NEGOCIACIONES DE INVESTIDURA

Yolanda Díaz cree que Puigdemont aceptará investir a Sánchez con un compromiso sobre la amnistía

Sumar admite las dificultades de aprobar la norma, que dan por hecha, antes de la investidura de Pedro Sánchez

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda en funciones.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda en funciones. / EFE

Sumar rebaja las expectativas del independentismo en las negociaciones para investir a Pedro Sánchez. El partido de Yolanda Díaz ha enfriado la exigencia de Carles Puigdemont de aprobar la ley de amnistía antes de la investidura del líder socialista y explora otras "fórmulas" que puedan contentar a Junts para obtener su apoyo. El socio minoritario de Gobierno asume la dificultad de cumplir estos plazos y se abre a aprobar la norma una vez que Sánchez sea investido, confiando en que los posconvergentes se conformen con el "compromiso" de que, antes o después de la investidura, habrá una norma que exima de responsabilidad penal a los encausados del procés.

"Vamos muy justos, es forzar mucho la máquina, no sé si se podrá hacer", admitió este lunes Jaume Asens, interlocutor de Sumar con las fuerzas independentistas, sobre la posibilidad de dar luz verde a la ley antes de la investidura. En el mismo sentido se pronunció el portavoz del partido, Ernest Urtasun, que admitió que "es sabido que Junts quiere unos plazos más cortos, pero habrá que ver si eso puede ser posible o no", enfriando las opciones de que la norma vea la luz antes de la investidura.

En Junts esgrimen la necesidad de obtener un "pago por adelantado" a cambio de dar sus siete votos al líder socialista. Unos "hechos comprobables” en palabras del ex president de la Generalitat, que no oculta su desconfianza total hacia el PSOE y que ha exigido la ley de amnistía antes de la votación. Pero en Sumar, donde han tratado de "normalizar" la relación con Junts mediante una reunión en Bruselas entre Yolanda Díaz y Puigdemont, creen que las expectativas de los independentistas podrían verse cumplidas con "un gesto", que bien podría ser el registro de la norma en el Congreso de los Diputados y su admisión a trámite por la Mesa, un órgano que preside Francina Armengol y controlada por PSOE y Sumar. Un paso previo a su debate en sede parlamentaria. "Ellos necesitan un compromiso", resumen desde Sumar, que son partidarios de dar pasos en este sentido para garantizarles que la ley saldrá adelante.

Investidura a mediados de octubre

El giro de Sumar, que hasta la semana pasada sí defendió que era viable una aprobación a contrarreloj, llega después de que el PSOE haya considerado "inviable" la aprobación de la amnistía antes de la investidura. En la plataforma de Díaz consideran que entran en juego dos factores que dificultan los tiempos exigidos por Junts. En primer lugar, los propios trámites parlamentarios. Si la iniciativa se presenta como proposición de ley a través de los grupos parlamentarios, algo que eliminaría la necesidad de informes preceptivos por parte del Consejo General del Poder Judicial, el Consejo de Estado y el Consejo Fiscal, podría aprobarse en primera votación del Congreso en menos de un mes, en caso de seguir el trámite de urgencia, algo que en las filas socialistas también consideran difícilmente justificable. Pero el siguiente paso es su paso por el Senado, donde el PP cuenta con mayoría absoluta, lo que la devolvería el texto de nuevo a la Cámara Baja, dilatando aún más el proceso.

En segundo lugar, en Sumar apuntan a que el cuándo dependerá también de cómo avancen las negociaciones entre PSOE y los partidos independentistas, al considerar que el partido mayoritario del Gobierno está "dilatando" los contactos. Este mismo lunes Maria Jesús Montero admitía que posponía cualquier avance en la negociación no se haría público hasta después de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, el 26 y 27 de septiembre. Un extremo que justificaba en el "respeto al encargo democrático del jefe del Estado". A partir de ahí, hay un máximo de dos meses para que Sánchez pueda ser investido antes de la convocatoria automática de una repetición electoral. Sin embargo, en Sumar cuentan con que el líder socialista buscará revalidarse a mediados de octubre, un calendario exprés que impediría llevar a término la aprobación del texto en los tiempos exigidos por Junts.

"Confianza"

Sumar es partidario de explorar otras "fórmulas" que permitan a los independentistas dar su apoyo, en una postura que abre una nueva senda en el Gobierno y que, advierten en el partido de Díaz, podría después ser asumida por los socialistas. Hasta ahora el PSOE se ha esforzado en destacar que las negociaciones de Sumar y de Asens con las fuerzas independentistas no tenían nada que ver con las del Partido Socialista, lideradas por miembros de su ejecutiva.

Sin embargo, en el partido de Yolanda Díaz sí destacan que hasta el momento son ellos quienes han ido "avanzando" en las posiciones a las que después se unían los socialistas. Y citan como ejemplo la reforma para permitir las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados. Una medida que ya propuso la gallega el pasado 2 de agosto y que posteriormente asumió el PSOE para lograr el apoyo de los independentistas a la Presidencia de Armengol. Y no descartan que, después de la foto de Yolanda Díaz con Puigdemont, sea otro dirigente socialista el que también acuda a Bruselas para repetir la estampa.

Carles Puigdemont y Yolanda Díaz se reúnen en el Parlamento Europeo.

Carles Puigdemont y Yolanda Díaz se reúnen en el Parlamento Europeo. / efe

En esta ocasión, a diferencia del acuerdo que se alcanzó para la Mesa, hay diferencias sustanciales respecto a un eventual pacto de investidura. En aquel acuerdo, Junts no dio su 'sí' hasta que el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares, no registró la petición formal ante la UE para que el catalán el euskera y el gallego pudieran usarse en la Eurocámara.

En este caso, cumplir sus exigencias se presenta como algo más complicado. No sólo por los tiempos, que comienza a verse como un escollo, sino también en la figura del mediador internacional, que resulta "problemático" para ambos socios de Gobierno. Pese a todo, en Sumar se muestran optimistas, al considerar que su labor en las negociaciones consiste precisamente en dar "confianza" a los partidos independentistas para que, en último término, se fíen del futuro Gobierno para aprobar un compromiso de amnistía que, dan por hecho, saldrá adelante.

.