Entrevista

Mañueco: "Hay que elegir: o la estabilidad del PP o la división oportunista que trae el PSOE"

"Nos jugamos el bienestar de los hombres y mujeres de la comunidad, eso es lo que me interesa" | "Tudanca ha impulsado el transfuguismo"

Alfonso Fernández Mañueco, en Zamora.

Alfonso Fernández Mañueco, en Zamora. / Emilio Fraile

Diego G. Tabaco, Manuel Herrera

El candidato del Partido Popular a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 1965) se juega este domingo su continuidad al frente del Gobierno autonómico. El dirigente del PP apuesta por lograr esta vez una mayoría suficiente que le permita poner en marcha sus medidas sin necesidad de compartir la toma de decisiones con otros grupos. Con las propuestas que explica en esta entrevista, Mañueco confía en recibir el respaldo de los ciudadanos en las próximas elecciones de Castilla y León para encarar una legislatura sin tantos sobresaltos como la que queda atrás.

A la vista de la evolución que ha tenido la campaña, ¿considera que tendrá esa mayoría suficiente que pide a los votantes?

Estoy convencido porque es algo que depende de las personas de Zamora y de Castilla y León. Tenemos que garantizar lo que hemos conseguido hasta ahora, tener un proyecto de futuro claro de cara a los próximos cuatro años. Toda España va a estar pendiente de nosotros y tenemos que estar a la altura de las circunstancias.

¿Qué cifras consideraría suficientes para alcanzar su objetivo?

Las que nos permitan gobernar en solitario. Esa noche veremos los resultados y analizaremos el futuro.

Las encuestas, como la publicada por este periódico el pasado domingo, le dan una clara ventaja pero indican que el PP tendría que pactar para alcanzar el Gobierno. ¿Cabe la posibilidad de que Vox entre a formar parte de su Ejecutivo?

Quiero un Gobierno en solitario. Las encuestas son una fotografía fija de un determinado momento. Yo no me fío de ninguna, lo digo siempre. Ni de las buenas, porque desmovilizan, ni de las malas, porque desmoralizan al electorado. No hay que fiarse, por eso, ante una situación sin precedentes, pido una movilización sin precedentes.

Aunque aspire a gobernar en solitario, usted sabe que a veces las aspiraciones no se cumplen. ¿No cree que los electores deberían saber con quién está dispuesto a pactar un partido que aspira a gobernar en Castilla y León?

Lo que puedo decir es que aspiro a tener el mayor respaldo posible. Hace unos días vimos como un Gobierno Frankenstein dio un ejemplo de debilidad en la votación de la reforma laboral. Es la forma de hacer política que no quiero para mi tierra. No quiero un gobierno débil, quiero un gobierno fuerte que ofrezca estabilidad a Zamora y a Castilla y León y que también sea capaz de ofrecer estabilidad a España. Hay dos opciones: la estabilidad del PP o la división oportunista con el PSOE en el Gobierno.

Cuando convocó las elecciones, el 20 de diciembre, dedicó a los que hasta entonces habían sido sus socios una palabras muy gruesas, llegando a hablar de traición. ¿Lo mantiene?

No califiqué a las personas. Dije que lo que habían hecho era eso. Juzgué las actuaciones y claro que sí, lo mantengo.

¿Es Ciudadanos un socio de fiar?

Me refería a las actuaciones de las personas que en ese momento lideraban Ciudadanos.

Que son las mismas que ahora…

Insisto en que hablaba de las actuaciones, que provocaron la ruptura del Gobierno. En este cruce de insultos y descalificaciones yo no voy a entrar.

Durante los últimos días le hemos visto acompañado en actos de partido por Isabel Díaz Ayuso y por Alberto Nuñez Feijóo. ¿Cuál es su modelo de partido, el de Madrid o el de Galicia?

El de Castilla y León. A mí me comparan con Ayuso, a veces con Feijóo, con Juanma Moreno. Hay muchos referentes. Yo me siento plenamente identificado con Feijóo y con Ayuso. Con quien no me pueden comparar es con personas del PSOE. No quiero dar nombres, la lista es larga.

Las elecciones en Castilla y León han tomado una dimensión claramente nacional. ¿Se sienten más responsabilizados por ello?

Lo primero es decir que esta decisión nace de las personas que actuaron con deslealtad, que estaban pactando los presupuestos con formaciones provinciales e incluso algo que iba más allá, que era un Gobierno en los despachos apoyado por tránsfugas. A partir de ahí entendí que lo mejor es que hablaran las personas de Castilla y León…

Pero le insisto, las elecciones tienen ya un calado nacional. Su victoria reforzaría al PP y a Pablo Casado. ¿Hay un plan trazado en este sentido?

No. Esto son unas elecciones en Castilla y León pensando en las personas de Castilla y León. Pablo Casado no entra en la ecuación de Castilla y León. Siempre ha estado con nosotros, nos ha apoyado en la campaña y le estamos agradecidos. Pablo Casado siempre ha respetado mis decisiones. Yo soy autónomo en las decisiones que tomo en Castilla y León.

Fernández Mañueco, en Zamora.

Fernández Mañueco, en Zamora. / Emilio Fraile

Y es usted quien se la juega.

Aquí nos jugamos el bienestar de los hombres y mujeres de Castilla y León, que es lo que a mí me interesa.

Hablaba antes de un Gobierno en los despachos. El suyo, precisamente, se fraguó ahí. ¿Qué diferencia hay?

Nosotros lo hicimos con transparencia. Con luz y taquígrafos. Lo que se tramaba ahora era un gobierno a espaldas de todo el mundo. Durante dos años el PSOE ha impulsado el transfuguismo en Castilla y León. Presentó una moción de censura y forzó que hubiera un tránsfuga en Ciudadanos. A mí me han puesto una moción de censura, sé la cara que pone alguien que va a presentar una moción de censura y la que tiene un tránsfuga. Y eso es lo que estaba pasando en este momento.

El pasado fin de semana la Fiscalía pidió al Tribunal de Cuentas que investigara las primarias del PP de Salamanca. ¿Teme que la sombra de la corrupción lastre los resultados del PP?

No puedo decir nada sobre eso.

¿La petición de la Fiscalía no le merece ninguna valoración?

No merece la pena. Prefiero no valorarlo.

Me siento orgulloso de los 35 años de Gobierno de mi partido en Castilla y León: somos el partido de esta tierra

En todo caso, el PSOE aprieta por ahí. Hablan de la necesidad de un cambio tras 35 años de Gobierno.

Si ha habido 35 años de Gobierno del PP es porque la gente ha confiado en nosotros. Esto es como la sintonía entre dos amigos. Así le ocurre al PP con Zamora y con Castilla y León. Somos el partido de esta tierra. Yo me siento orgulloso de los 35 años de Gobierno del PP. No hay otra comunidad que gestione los servicios como nosotros aquí. Hemos hecho una apuesta por sectores en los que somos líderes, el aeronáutico, el del automóvil...

En los últimos años se ha hablado mucho de la necesidad de descentralizar inversiones. Lo demandan provincias como Zamora, que necesitan ahora de ese esfuerzo para no quedarse definitivamente atrás. ¿Consideran que es el momento de esto?

Sí, es lo que venimos haciendo en los últimos años, trabajar en aquellos lugares que necesitan un esfuerzo complementario. No solo en infraestructuras, también en industria productiva. Es importante apostar por las provincias que necesitan un apoyo. De ahí el Plan Industrial de Benavente, las apuestas por la inversión en la ciudad de Zamora y también el Plan Especial para La Raya que acabamos de anunciar, con 40 millones de euros de inversión y colaboración con las Cámaras de Comercio. Y por eso también nuestro apoyo a Monte la Reina. Hemos dicho que estaríamos al lado del Gobierno y ahí estamos. Este no puede ser un proyecto de confrontación. Tiene que ser de unión.

Comprometieron 15 millones de euros. ¿Les ha comunicado Defensa en qué se pueden invertir?

No. La relación con Defensa es buena, pero nada se nos ha dicho. Hablé con la ministra antes de las elecciones generales de 2019, siempre desde un plano de máxima colaboración. Pero no sabemos más.

Usted ha basado parte de su estrategia electoral en los ataques frontales al “sanchismo”. ¿Cuáles son las políticas del Gobierno que han resultado, a su juicio, más dañinas para la comunidad?

Yo quiero llevarme bien con todos los gobiernos, de verdad. Lo que pasa es que veo que Sánchez, voluntaria o involuntariamente, está tomando decisiones que perjudican a Zamora y a Castilla y León. Hay un desprecio absoluto a las inversiones en los Presupuestos Generales del Estado. Queremos más frecuencias para los trenes de alta velocidad y mejorar las infraestructuras viarias. No quiero hablar de los peajes, que se han suspendido misteriosamente en las elecciones. Se ataca al azúcar, al sector ganadero. Se cerraron minas y eso hizo perder población y empleo. Tuvimos que reclamar en el Constitucional el pago del IVA, 155 millones de euros que irán a los sectores más afectados por la pandemia. Está el ataque a la automoción, al diesel. La subida de las cuotas de autónomos.

Pareciera que en Castilla y León todos los males llegan desde el Gobierno, como si aquí todo hubiera ido sobre ruedas hasta el 2018. Hablemos, por ejemplo, de despoblación. Es el gran problema de esta tierra, y ya existía antes de que Pedro Sánchez fuera presidente.

Cuando uno lucha contra la despoblación puede hacer algo o no hacer nada. Aquí vino Mariano Rajoy a presentar un proyecto de lucha contra la despoblación, se dejó una estrategia hecha que el PSOE ha tirado al cubo de la basura. Nosotros tenemos que seguir mejorando, claro. Proponemos la creación de más plazas MIR, mejorar la sanidad en el medio rural, generar valor añadido en el territorio para crear población. Cuando la situación en España va bien, se recupera población en todas las comunidades.

¿Qué tiene Castilla y León para ser esa zona cero de despoblación que es?

Esta es una situación que se produce en el interior de todos los países, no solo en Castilla y León.

Pero aquí más que en otras zonas.

Sí, porque somos más interiores. Pregunte usted en Asturias por la despoblación, y tienen costa, o pregunte cómo está Extremadura, Castilla-La Mancha o parte de Andalucía. Este es un fenómeno global y necesita una estrategia global. El Plan del Oeste de Zapatero decía que esta situación de la despoblación es algo que trasciende a las comunidades autónomas y, en mi opinión, requiere una actuación de la Unión Europea. Hay que recordar que quienes votaron mayoritariamente a favor del Brexit fueron las zonas rurales. Tenemos que hacer un debate en profundidad. Lo que no se puede hacer es estar cruzado de brazos, que es la táctica de Pedro Sánchez. Necesitamos una estrategia en la que todos aportemos. En Castilla y León tenemos las ciudades que tenemos, y lo que es evidente es que no tenemos costa. Tenemos que hacer, por tanto, un esfuerzo y a mí me gustaría que esa estrategia del Gobierno de España fuese participada con las comunidades autónomas. Pero con esa estrategia de vamos a repartir el dinero por población... A mí me gustaría que los fondos extraordinarios se repartieran por superficie.

Pedro Sánchez, voluntaria o involuntariamente, toma decisiones que perjudican a Castilla y León y a Zamora

¿Cuál es la posición del PP: repartir por población, que favorecería a Madrid, o por territorio, que beneficiaría a Castilla y León?

Yo, como presidente de Castilla y León, tengo que defender los intereses de mi tierra. Y nuestra posición está clara y quedó reflejada en la declaración de Santiago de Compostela de hace algunos meses, donde firmamos Galicia, Asturias, Cantabria, La Rioja, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y Castilla y León. Como ven, gobiernos de todo tipo y condición. Yo defiendo los intereses de Castilla y León, no los de mi partido. Otra cosa es que yo crea en la bajada fiscal y coincida en eso con Ayuso y no con Fernández Vara, que prefiere seguir dando sablazos a los bolsillos de los extremeños.

Hablaba de las medidas de Sánchez. ¿Qué le parece el plan de armonización fiscal?

El plan de armonización fiscal en boca de un socialista es un hachazo fiscal a los bolsillos de los españoles. Yo defiendo la autonomía, pero si tiene que haber armonización fiscal, que sea a la baja. Yo prometí que iba a eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones, y he cumplido. Prometo ahora que voy a bajar el impuesto de la renta y voy a cumplir. Vamos a hacer una política de bajada fiscal que permite la recuperación económica y garantiza los servicios públicos. Eso es especialmente importante. Lo que no voy a asumir es que Sánchez nos obligue a recuperar el impuesto de sucesiones o a subir el de la renta. Vamos a defender la autonomía fiscal.

Es difícil cuadrar la bajada de impuestos con el aumento de las inversiones. ¿Cómo lo van a hacer?

Ya lo estamos haciendo. Es lo que se llama el círculo virtuoso de la economía. Si tú asfixias con un exceso de impuestos, lo que haces es dejar sin capacidad al sector privado. Nosotros queremos bajar de manera moderada los impuestos, de manera que haya más actividad económica y eso permita tener más recaudación para pagar los servicios públicos y para realizar inversiones.

Otra de las claves de la legislatura va a ser la gestión de los fondos europeos. ¿Considera que Castilla y León está en condiciones de recibir ese dinero y utilizarlo de manera provechosa?

Por supuesto, pero quiero hacer una reflexión: más allá del debate de si se nos margina o no en Castilla y León, el reparto se ha hecho sin transparencia, sin diálogo y no nos deja posibilidad de decir en qué y cómo gastar ese dinero. Los ministros les dicen a los responsables de las consejerías: os toca tanto dinero y hay que gastarlo de esta manera. No dejan margen de maniobra. Nosotros claro que estamos preparados.

En lo concreto, hay un proyecto en Zamora, como es la biorrefinería de Barcial del Barco, cuyos promotores denuncian injerencias por parte de la Junta. ¿Qué opina de esas acusaciones y cuál es su opinión sobre el proyecto? ¿Lo apoyan de manera decidida?

Aquellas cuestiones que están judicializadas son una garantía para todos, porque el juez dirá qué, cómo y de qué manera han ocurrido las cosas. ¿La Junta? ¿Qué es la Junta? Estamos hablando de 95.000 empleados públicos, incluyendo los que tenemos responsabilidades. Aquí no se dan nombres y apellidos. Queremos saber lo que ha pasado y, desde luego, si alguien ha intentado boicotear algo, tendrá que vérselas con la Justicia y con el Gobierno regional. En segundo lugar, todos los inversores que quieran apostar por la provincia de Zamora, alfombra roja.

En esa zona también hay varias macrogranjas. ¿Considera que se debe limitar el número de licencias que se conceden para la instalación de estas industrias?

Yo no conozco un concepto jurídico que defina lo que es una macrogranja. Yo lo que sí sé es que hay 37.000 explotaciones ganaderas que generan 70.000 empleos en Castilla y León. Además, apuestan por el bienestar animal y cumplen con ello y con el medioambiente. Hace unas semanas se ha actuado de manera inmediata con un caso de gripe aviar en la provincia de Segovia. Tenemos mil veterinarios preocupados por el bienestar animal y cientos de empleados públicos encargados de que se cumpla la normativa. Todas las explotaciones deben cumplir la exigencia de la UE en relación con el medio ambiente.

Algunos alcaldes de la zona reclaman que la Junta haga fuerza para que, al menos, la riqueza de esas macrogranjas se quede en la tierra, a través de mataderos u otros negocios vinculados. ¿Tiene capacidad el Gobierno autonómico para ejercer esa presión?

Lo que necesitamos son empresarios que vengan y que se instalen, y que el valor añadido que se genere se quede en Castilla y León. Por eso apostamos por la industria agroalimentaria. Donde hay negocios de este tipo, se genera valor.

En Sanidad, parecía que ustedes apoyaban el plan Aliste y luego no lo hicieron. ¿Qué ocurrió ahí?

Esto es bien sencillo: nosotros lo que queremos es mantener los consultorios y blindar por ley su mantenimiento. Queremos apostar por que haya más profesionales, una mejor asistencia sanitaria, con más recursos tecnológicos, más recursos de equipamiento, de transporte... Tenemos que mejorar las nuevas tecnologías e implantar la teleasistencia avanzada. Esa es una apuesta. La zona de Aliste va a salir reforzada con nuestras propuestas.

Habla de blindar los consultorios. ¿Cómo se hace eso?

Primero, hay que garantizar la asistencia sanitaria por ley.

Pero eso ya está garantizado, ¿no?

No, no, no. La frecuentación no es por ley, es por orden. Ya no va a haber más promesas electorales, sino un compromiso de obligado cumplimiento.

¿La Junta se obliga a sí misma?

No, las Cortes de Castilla y León obligan al Gobierno que venga de la Junta, sea del partido que sea, a que se cumplan los servicios públicos. Queremos dotarnos de más profesionales, que el Gobierno haga más grande la convocatoria MIR y que agilice los trámites para que los sanitarios extranjeros puedan ejercer.