicó un padre. "Tenemos entendido que la jura de bandera es el inicio de la carrera militar y le hace ilusión que hoy estemos aquí. ¡También vamos a ver a los Reyes y a la Princesa!", añadieron tres amigos. Entre ellos también se coló algún que otro joven ataviado con traje y ojeras por el madrugón desde Córdoba para llegar al acto y respaldar a su amigo. "Lleva tres años intentando entrar y lo ha conseguido este año. Me dijo que tenía mi entrada y a las tres de la mañana hemos salido de Córdoba. ¡Por este amigo se hace lo que sea!", exclamó este joven.

La entrada de los Reyes

 el paso al frente de Leonor hacia la bandera de España y su beso ante la atenta mirada de sus padres, 

Letizia

se le escaparon unas lágrimas de emoción. Fue también la primera en desfilar bajo el arco de la bandera y el sable y lo hizo como los grandes diestros que, con sus faenas de dos orejas o rabo, han salido a hombros por la puerta grande del coso de La Misericordia.

Con tendido sol y tendido sombra, Leonor desfiló como si de una vuelta al ruedo se tratase mientras recibía una atronadora ovación por parte de las tribunas, cuyos asistentes se levantaban de los asientos con un efecto de ola que se acompasaba por todo el patio de Armas. Los decibelios bajaron considerablemente con el resto de cadetes salvo con un par de jóvenes que juraron bandera en muletas, otros tantos que fueron envalentonados por sus amigos y familiares –"¡vamos, gordo! ¡qué guapo eres, niño", se gritó– y dos alumnos que sufrieron sendos desvanecimientos por el calor.

A las 12.54 horas, los 411 cadetes ya habían regresado a su sitio de formación para dar paso a la alocución del general director de la Academia General Militar, Manuel Pérez López. Fue breve, no se extendió más allá de cinco minutos y, aunque les aventuró que por delante les espera "un exigente periodo de formación", les garantizó su éxito porque tienen "capacidad de sobra para superarlo".

Y llegó el turno del rey Felipe, quien no escatimó en consejos hacia los 411 cadetes que formaban en los batallones bajo un imponente sol. Fue un discurso colectivo en el que puso de relieve los valores castrenses como la integridad, la honestidad, la rectitud o el compañerismo –"la entrega y el apoyo al compañero especialmente en los momentos más difíciles consolidarán los vínculos de unión que caracterizan al estamento militar", insistió– y que serán "garantía de éxito" para poder culminar con éxito las misiones encomendadas a las

Fuerzas Armadas

. Habló del «recuerdo de tantas generaciones que os han precedido", alabó el esfuerzo de "anteponer el servicio a España a sus intereses personales" y terminó dirigiéndose a su hija. "Recuerda que el compromiso que has asumido conlleva la mayor responsabilidad con España", finalizó. 

El rey Felipe VI: "La Constitución garantiza la convivencia democrática"

La actual coyuntura política en la que anda sumida España no pasó desapercibida en el discurso que pronunció el rey Felipe VI. No resonó la palabra amnistía, pero a ella aludió en un breve alegato en favor de la Constitución y del Estado de Derecho como pilares fundamentales en los que se sustenta la democracia. «Sé que sois muy conscientes de ese compromiso leal que habéis adquirido hoy (por ayer), con España y con todos los españoles; en él habéis empeñado vuestra palabra y vuestro honor con nuestra Constitución, con los valores y principios de la norma que garantiza nuestra convivencia democrática y es la máxima expresión de nuestra unión», les dijo a los cadetes.

Precisamente, el presidente del Gobierno en España en funciones, Pedro Sánchez, se ausentaba de la cita en la Academia General Militar (AGM) mientras lideraba un mitin del PSOE en Granada, a diferencia de lo que sí hizo en su día el también socialista Felipe González durante la jura de bandera del actual monarca. «Quien quiera aspirar a gobernar España tiene que comprender y asumir el pluralismo político y la diversidad territorial», contestaba Sánchez desde Granada.

A nivel institucional, fue la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien lideró la comitiva y de ella también formó parte el Jefe del Estado Mayor de Defensa, Teodoro Esteban López. A nivel regional, el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, encabezó la representación institucional aragonesa. A él se unió el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán; la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca; la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández o la fiscal superior, Asunción Losada.