Opinión | LA CARTILLA DE LA DIRECTORA

Gemma Robles

Caso Cuarteles: déjenme que les cuente

La política y sus alrededores parecen haberse instalado en el mundo del 'quesi' en vez de centrarse y azorarse con todas las consecuencias del "qué", se llame ese qué caso Cuarteles, caso Mediador u operación Kitchen

El anónimo del ‘caso Cuarteles’ apuntaba al teniente coronel de Ávila, Carlos Alonso, uno de los cuatro imputados.

El anónimo del ‘caso Cuarteles’ apuntaba al teniente coronel de Ávila, Carlos Alonso, uno de los cuatro imputados. / EPE

En las últimas semanas he leído y, sobre todo, he escuchado numerosas teorías sobre lo que hay "detrás" del caso Cuarteles. Algunas de esas reflexiones me han sorprendido, otras me han hecho esbozar una sonrisa y las hay, para qué disimularlo a estas alturas, que me han abochornado, dado lo que respeto la profesión que me honro en ejercer… que si este caso proviene de no sé qué ministerio o institución para "tapar" no sé qué otro caso que perjudica al PSOE; que si es una investigación que sirve para "eclipsar" la grave operación que lleva por nombre ‘cocina’ en inglés y que, curiosamente, a quien daña es al PP; que si…

El quesiquesiquesi. En fin. Las trincheras. Los blancos y los negros sin los necesarios grises. La política y sus alrededores parecen haberse instalado en el mundo del quesi en vez de centrarse y azorarse con todas las consecuencias del "qué", se llame ese qué caso Cuarteles, caso Mediador u operación Kitchen. Pero déjenme que les cuente: en lo que respecta al caso Cuarteles, alguna legitimidad tengo para explicar detalles sobre su fondo y su forma, puesto que es un asunto que destapó y ha venido contando en exclusiva EL PERIÓDICO DE ESPAÑA junto a otros diarios hermanos de Prensa Ibérica durante días y días, hasta que se ha convertido en un asunto clave de la prensa nacional y regional en este país. Se trata de un tema de corrupción en la Guardia Civil que está intentado desenmarañar la propia Guardia Civil, a través de su servicio de Asuntos Internos. La Institución Armada es la primera interesada en limpiar su imagen, después de que algunos de sus mandos, presuntamente, hayan propiciado que se ensucie.

Tan relevante se ha hecho este caso que está siendo además investigado en un juzgado de Madrid que ya no solo genera piezas informativas a su alrededor, sino también teorías para todos los gustos y la decisión –esa sí política- de analizar el asunto en el Congreso. Pues vamos al grano. El hilo que nos llevó a hilvanar el caso Cuarteles surgió de la orfebrería periodística. Del abc del oficio. Una vez publicado el contenido del sumario del caso Mediador, esta redacción, de la mano de otros compañeros de nuestro grupo editor, decidió investigar por su cuenta y en profundidad rastros, personajes, empresas y sospechas que dejaba la bochornosa trama de corrupción con epicentro en Canarias. Y de ahí y, fundamentalmente, del marcaje al constructor Ángel Ramón Tejera, alias ‘Mon’ -empresario que aparece citado varias veces en Mediador sin llegar a estar imputado en esa causa-, nació la pista fundamental que nos llevó hasta dar con el caso Cuarteles’, un spin off de ese sumario canario que ya tiene, dada su gravedad, vida propia en el prime time de la información nacional.

El teniente general Jarava en el caso Cuarteles

Muchas horas de investigación y quehacer periodístico confirmaron que ‘Mon’ era en este otro asunto protagonista principal, y no ya secundario, puesto que él y sus empresas se habían beneficiado de sospechosos contratos de obras y reformas en cuarteles repartidos por toda España gracias a tener como padrino, ni más ni menos, que al teniente general Pedro Vázquez Jarava (ahora en la reserva), en su día uno de los mandos más relevantes de la Benemérita. Ambos están siendo investigados ahora en un tribunal de Madrid dado lo abultado de la facturación –más de 3 millones de euros-; lo extraño de la elección de empresas canarias para hacer trabajos en acuartelamientos de pequeños pueblos en toda la península y lo exótico de irrumpir en cuarteles apelando a un teniente general y llevando las facturas y presupuestos el mismo día en que se iba a acometer alguna reforma. A veces olvidando incluso la pintura con la que se habían de blanquear paredes.

Faltan muchos capítulos periodísticos por escribir en este spin off de corrupciones y corruptelas. Tampoco dejaremos de contarles el resto de casos y causas que merecen su atención como ciudadano o ciudadana que quiere estar bien informado. Sin sesgos. Sin que se lo cuenten desde alguna trinchera.

Yo les sugiero que si están hartos de que les cuenten los asuntos primando las teorías de a quién beneficia o perjudica en vez de poner por delante qué y a quiénes se denuncia, con independencia de su uniforme, color político o idiosincrasia, se queden en EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Hemos nacido con vocación de servir a los lectores y no a los partidos. De rendir tributo al PERIODISMO, así, con mayúsculas, y no a determinados políticos o personajes. Entendemos que a algunos les sorprenda, pero no dejaremos que nos arrastren al "quesiquesiquesi". Nos debemos a ustedes, no a ellos. Seguimos.