RUPTURA TOTAL

La guerra sucia por el PP de Madrid hace saltar por los aires la relación Casado-Ayuso

Las acusaciones de los últimos días convierten la batalla madrileña en una guerra sin remedio que durará meses

La relación entre Casado y Ayuso queda enterrada por la desconfianza

En Génova ven "traspasadas todas las líneas rojas", en Sol mantienen su pulso firme y Almeida sigue sin confirmar una candidatura

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado.

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado. / EFE.

“Pase lo que pase esto ya acabará mal. Perdemos todos”. En la dirección nacional del PP asumen las consecuencias de la batalla desatada por el control del partido en Madrid. Y aseguran que los últimos movimientos desde la Puerta del Sol, con acusaciones de irregularidades en los medios de comunicación y amenazas de acudir a los tribunales por las decisiones de la gestora en manos de Pío García Escudero y Ana Camins, elevan el conflicto a categoría de guerra. La situación parece del todo irreconducible y la primera víctima, ya sin mayor remedio, es la propia relación entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso.

El enfrentamiento entre los núcleos duros de ambos (Teodoro García Egea y Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidenta regional) siempre ha sido una constante. Pero hubo un tiempo en el que la relación personal del presidente y la madrileña actuaba como tabla de salvación. “Hablarán Pablo e Isa y lo solucionarán”, apuntaban a menudo en el partido dando por sentado que “esa amistad de 20 años” evitaría males mayores. Pero la relación no sólo se ha resentido, sino que ya impera la desconfianza. El reparto de papeles que a lo largo de meses tuvieron Casado y su número dos (que actuaba como ‘poli malo’ dentro de la organización) ha dejado de funcionar. E incluso el líder del PP ya ha renunciado a su condición de conciliador al entender que “las líneas rojas se han traspasado de manera reiterada”, como reconocen en su entorno.

La cuestión es que la situación ha estallado ahora con filtraciones y mensajes que en los dos lados desmienten, una especie de guerra sucia, a pesar de que las posturas como tal apenas se han movido. En la Puerta del Sol mantienen que la candidatura de Ayuso seguirá adelante tenga en frente a quien tenga. La sensación en el entorno de la presidenta de que Génova podría apoyar una candidatura alternativa a la suya para liderar el PP de Madrid lleva un tiempo cocinándose. Como publicó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA hace días, Ayuso tomó la decisión de presentarse asumiendo posibles costes, incluido el de tener que enfrentarse a otro candidato de peso (sólo podría ser el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida) al que apoyaría la dirección nacional. 

Pero en Génova desmienten ese extremo e insisten en que a día de hoy el alcalde madrileño no ha tomado la decisión de presentarse. “No podemos entender este lío que causa tanto daño cuando estaba claro que la presidenta del PP de Madrid iba a ser ella”, zanjan en la cúpula popular.

La primera opción de Almeida, como viene defendiendo desde hace dos años, es la de la llamada ‘tercera vía’ para evitar que la presidencia del PP autonómico coincida con la del Gobierno regional. Una manera de que Ayuso no lidere la formación y no exista la acumulación de poder que trajo muchos disgustos en el pasado. Los dirigentes que apoyan esta bicefalia recuerdan que Alberto Ruiz-Gallardón nunca estuvo al mando del PP de Madrid a pesar de haber ostentado dos mayorías absolutas en la Comunidad. El modelo de Ayuso, en cambio, es el de Esperanza Aguirre, que combinó ambas presidencias en todo momento, coincidiendo con los mejores resultados obtenidos por la formación.

Y, en este punto, exactamente igual que hace meses, la dirección nacional no descarta que haya más de una candidatura, a pesar de que la voluntad siempre fue la de una lista de consenso que evite un congreso lleno de heridas internas. La sensación que cunde en algunos sectores del partido (también en el entorno de Casado) sí es la de que Ayuso puede empezar a perder apoyos. 

En realidad, la mayoría de cargos y dirigentes coinciden en que la presidenta “se ha ganado” el liderazgo regional como sucede con sus colegas en Galicia, Andalucía, Castilla y León o Murcia, especialmente tras los resultados del 4-M. Pero algunos alcaldes (y aseguran que es un sentimiento generalizado) critican abiertamente “las formas” que rodean a Ayuso en su pulso con Génova. Sobre todo, los ataques recientes sobre irregularidades e incluso haber aireado que tiene bloqueado en WhatsApp al secretario general. Detalles que achacan a la mano de Miguel Ángel Rodríguez y que, aunque parecen más propios de cotilleos internos, han generado un clima de absoluto malestar dentro de la organización. Muchos cargos miran con preocupación los efectos que pueda tener en el próximo ciclo electoral. 

Lo que también parece claro es que la guerra por el PP de Madrid se alargará. La dirección nacional insiste en exigir que los calendarios aprobados por la junta nacional se respeten y sitúan los congresos regionales uniprovinciales en la primavera de 2022. Lo que pide Madrid es que se celebre en marzo, al inicio de esa estación. “Si es un mes arriba, un mes abajo, no se entiende este lío”, insisten en destacar en el núcleo duro de Casado, desconfiando de “las prisas” de la presidenta regional. El único candidato de peso que puede hacer frente es Almeida, y ya ha reiterado que no se pronunciará “hasta que toque”. Esto es, como mínimo, en semanas o incluso meses.

Ayuso, Almeida y Casado en un acto juntos.

Ayuso, Almeida y Casado en un acto juntos. / EFE.

Ayuso sigue adelante y no negociará

En el entorno de Ayuso no ha habido cambio de posiciones. Siguen en sus trece. Salieron de las reuniones internas del viernes relativamente satisfechos porque, insisten, hubo una mayoría relevante de miembros de la Junta del PP de Madrid que se posicionaron a favor de que se convocara el congreso cuanto antes, fuera a viva voz o a través de la petición del turno de palabra por zoom. En el lado contrario aseguran que los turnos de palabra estuvieron equilibrados y que el apoyo atronador a Ayuso no existió.

Sobre la posibilidad de que se presenten otros candidatos, incluido el alcalde, de momento no hay signos en su entorno que indiquen que sus listas puedan fusionarse o llegar a algún acuerdo para una candidatura conjunta. Más bien al contrario. La presidenta quiere el poder total del PP de Madrid y, aunque en su momento dijo que dejaría a Almeida las manos libres para elaborar sus listas, no ve necesario que eso se tenga que traducir en que haya que pactar nada con Génova para una candidatura conjunta. 

Los afines a Ayuso se muestran convencidos de que la presidenta ganaría sin problemas en unas primarias y creen tener asegurado el apoyo de los militantes. Pero es cierto que si hubiera una segunda candidatura que restase votos a la lista de Ayuso, en función de cómo quedara ese porcentaje, el partido quedaría completamente roto. Y no solo eso: podría también quedar dañada su imagen de cara a las elecciones de 2023.