EN MADRID | A FONDO

Por la calle de Alcalá hasta San Isidro, pasando por Cibeles: el 'renacer' del chotis en Madrid

El chotis de la boda de Almeida ha espoleado un renovado interés por este baile castizo de Madrid

Más de 300 personas han participado en los dos talleres organizados por el Ayuntamiento esta semana

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El centro de la capital se llena de chulapas en un pasacalle por las Fiestas de San Isidro

Lucía Feijoo Viera

Héctor González

Héctor González

Es martes y el reloj casi da las seis de la tarde y dentro de la inmensa nave 16 de Matadero Madrid un grupo de personas escuchan atentas las explicaciones de un hombre situado en el centro del círculo. Son aproximadamente una veintena, van vestidos de chulapos y chulapas, y hace tiempo ya que todos peinan canas. Fuera, alrededor de la puerta de acceso, se arremolinan varias decenas de parejas que esperan para entrar, expectantes, muchas de ellas jóvenes y algunas pocas ataviadas también con el traje castizo de Madrid.

Se trata del primero de los dos talleres gratuitos de chotis puestos en marcha esta semana por el Ayuntamiento de Madrid. Impartidas por voluntarios de la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños, que este año cumple sus 35 años de existencia, las dos jornadas de clases han congregado a más de 300 personas de todas las edades movidas por la voluntad de aprender, el deseo de pasar un rato entretenido o la curiosidad por empaparse de parte del acerbo popular de la capital.

Todo un éxito de participación que, en palabras de la delegada de Cultura, Deporte y Turismo del Consistorio, Marta Rivera de la Cruz, es "una forma de ir popularizando el baile", que representa "una parte importante" de las Fiestas de San Isidro y de la tradición de Madrid. El objetivo del equipo de Gobierno municipal, vista la buena acogida de esta iniciativa, es "seguir fomentándolo" y "dar la ocasión a la gente más joven que entienda el chotis".

En busca del relevo generacional

Ejemplo de ello son Gabriela y Aarón, una pareja de 23 y 25 años, respectivamente, que acudieron al taller promovidos por ella. Nacida en Madrid, aunque su familia es de origen extranjero, a Gabriela le mueve el interés por "ir adquiriendo la cultura de aquí, que al fin y al cabo es donde me he criado". Como estudiante de danza, considera que el chotis es un baile "muy elegante y con mucha técnica", más complejo de lo que aparenta. Aarón, por su parte, cuenta que "desde que la conozco estoy más interesado en la danza", así como que "siempre me apunto a lo que sea".

Una pareja joven baila un chotis en una de las clases impartidas esta semana.

Una pareja joven baila un chotis en una de las clases impartidas esta semana. / Alba Vigaray

Yaiza, de 28, y Marco, de 27, son otra de las múltiples parejas jóvenes presentes el pasado martes en la nave 16 de Matadero. En su caso, ninguno de los dos tiene formación de baile ni experiencia alguna con el chotis. "Es nuestra primerísima vez", reconoce ella, antes de añadir a dúo que "venimos aquí para divertirnos". Tenían el día libre y viven cerca, por lo que, movidos por la"aventura total", allá que se plantaron dispuestos a tener su primer contacto con este baile.

Para Federico Gómez, presidente de la Federación de Grupos Tradicionales Madrileños, la respuesta obtenida por los talleres supone una recompensa al trabajo realizado durante todos estos años por "mantener vivo el chotis". En el cargo desde 2017 y rodeado siempre por el mismo equipo, Gómez celebra como una muy buena noticia este renovado interés por el chotis, ya que "somos todos bastante mayores" y "necesitamos que se apunten los jóvenes para que haya un relevo generacional". Algo a lo que este año ha contribuido sobremanera "el baile del señor alcalde, que ha provocado un boom y se está apuntando mucha gente", asegura.

Almeida, padrino del 'renacer' del chotis en Madrid

Y es que el chotis, una tradición tan castiza y arraigada en la cultura madrileña como ciertamente olvidada desde hace décadas, vive este año un tímido renacer, un regreso a la palestra social y mediática espoleado por el baile de bodas del alcalde de la urbe, José Luis Martínez-Almeida, y su mujer, Teresa de Urquijo. Dejando de lado el típico y rutinario vals nupcial, el regidor popular y su esposa se decantaron por el mítico chotis 'Madrid, Madrid, Madrid', compuesto por el mexicano Agustín Lara y cantado por Plácido Domingo, para su primer baile como marido y mujer, con Almeida rodilla en tierra y Teresa trazando círculos a su alrededor. Y para, de paso, homenajear a esa ciudad de la que es primer edil desde el ya relativamente lejano 2018.

Tras el éxito indiscutible de esta primera danza, que se hizo viral al instante y fue principal comidilla de la ciudad durante los días posteriores al enlace, Almeida no dudó lo más mínimo en repetir la jugada a finales del mes pasado. Durante el acto de presentación oficial de la programación de las fiestas de San Isidro de este año, celebrado en el patio del Museo de Historia de Madrid, el alcalde volvió a ocupar el escenario para arrancarse con un nuevo chotis acompañado de la delegada de Cultura local, Marta Rivera de la Cruz.

Almeida inaugura las fiestas de San Isidro bailando (otro) chotis

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Tal ha sido el furor castizo despertado por el chotis nupcial de Almeida que, según él mismo contó en aquel acto, llegaron a plantearle ser profesor de las clases de chotis de Matadero. Una propuesta que, en ejercicio de su "natural modestia", el alcalde se vio obligado a declinar. Sin embargo, sí aprovechó para "animar a todos los madrileños", especialmente a los "que les entusiasma el chotis como a mí", a que acudiesen al taller a descubrir o reencontrarse con el baile típico de Madrid.

Clases, bodas y dudas sobre el origen del baile

Un renacido entusiasmo que, aunque con matices, confirma Raquel Hinojosa, la propietaria y profesora de la primera - y única hasta la fecha- escuela de chotis de Madrid. Según cuenta, si bien las clases semanales fijas que imparte todavía no tienen el tirón que le gustaría, los talleres puntuales que organiza sí atraen a cada vez más gente. Asimismo, en los últimos años han empezado a llamarle cada vez más para preparar a los novios para bailar chotis en bodas, antes incluso del sonado ejemplo sentado por Almeida.

No obstante, considera que este interés no es suficiente para resucitar por completo una tradición y una disciplina de baile que languidece desde hace tiempo. Más allá de poner en duda el origen comúnmente aceptado del chotis - que sostiene que viene de la polca alemana, conocida como Schottisch, y que desembarcó en Madrid a mediados de 1850, durante el reinado de Isabel II-, Hinojosa sostiene que este baile se enfrenta a dos grandes problemas: el primero de ellos es que no está profesionalizado, llevando años en manos de asociaciones castizas que, "aunque movidas por la buena voluntad, siguen ancladas en el pasado". A esta falta de evolución artística y académica se suma, según esta experta, el escaso apoyo institucional fuera de acciones puntuales en San Isidro. "Hacen falta muchas más subvenciones y que la administración se involucre de verdad para garantizar la pervivencia del chotis", asevera Hinojosa.