Opinión | EL LÁPIZ DE LA LUNA

Por no hablar

Cada vez que pagas por sexo, estás comprando un cuerpo, un alma y una vida.

El consumo de pornografía entre los menores abre lapuerta al ‘sexting’, advierten los expertos.

El consumo de pornografía entre los menores abre lapuerta al ‘sexting’, advierten los expertos. / VICENT MARÍ

El pasado sábado se celebró el Día Internacional Contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres, Niñas y Niños y el proyecto "Por no hablar", que nació en el año 2021 y está subvencionado por la Dirección General del Gobierno de Canarias, realizó una campaña bajo el lema "0 Cómplices". Esta campaña, entre otras labores de concienciación, reflejaba en un vídeo las reacciones de cinco personas -se prestaron a ser grabadas sin saber para qué- cuando leyeron en voz alta los comentarios extraídos de foros de puteros.

Porque sí, existen muchos foros en los que los puteros califican a las mujeres a las que explotan para que otros depredadores como ellos sepan a quién elegir y a quién no. Horroroso, lo sé. Y si no te lo parece, quizá deberías revisarte tus valores y tus principios. El vídeo, además de encontrarlo en Instagram, @por_no_hablar se visualizó durante el descanso del partido de fútbol de Las Palmas contra el Granada.

El objetivo de este proyecto que trabaja con jóvenes, familias y profesionales de los ámbitos psicoeducativo y psicosocial es "Generar capacidad crítica ante la pornografía y, sobre todo, reflexionar sobre la influencia que tiene la pornografía en las relaciones". Hace unos días conocimos la noticia de unos chiquillos de doce años que, a través de la Inteligencia Artificial (IA), manipularon y difundieron fotos falsas de sus compañeras desnudas. Esa misma semana nos hacíamos eco del abuso que sufrió durante un curso una niña de seis años por parte de sus compañeros, quienes le bajaban la ropa interior, le arañaban la vagina y la llenaban de tierra.

¿Aún dudan de que tenemos un problema real y grave en la infancia por culpa del acceso temprano a contenido sexual inadecuado? ¿Aún dudan de que las niñas, las adolescentes y las mujeres estamos totalmente expuestas y desvalidas ante la agresividad y la violencia sexual de los hombres y, por lo que vemos, de los niños y de los adolescentes? Se nos llena la boca hablando de progreso, de IA y de avances tecnológicos, pero nos estamos olvidando de educar verdaderamente en lo importante: el respeto hacia los demás, la igualdad, el sentido común y la humanidad.

"Por no hablar" solo busca que pongamos los pies en la tierra y nos demos cuenta de los peligros a los que están expuestos los menores desde la pantalla de su teléfono móvil. Que entiendan los riesgos de la pornografía, considerada una adicción comportamental y que actúa en el cerebro segregando los mismos químicos que cualquier adicción a otra sustancia, además de generar violencia y cosificación hacia la mujer.

Según datos del Dr. Miguel Ángel Martínez-González, durante el año dos mil veintiuno la búsqueda de material pornográfico ascendía a ciento cuarenta millones de visitas diarias. En diciembre de dos mil veintidós, un estudio publicado por la Fundación Barrié exponía que la búsqueda está cada vez más centrada en contenidos extremos y agresivos. La pornografía está diseñada para crear adicción. Sus consumidores necesitarán una dosis mayor para satisfacer sus deseos, lo que en psicología se denomina "tolerancia". De la mano del consumo de pornografía va el consumo de mujeres explotadas sexualmente. ¿Tenemos o no tenemos un problema?

Igual que nos preocupamos en darles charlas a nuestros hijos para que no fumen marihuana, no consuman cocaína, anfetaminas o alcohol también eduquémoslos para que no consuman pornografía y, mucho menos, acaben comprando mujeres para satisfacer sus deseos primitivos. Porque cada vez que pagas por sexo, estás comprando un cuerpo, un alma y una vida.