Opinión | APUNTE

Quién quiere trabajar a los 70

El ministro Escrivá prevé que hasta 800.000 personas de más de 65 años seguirán trabajando en 2040

El ministro de Seguridad Social, Jose Luis Escrivá.

El ministro de Seguridad Social, Jose Luis Escrivá.

El ministro Escrivá ha cumplido esta semana con Bruselas y ha publicado el informe en el que echa las cuentas de cada una de las nueve reformas comprometidas con la Comisión Europea, que se han ido abordando desde 2021 para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones en el horizonte de los 30 próximos años.

Al ministro, sobre el papel, le salen las cuentas. Su informe 'Proyecciones del gasto público en pensiones en España' concluye que las reformas acometidas garantizan que el sistema será sostenible hasta 2050 sin necesidad de nuevos ajustes. No es lo que piensa la Autoridad Fiscal Independiente (Airef). Pero las cuentas de Escrivá gozan con un periodo de gracia de tres años. En 2025 se someterán a examen sus cifras y entonces se verá si -como él sostiene- el sistema navega sin necesidad de nuevos ajustes o si -como augura la Airef- habrá que volver a atornillar las tuercas ese mismo año.

De todas las medidas adoptadas en los tres últimos años, las encaminadas a alargar la edad de jubilación son las que, según las cuentas de Escrivá, permitirán un mayor saneamiento de las cuentas, por la vía del ahorro en pensiones. Prevé el ministro que a partir de 2030, casi una de cada cinco personas de más de 65 años querrá seguir trabajando (el 18%, frente al 8% actual) para lograr generar una mejor pensión y que 800.000 de ellas así lo harán en 2040 (en la actualidad lo hacen así unas 324.000).

Escrivá también cree que la actual casi inexistente tasa de ocupación entre personas de 68 años (4%) llegará al 16% en 2035 y al 20% en 2050. Es decir, que una de cada cinco personas mayores de 68 años que quieran seguir ocupadas para poder generar una mayor pensión seguirán trabajando en 2050.

La Airef ve demasiada gente de más 65 años con ganas de seguir trabajando en las dos próximas décadas y esa es una de las razones por las que rebaja a la mitad el ahorro del gasto que Escrivá ha vinculado a esta medida (del 1,4% al 0,8% del PIB) y por las que no se cree las cuentas que el ministro ha presentado a Bruselas.