INVESTIGACIÓN

El anónimo que abrió el ‘caso Cuarteles’ apuntaba al teniente coronel de Ávila: "Se ha quedado con dinero"

El escrito dirigido a la Secretaría de Estado de Seguridad también acusaba a Carlos Alonso de haberse adueñado de muebles de la Comandancia y de haber hecho uso de manera indebida del coche oficial

El anónimo del ‘caso Cuarteles’ apuntaba al teniente coronel de Ávila

El anónimo del ‘caso Cuarteles’ apuntaba al teniente coronel de Ávila / EPE

Tono Calleja / Cristina Gallardo / Juan José Fernández / Roberto Bécares / Alberto Muñoz

El escrito anónimo dirigido a la Secretaría de Estado de Seguridad del Gobierno del PP por el que Asuntos Internos de la Guardia Civil inició el 29 de mayo de 2018 una investigación sobre las "presuntas irregularidades en materia de contratación en la Comandancia de Ávila", ya advertía de un presunto enriquecimiento ilícito del ex teniente coronel Carlos Alonso, uno de los cuatro investigados en el 'caso Cuarteles'. En esta causa, destapada por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, se investigan adjudicaciones por un valor superior a los 3,3 millones de euros al constructor canario Ángel Ramón Tejera de León, alias 'Mon', también imputado, que habría recibido un presunto trato de favor del teniente general de la Guardia Civil Pedro Vázquez Jarava.

"Se ha quedado con dinero. Ha echado en su pabellón, no sé cuanto dicen, que más de 20.000 euros, pero parece ser que se ha embolsado algo. Y para colmo sin habitar en dicho pabellón", dice de forma literal el documento sobre Alonso, que consta en el sumario del 'caso Cuarteles', y al que ha tenido acceso este diario. El mensaje se refiere a las obras que realizó una empresa, que no está incluida en el procedimiento, a la que se encargó la adecuación del pabellón del jefe de la Comandancia por un importe de 12.927 euros.

En el mensaje anónimo también se pide a la Secretaría de Estado que vuelva a abrir una auditoria interna "para averiguar todas y cada una de las obras que hizo y dónde está el dinero de manera exhaustiva con interventores delegados de Madrid".

Ministerio del Interior

Al recibir el documento, el Ministerio del Interior lo trasladó a la Sección de Operaciones del Estado Mayor de la Dirección General de la Guardia Civil, que ordenó a Asuntos Internos que iniciara las pesquisas. El estudio inicial, de carácter reservado, que fue elaborado por el comandante interventor jefe de la Unidad de Gestión Económica de la Guardia Civil en Castilla y León y que obra en el sumario del caso, detectó ya las primeras irregularidades. Como por ejemplo la falta de un oficio para la adjudicación de la obra del pabellón del comandante de Ávila y la certificación de que la empresa que se encargó de los trabajos estaba al corriente de sus pagos con Hacienda.

Sin embargo, sí se habían cumplido el resto de exigencias legales, como la existencia de tres presupuestos de otras tantas firmas. En este caso sí se pintaron las paredes y se sustituyeron las ventanas, por lo que el interventor entendió que las obras sí se habían ejecutado. Pese a ello, comprobó que en relación a las calidades y el número de ventanas remodeladas, la documentación aportada era "contradictoria".

El anónimo contra el teniente coronel Carlos Alonso /

El anónimo contra el teniente coronel Carlos Alonso / / NACHO GARCÍA

El documento anónimo acusa al teniente coronel de "hacer trampas y chanchullos con el cabo de caja" para darle fondos "a sus amigotes", con los que estaba "compinchado" para hacer cosas "tipo malversación". También acusaba a Alonso de haberse quedado con muebles y utilizar el coche oficial todos los días durante más de "200 km y pico" para trasladarse desde Ávila, localidad en la que tenía su residencia oficial, a Madrid, donde tiene su domicilio familiar.

Cambió los muebles

El informe que elaboró el 10 de diciembre de 2018 el interventor jefe de la Guardia Civil en Castilla y León también investigó otras denuncias. Y las pesquisas confirmaron que los muebles del despacho del teniente coronel habían sido cambiados por Carlos Alonso: "Pero no se ha podido precisar la fecha, ni qué negocio jurídico produjo tal cambio, ni dónde están los muebles anteriores. Ni los anteriores ni los presentes figuran en el inventario", destaca el oficio.

En relación al uso del coche oficial, el interventor destaca que el sargento del Servicio de Material Móvil afirmó que no conocía ninguna forma que regulara el uso del mismo: "Sin embargo, reconoce que se hicieron más kilómetros de los habituales con el anterior jefe de Comandancia [Carlos Alonso]", completó el uniformado.

No obstante, el anónimo sí permitió a los investigadores descubrir que el constructor Tejera de León, cuyo nombre aparece cinco veces en el caso Mediador, se había embolsado más de 120.000 euros con contratos menores. El interventor detectó que un alto porcentaje de las obras de pintura de 2016, pese a haber sido abonadas a las empresas de 'Mon', en realidad no habían sido ejecutadas. En concreto, la firma Solocorcho emitió once facturas por 48.443 euros, de las que no se habría ejecutado 37.474 euros. Andrasurcor presentó diez facturas por 47.113 euros, de las que 36.865 euros no fueron ejecutados. Y la tercera, Canarycork, emitió otras tres facturas por 14.602 euros, con 7.570 euros que no se realizaron, siempre según el informe resultante de las pesquisas de Asuntos Internos.

Investigación patrimonial

Precisamente, la investigación patrimonial realizada por Asuntos Internos acabó detectando que Alonso, que ahora es el número dos de la Comandancia de Tres Cantos (Madrid), ingresó en sus cuentas bancarias 21.500 euros en efectivo "cuyo origen no ha podido ser determinado". "Estas imposiciones de dinero en efectivo, relacionadas a continuación, se realizan, con carácter general, el mismo día o en las fechas previas a que se produzcan determinadas necesidades de pago (cuotas mensuales de amortización de préstamos, cargos con operaciones de crédito...)", completa el oficio policial, que precisaba las fechas y los importes de los citados ingresos, que oscilaban entre los 1.000 y 6.000 euros.

En un escrito dirigido por la abogada defensora de este oficial de la Guardia Civil se defendía que Alonso no había tenido un incremento patrimonial "significativo". En el mismo sentido, se justificaban los fondos que ingresó en metálico porque en 2010 su familia inició "el ahorro en metálico, fluctuando las cantidades disponibles según los gastos y capacidad de ahorro".

Otra parte del dinero detectado procedía de la "suegra" del alto mando de la Guardia Civil, que según la abogada convivió con su hija y su yerno durante dos años. Falleció en 2010, pero según esta explicación les dio dinero en efectivo para gastos en "vida". Unos fondos que habrían ingresado en años posteriores en sus cuentas bancarias.

"Ahorro doméstico"

"Otra explicación a alguna entrada de dinero es que habitualmente ante gastos comunitarios con familia o amigos (cena, regalos, etc..) mi representado y su esposa eran los encargados de asumir el pago con las tarjetas de crédito o débito, afrontando las otras partes su reembolso mediante metálico que facilitan al matrimonio. Este dinero es ingresado por el matrimonio y contribuye al ahorro doméstico", completa el escrito de la abogada, que ha pedido a la jueza de Madrid que investiga la causa que su cliente declare en la causa.

El mencionado escrito anónimo no fue el primero que trató de acabar con la corrupción en el seno de la Guardia Civil, ya que otro documento que fue enviado al Instituto Armado fue bloqueado por el entonces subdirector general jefe del Mando de Apoyo del Cuerpo, el teniente general Pedro Vázquez Jarava, tal y como adelantó este medio. "No es preciso dar traslado a la Fiscalía", dijo Jarava, que hoy es el principal de los cuatro imputados en este caso. Este primer aviso al fiscal terminó archivado en los cajones del Ministerio del Interior de la época, tal y como adelantó este diario.