LA AGENDA INTERNACIONAL DEL CONGRESO

En la frontera de Kirguistán, de mitin en Armenia y en un bosque lituano: la otra diplomacia parlamentaria

El Parlamento español (Congreso y Senado) desplegó en 2021 casi medio centenar de viajes oficiales, una agenda internacional invisible y discreta, pero muy útil para la imagen exterior

Entre esos viajes, algunos a lugares remotos, como a las capitales de Kirguistán, Armenia y Lituania

Los tres diputados que fueron a estos lejanos destinos, y además en solitario, cuentan sus experiencias a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Hemiciclo del Congreso desde el móvil de un diputado

Hemiciclo del Congreso desde el móvil de un diputado / EFE/Chema Moya

Antón Gómez-Reino partió a Bishkek, la capital de Kirguistán, el 25 de noviembre de 2021 con una mezcla de curiosidad y alegría. No era el primero de sus muchos viajes, pero sí el más atípico. Cuando llegó, un día y más de 7.000 kilómetros después, estaba nevando. Un conductor le llevó al hotel en el que estaría alojado tres noches más. Allí, tras un breve descanso, se reunió con el centenar de enviados de los parlamentos que forman la Asamblea del Consejo de Europa. Un grupo de funcionarios de esta entidad y de la OSCE explicaron las circunstancias en las que se iban a celebrar las inmediatas elecciones en este lejano y desconocido país de Asia Central. Antón Gómez-Reino, diputado de Unidas Podemos por A Coruña, 42 años, estaba a punto de convertirse, una vez más, en observador electoral.

El diputado de Unidas Podemos Antón Gómez Reino

El diputado de Unidas Podemos Antón Gómez Reino / Alba Vigaray

Sin tanto frío, Marta Rosique, 26 años, representante de ERC, la diputada más joven del Congreso, llegó a Yerevan, la capital de Armenia en junio del año pasado. Ya en el avión portaba bastante información sobre la situación de un país del que había oído hablar mucho por el contacto con la comunidad armenia de Cataluña y por el interés que le suscita el conflicto con el vecino Azerbaiyán, a cuenta de la ocupación de Nagorno-Karabaj. Tras recorrer varios colegios electorales y entrevistarse con activistas y una periodista catalana que estaba trabajando en el país, presenció dos multitudinarios mítines de los dos candidatos favoritos en la plaza central de la ciudad. Bullían las calles por la celebración de unas elecciones que ella conoció "in situ" como observadora parlamentaria de la Asamblea de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación Europeas).

La diputada de ERC Marta Rosique

La diputada de ERC Marta Rosique / Alba Vigaray

Miguel Gutiérrez, diputado de Ciudadanos, presenció el drama migratorio en primera línea y lo experimentó casi bajo la piel. Tras aterrizar el 8 de noviembre en Vilna, la capital de Lituania, se desplazó junto a los demás representantes de la Asamblea de la OTAN a la frontera con Bielorrusia, de 300 kilómetros. Visitaron varios puestos de las fuerzas de seguridad lituanas y los campamentos de refugiados instalados a toda prisa. El vecino oriental estaba lanzando a una muchedumbre de ciudadanos sirios, libios y afganos contra una de las vallas que delimitan la UE. En los inmensos bosques nevados, los migrantes pasaban hambre y apenas se calentaban con la leña de los troncos que ellos mismos talaban.

Miguel Gutiérrez

Miguel Gutiérrez / Alba Vigaray

La agenda diplomática del Parlamento

Los periplos de Gómez-Reino, Rosique y Gutiérrez están incluidos en la lista de casi 50 viajes oficiales que constituyeron la agenda diplomática del Congreso y del Senado, organizados por sus respectivos departamentos de Relaciones Internacionales durante el año pasado. Repasarla muestra una amplia variedad de destinos y misiones. Están las habituales a Washington, Bruselas, Estrasburgo, París o Nueva York, en los que el Parlamento español está generalmente representado por nutridas delegaciones de diputados y senadores. Están, también, esos otros viajes en los que casi nadie se fija. Chisinau (Moldavia), Tirana (Albania) u Odesa (Ucrania) son destinos inusuales, pero lo son. Viajes oficiales que diputados y senadores hacen también, a veces en solitario, para exhibir diplomacia española más allá de los focos que atraen los del jefe del Estado, el presidente del Gobierno y el ministro de Asuntos Exteriores.

La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, a la que pertenece Gómez-Reino, es uno de los foros internacionales más activos, al igual que las de la OSCE y la OTAN. Otras son la Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP) y la Asamblea de la Unión para el Mediterráneo. Diputados y senadores componen sus delegaciones españolas, y en consecuencia, despliegan todos los años una más o menos ajetreada agenda internacional. El objetivo puede ser, sí, la observación de procesos electorales en países que suscitan dudas, pero también el análisis de los procedimientos de adhesión de un Estado (Ucrania, por ejemplo) a una entidad supranacional o la recopilación de datos sobre estremecedores fenómenos migratorios.

Kiev (Ucrania), 08/04/2022.- Von der Leyen y Borrel junto a Zelenski en Kiev

Kiev (Ucrania), 08/04/2022.- Von der Leyen y Borrel junto a Zelenski en Kiev / EFE/EPA/UKRANIAN PRESIDENTIAL PRESS SERVICE

Los viajes de Rosique, Gutiérrez y Gómez-Reino dibujan una porción de esta agenda, que se caracteriza, claro, por los viajes más solemnes a las capitales mundiales en las que se cocina la diplomacia, pero también por esos viajes, casi siempre de diputados y senadores solos, que sirven, por ejemplo, para contar que España tiene una legislación avanzada en materia migratoria o que el pluralismo territorial es una de sus señas de identidad. ¿Importa esto?

Para responder, quizá sirvan los relatos de dos diputados y una diputada.

Cerca del Himalaya junto a un lituano

A Gómez-Reino le llega la notificación de un posible viaje a Kirguistán por parte de su grupo en el Consejo de Europa, que reproduce la escala de grupos del Parlamento europeo. Del país sabía poco, puntualiza a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, únicamente que era una meca cada vez más cotizada entre montañeros de todo el mundo por acoger el comienzo de la cordillera del Himalaya y que compartía linde con Kazajistán, uno de los Estados más grandes del planeta y enclave esencial del comercio mundial del gas. No mucho más.

Tras un trasbordo en Estambul, aterriza en Bishkek, que está nevada. Lo primero que le llama la atención es la influencia arquitectónica y urbanística de la antigua Unión Soviética. Esa mañana, asiste a la primera sesión formativa. Todas las observaciones electorales de agentes parlamentarios internacionales tienen un componente de aprendizaje e información muy remarcado. Participan en dichas sesiones exponentes de los gobiernos anfitriones, de los partidos en liza, de asociaciones o de medios de comunicación.

El día siguiente se lo come entero el viaje a varios colegios electorales ubicados en la frontera con Kazajistán, a cinco horas de la capital, de ahí el madrugón a las 4.00 a.m. Ha formado equipo (dúos, por regla general) con un lituano de unos 60 años que habla en inglés, idioma que Gómez-Reino maneja. El conductor y una intérprete completan el operativo. El diputado de Unidas Podemos visita varios colegios ubicados en zonas pobres y precarias, nada sofisticadas, lo que le hizo temer que en el examen aparecieran anomalías diversas. Todo lo contrario. Hasta un eficiente sistema de voto electrónico se había provisto para los comicios.

Antón Gómez-Reino

Antón Gómez-Reino / Alba Vigaray

Mientras el lituano se entiende en ruso con varios ciudadanos, Gómez-Reino recurre a la intérprete. Gracias a los testimonios y a las comprobaciones, rellena el formulario que le han entregado. Es un día agotador e intenso, de enormes distancias.

A su regreso, los dúos entregan a los funcionarios del Consejo de Europa y de la OSCE, que había enviado a otra delegación, los formularios que han ido rellenando. Esta información alimentará el informe final, que habitualmente los jefes de las comitivas desgranan en ruedas de prensa. Queda, no obstante, el tramo final: la observación del escrutinio.

Mítines en la plaza central de Yerevan

A Marta Rosique le preguntaron si, como integrante de la Asamblea Parlamentaria de la OSCE, quería ir a Armenia para ser observadora de las elecciones en este país vecino de Turquía. "No suele haber muchos candidatos a este tipo de observaciones", afirma a este medio. Estuvo a punto de sumarse un senador socialista por Cataluña, pero no le fue posible. La diputada de ERC, pese a quedarse sola, pidió que le hicieran los trámites para viajar.

Permaneció en el país tres-cuatro días, los últimos del proceso electoral. En el aeropuerto le recibió un coche de la Embajada de España en Rusia, que le desplazó al hotel, en donde recibió las primeras nociones formativas. Un equipo de funcionarios de la organización, desde seis meses antes, se encargó de prepararlo. Acudieron a las reuniones periodistas. Su visión fue especialmente interesante para la diputada catalana, que es estudiante de periodismo.

Fuera de la agenda oficial, Rosique, por su cuenta, contactó con personas que le recomendó la comunidad armenia asentada en Cataluña, muy activa en lo político, por lo que cuenta. También se entrevistó con una reportera catalana que estaba preparando un reportaje sobre el conflicto latente en la zona, el de Nagorno-Karabaj.

La diputada de ERC Marta Rosique

La diputada de ERC Marta Rosique / Alba Vigaray

El día de las elecciones, la diputada hace equipo con un homólogo de San Marino. Visita varios colegios, en donde habla con los presidentes de las mesas y con otros participantes en el proceso electoral, por supuesto con ayuda de un intérprete. El formulario lo va rellenando con lo que escucha y lo que ve, aspectos como si las urnas están bien cerradas o si existen espacios dentro de los colegios en los que los votantes puedan escoger o rellenar la papeleta con privacidad.

Rosique está muy implicada en el reconocimiento del genocidio armenio. No es una realidad que le resulta tan ajena. Conoce la historia reciente del país porque ha escuchado voces afectadas y se ha documentado. La formación en el hotel le permite ensanchar una óptica que agradece. "Hay siete millones de armenios que viven fuera de su país", comenta durante la conversación, que trufa con numerosas alusiones analíticas de la situación de un país que, como todos los del mismo espacio geográfico, vive la convivencia con Rusia sin indiferencia. "Cuando hablé con los armenios en Yerevan, con activistas y con periodistas, pensé que ganaría el candidato alternativo al presidente, más nacionalista, pero no fue así. Incluso cuando estuve viendo los dos mítines más importantes, el de los dos candidatos a la victoria, los dos con lleno absoluto, pero un poco más el del aspirante alternativo, pensé que habría cambio, pero no".

En inmensos bosques nevados

Miguel Gutiérrez, de Cs, 58 años, ha hecho muchos viajes en solitario desde que por primera vez pisó el Congreso. Su conocimiento del sector de la seguridad, debido a su pasado en compañías del sector, ha propiciado que su encaje en la Asamblea Parlamentaria de la OTAN haya resultado relativamente sencillo. El calendario de los viajes, planificados casi siempre, suele verse alterados por fenómenos sobrevenidos. Sucedió a finales del año pasado cuando una multitud de migrantes de países como Siria, Afganistán o Libia llamaron a las puertas de Lituania, de la UE, para entrar. El problema es que hasta allí los llevaron las tropas bielorrusas en un caso contundente de "guerra híbrida".

"Pudimos ver cómo las fuerzas de seguridad de Bielorrusia empujaban a los migrantes contras las vallas. Era noviembre, hacía un frío terrible, helaba por la noche. Los bosques eran inmensos y las tropas no dejaban salir a los migrantes. Sólo podían saltar la frontera. Estaban en condiciones lamentables. No tenían comida y debían calentarse con la leña de los troncos que ellos mismo talaban", narra el diputado de Ciudadanos EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Miguel Gutiérrez

Miguel Gutiérrez / Alba Vigaray

Tras la primera noche en Vilna, Gutiérrez, al igual que los demás homólogos de los países que integran la OTAN, acude a la frontera y visita centros de internamiento, puestos de control y campamentos. Le mostraron vídeos las fuerzas de seguridad lituanas sobrecogedores. Asimismo, la delegación tiene reuniones con la ministra de Defensa, la titular de Economía y con responsables del Departamento de Exteriores. Puede, así, construir un relato completo de otra crisis migratoria a las puertas de la Unión Europea.

Como conclusión y enseñanza, la importancia de contar con legislación avanzada en materia migratoria, como la española, según reconoce. Porque Lituania, dice, no la tiene, y por ello, los refugiados tropezaron con multitud de lagunas legales y jurídicas. "Por ejemplo, algo tan básico como que una mujer refugiada dé a luz en Lituania. A ese niño o niña no se le dará nacionalidad lituana. Ese menor será un apátrida", destaca.

El diputado relató a sus colegas algunas disposiciones legislativas con las que cuenta España. Su testimonio pintó una imagen de su país francamente positiva, y aquí no influyen intereses partidistas. Por ello, como indica Gómez-Reino, "es fundamental que España tenga un papel en los espacios geopolíticos. Estos viajes permiten la diplomacia parlamentaria".

Ambos lamentan, no obstante, que se les valore más fuera que dentro.