DEBATE TERRITORIAL

Feijóo insiste en utilizar el término “encaje” de Cataluña para destacar que el límite es la Constitución

Asegura que utilizó "la terminología independentista a propósito" para insistir en que los problemas territoriales deben resolverse dentro del marco legal

Niega que tenga un problema en su partido de entendimiento y avisa: "Presido el PP, pero tengo que buscar apoyos para gobernar España"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece en el Congreso.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, comparece en el Congreso. / JOSÉ LUIS ROCA.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Alberto Núñez Feijóo insiste en que los planteamientos de Carles Puigdemont para apoyar una investidura (ley de amnistía, abrir el camino hacia el referéndum de autodeterminación y defensa de la unilateralidad) son “ilegales” y su partido no los aceptará. Horas después de haber admitido que hace falta “dar una propuesta y buscar un encaje del problema territorial de Cataluña” dentro de la Constitución —lo hizo ayer desde Canarias provocando algunas críticas en privado dentro de la estructura del PP catalán— aseguró que había utilizado “la terminología independentista a propósito”.

Si quieren hablar de encaje, que es como lo llaman, lo que digo es que o es en un pacto de Estado o no será; o es dentro de la Constitución y de la ley o no será”, remarcó en una entrevista en el programa ‘Espejo Público’. Era la manera de tratar de zanjar una nueva polémica surgida de sus palabras en un tema siempre sensible dentro del PP y que reavivó la inquietud que se venía produciendo por su intención de sentarse a hablar con Junts, también en el marco de la investidura. Esa decisión finalmente fue revocada tras escuchar la comparecencia de Puigdemont. En Génova buscaban una excusa para poder decir con claridad que no habría reunión. 

En todo caso, Feijóo también quiso enviar este jueves algunos mensajes internos ante el ruido constante que hay en torno al PP catalán pero, que en realidad, al menos por ahora, no ha sido amplificado en otros territorios. “Yo no sé si en el partido en el que militan Alfonso Guerra y Felipe Gonzáles no se le entiende. Yo no tengo ese problema en mi partido. Soy el candidato a la presidencia del Gobierno y eso hace que tenga que presidir el partido y, al mismo tiempo, intentar conseguir una mayoría suficiente para gobernar España”, dijo.

El líder conservador niega así que exista un malestar interno con su estrategia. Como publicó este diario, los movimientos de Feijóo van encaminados a sacar al PP de un aislamiento absoluto, no tanto pensando en la investidura, sino en el medio o largo plazo si, por ejemplo, hubiera nuevas elecciones. El convencimiento es que no volverán a la Moncloa si no logran resquebrajar los apoyos del bloque de Pedro Sánchez, que en este momento cuenta con todos los partidos nacionalistas e independentistas con la sola excepción de Coalición Canaria.

“La mayoría de votantes han elegido igualdad, Constitución y acuerdos. Y yo lo que intento es buscar acuerdos dentro de la Constitución y a través de pactos de Estado”, aseguró Feijóo, para dejar claro que sus guiños o sus mensajes hacia otros territorios seguirán estando, pero que no tendrán ninguna salida que no sea pactada en el marco constitucional. Es la línea roja que el PP da por hecho que el PSOE rebasará.

Matiz previo

El PP ya quiso matizar ayer por la tarde las declaraciones de Feijóo ante las dudas surgidas. Haber hablado de "encaje" era una novedad discursiva dentro del PP. En Génova aseguraban que el pacto territorial propuesto a Sánchez hace dos semanas (uno de los seis acuerdos de Estado, que en ningún caso introducía esa palabra) iba encaminado en esa línea. Pero afirmaban: "Por supuesto se debe abordar la situación política en Cataluña, pero debe abordarse siempre desde un principio de igualdad entre territorios y de respeto a la ley y la Constitución española". Este jueves Feijóo no quiso aprovechar su intervención en Antena3 para renegar de ese término, sino para explicar por qué lo había utilizado.

Lo que sí recoge el pacto territorial sobre el papel, que Feijóo explicó de nuevo, es convertir el Senado en una Cámara territorial a todos los efectos y que deje de ser, como es ahora, una Cámara de segunda lectura. La idea pasa por que los presidentes de las CCAA lleven al Senado los grandes asuntos que les afectan.