Los alergólogos creen que la chica del café con bichos en el aeropuerto de Palma es alérgica a los ácaros o a los crustáceos

Varios alergólogos consultados, con la precaución debida ante el desconocimiento total que tenían del caso clínico concreto, apuntan a que el shock anafiláctico que sufrió el pasado martes una joven de 21 años al ingerir un café plagado de bichos en un máquina expendedora del aeropuerto de Son Sant Joan podría haber estado provocado por ser alérgica a los ácaros del polvo o a los crustáceos, alérgenos que tendrían una proteína muy similar a la de algunos insectos como podrían ser los que se encontraban flotando en el café que consumió.

La joven, que ante los claros síntomas de padecer un ataque anafiláctico de pronóstico muy grave fue ingresada inicialmente en una unidad de cuidados intensivos el pasado martes, ya habría mejorado de sus síntomas y en estos momentos se encuentra hospitalizada en una habitación de planta de la Clínica Rotger, según ha podido saber este medio de fuentes sanitarias. Allí, los especialistas estarían intentando determinar la causa de esta reacción extrema.

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Mientras tanto, alergólogos consultados opinan que lo más probable es que se haya tratado de una alergia cruzada al contener los bichos que ingirió accidentalmente con el café una proteína muy similar a la de los ácaros del polvo o los crustáceos a los que la afectada sería tremendamente sensible y sería la causante directa de la reacción desaforada de su sistema inmunológico.

Susana Ranea, alergóloga de la Policlínica Juaneda Miramar, sostiene que «lo más lógico es que (la joven afectada) sea alérgica a los ácaros del polvo, una de las alergias más comunes en Balears. Aunque también podría serlo a los crustáceos. Ambos tienen una proteína que comparten con varios tipos de insectos. Asimismo podría ser alérgica a las cucarachas u a otros insectos».

Aunque todo señala que se ha tratado de una alergia alimentaria, esta experta también baraja la posibilidad de que la joven padeciera una pseudoalergia causada por el asco que le habría provocado comprobar que acababa de tomar un trago de un café lleno de bichos y que podría haber desencadenado una «reacción de histamina brutal».

Aunque su compañero de especialidad Daniel Pujadas, del grupo Quirónsalud, coincide en la primera hipótesis de Ranea, descarta esta última apreciación: «La gente no suele simular los síntomas de una anafilaxia».

Estos los concreta Albert Oehling, especialista que a su vez preside la sociedad balear de Alergología: «Se suele manifestar con una fuerte bajada de tensión o un angioedema generalizado que le impida a la persona afecta por ella respirar o tragar con normalidad. En ocasiones también cursa con intensos dolores estomacales similares a un cólico».

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Por lo demás, el doctor Pujadas sí se abona a la idea de una alergia cruzada apuntando a que cada vez «se incluyen más trazas de crustáceos en alimentos que nada tienen que ver con el mar».

De hecho, en la UE ya hay actualmente cuatro especies de insectos autorizadas para aportar proteínas a los alimentos: las larvas del gusano de la harina (Tenebrio molitor), la langosta migratoria (locusta migratoria), el grillo doméstico (Acheta domesticus) y las larvas del escarabajo del estiércol (Alphitobius diaperinus).  

Sanidad Exterior, Policía y la empresa de las máquinas investigan

A instancias de Aena, Áreas, la empresa que gestiona y explota las aproximadamente 20 máquinas de vending diseminadas por todo el aeropuerto de Palma, está investigando los motivos por los que al menos una de ellas dispensara un café plagado de bichos que ha provocado un grave problema de salud a una joven de 21 años empleada de la compañía Ryanair. Además de, claro está, lamentar lo ocurrido y desear una pronta recuperación de la víctima.

Junto a ella estarían participando en la investigación el departamento de Sanidad Exterior, organismo dependiente de delegación de Gobierno y competente en este ámbito en aeropuertos y aduanas, y la Policía de Palma, que también participa en ella a raíz de la denuncia presentada por la víctima, con agentes del grupo de homicidios y de la unidad científica. Áreas se ha negado a informar a este medio sobre qué protocolo iban a adoptar, si iban a revisar todas sus máquinas o si, hasta que se descubra lo ocurrido, iban a mantenerlas clausuradas.