El caso Cuarteles investiga las presuntas reformas irregulares en dependencias de la Guardia Civil en 13 provincias españolas. En él, un empresario, Ángel Tejera de León, que fue ayudado en varias ocasiones por un teniente general, Pedro Vázquez Jarava, habría conseguido ganar más de 3,3 millones de euros repartidos en casi 200 contratos.

El 18 de abril de 2018, apenas un mes y medio antes de que empezase la moción de censura que hizo caer al Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, la Secretaría de Estado de Seguridad recibió una alerta anónima sobre el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Ávila. “Se ha quedado con dinero. Ha echado en su pabellón, no sé cuanto dicen, que más de 20.000 euros, pero parece ser que se ha embolsado algo. Y para colmo sin habitar en dicho pabellón”, dice literalmente el mensaje

Ese día nació el caso Cuarteles, una trama desvelada en exclusiva por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que destapó la presunta concesión irregular de 3,3 millones de euros en contratos de reforma de cuarteles a un empresario. En muchos casos, lo hizo gracias a un teniente general de la Benemérita.

Dos días antes de la moción de censura que cambió el Gobierno de España, la Secretaría de Estado de Seguridad hizo llegar el anónimo a Asuntos Internos de la Guardia Civil. La denuncia les daba un mandato claro: “Deben volver a abrir una auditoría para averiguar todas y cada una de las obras que hizo y dónde está el dinero de manera exhaustiva con interventores delegados de Madrid”. Lo que encontraron en esa primera auditoría fue tan revelador sobre lo que estaba sucediendo que el caso dio el salto a la Justicia.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Ávila decidió entonces encargar unas periciales para ver qué se había hecho con los 26 contratos que se habían concedido en la Comandancia a un único empresario entre noviembre y diciembre de 2016. De los 132.000 euros en obras que se habían facturado, al menos 38.400 no se correspondían con lo que de verdad se había hecho.

La perito encontró obras ficticias, pero también chapuzas que demostraron la falta de profesionalidad de una empresa que aseguraba tener un producto milagroso que justificaba su contratación. Sin embargo, en alguna ocasión llegaron incluso a presentarse sin pintura ni maquinaria. ¿Quién estaba detrás de esa empresa? ¿Quién dio por buenas esas chapuzas? Y, lo más importante, ¿quién le consiguió los contratos?

Ángel Ramón Tejera de León, alias Mon, es un empresario canario que aparece citado en los casos Mediador y Unión. Sin embargo, es en este, en el caso Cuarteles, en el que la investigación gira completamente a su alrededor. Dicen los testigos que Mon se jactaba de sus buenas relaciones con altos mandos de la Guardia Civil, y no era para menos: gracias a los casi 200 contratos que consiguió en 13 comandancias de varias provincias españolas llegó a embolsarse alrededor de 3,3 millones de euros. Sin embargo, alguien tenía que aprobar esos presupuestos y alguien tenía que dar sus obras ficticias o chapuceras por buenas.

Carlos Alonso es teniente coronel de la Guardia Civil y fue jefe de la Comandancia de Ávila en la época en que se adjudicaron los contratos a Mon. Por el momento está imputado por haber firmado el visto bueno a las obras del empresario canario en Ávila. Su papel, sin embargo, es vital para que haya un caso Cuarteles como tal. Lo que habría quedado como un caso de corrupción local tomó una dimensión nacional gracias a su testimonio, ya que aseguró en su interrogatorio ante Asuntos Internos que la decisión de contratar a Tejera de León le vino “determinada” por Pedro Vázquez Jarava, teniente general de la Guardia Civil.

Pedro Vázquez Jarava era una de las cuatro personas más poderosas de la Guardia Civil y, supuestamente, no solo presionaba para que contratasen a las empresas de Mon, sino que descentralizaba desde Madrid el dinero necesario para pagar las obras. Imputado por el caso Cuarteles, consiguió parar un primer informe dirigido a la Fiscalía que le habría involucrado antes, pero fue lo sucedido en Ávila lo que le atrapó en la investigación. Una vez estalló el caso, Jarava pasó a la reserva por retiro, y está a la espera de ver cómo evoluciona el caso en los tribunales antes de declarar. Su relación con Tejera de León, que le pagó incluso las vacaciones familiares, ha sido probada por Asuntos Internos.

¿Cómo consiguieron pasar desapercibidos 3,3 millones de euros en contratos? Volando bajo el radar de las auditorías. Los contratos más grandes se gestionaban siempre para que rozasen, sin superar, la barrera de los 50.000 euros que marca la diferencia entre un contrato menor y una adjudicación ordinaria. 

Sin embargo, el método preferido fue el ‘troceo’ de las obras en adjudicaciones inferiores a 5.000 para aprovecharse de un mecanismo de la Guardia Civil llamado anticipos de caja fija. Mediante él, el jefe de la Comandancia puede adjudicar ‘a dedo’ cantidades pequeñas para agilizar los gastos del día a día del acuartelamiento como pueden ser la reparación de una puerta o el cambio de las bombillas.

La relación de Jarava con Mon era tan íntima que Asuntos Internos ha conseguido probar que el empresario le pagó unas vacaciones en Cádiz, un fin de año de lujo en Lanzarote, champán incluido, y dos viajes para ver las finales de la Champions League que ganó el Real Madrid en Milán y en Cardiff en 2016 y 2017.

El teniente general, presuntamente, le habría ayudado a conseguir los contratos que acabaron reportándole 3,3 millones de euros.

Esa cercanía personal entre ambos quedó clara en los testimonios de los altos cargos de la Comandancia de Ávila. Allí, dicen los agentes, Mon se presentó con las facturas ya preparadas, jactándose de su relación con altos mandos de la Guardia Civil y amenazando con que, si se intentaba escudriñar su trabajo, cogería sus presupuestos y se iría de vuelta a Madrid a decirle a Jarava que “estos no quieren hacerlo”.

Tirando del hilo del anónimo, Asuntos Internos encontró lo sucedido en Ávila, pero, después, siguiendo las ‘miguitas’ dejadas por esos contratos prácticamente insignificantes, descubrieron mucho más. Ese mismo modus operandi lo había seguido Mon en otras 12 comandancias por otras tantas provincias españolas: Murcia, Albacete, Algeciras, Alicante, Ávila, Badajoz, Castellón, Huelva, Jaén, La Coruña, Santa Cruz de Tenerife, Toledo y Valladolid.

En al menos ocho de ellas habría habido presuntamente intervención directa de Jarava para garantizar que los trabajos se adjudicasen a las empresas de su amigo.

Tras casi dos semanas en las que EL PERIÓDICO DE ESPAÑA y el resto de medios del Grupo Prensa Ibérica fueron sacando a la luz la investigación a través de varias exclusivas, el caso Cuarteles dio el salto al Congreso de los Diputados. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció que se trataría el tema en la comisión de su Ministerio, y, a pesar de que todavía no hay fecha definitiva, seguramente será una vez que termine la moción de censura auspiciada por Vox. En cualquier caso, Cuarteles ya está siendo utilizada como arma arrojadiza entre Gobierno y oposición, pues ambos se culpan mutuamente de no haber apoyado suficientemente la investigación para que pueda avanzar. 

El caso Cuarteles ha sido una exclusiva del equipo de Investigación de El Periódico de España que forman Roberto Bécares, Tono Calleja, Cristina Gallardo, Alberto Muñoz y Nacho García junto a Juan José Fernández, de El Periódico.

El Periódico de España

Texto: Alberto Muñoz
Formato: Nacho García