LOS NOMBRES DE LAS FALSIFICACIONES

De 'PolyStation' a 'Naik' o 'Ghldin Klain': ¿Por qué las falsificaciones no copian bien los nombres?

La Policía Local de Sevilla requisó en una tienda de ultramarinos 261 cajetillas de tabaco Chesterfriend, imitación del clásico Chesterfield

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Las falsificaciones de algunas marcas no copian los nombres

Las falsificaciones de algunas marcas no copian los nombres / Agencias

Siempre han existido las imitaciones o falsificaciones de marcas, a un precio extremadamente baratos. Algunas consiguen ajustarse más a la realidad, en otros casos es notable que no se trata de la versión original. Sin embargo, se ha coronado como un negocio que mueve grandes cantidades de dinero y cada día amplía su expansión en espacios inimaginables, especialmente en internet, donde cada día es más común la compra de imitaciones de artículos de marcas de lujo.

Sin embargo, no solo ocurren este tipo de cosas con marcas de moda o complementos, sino que este negocio ha llegado al mundo de los perfumes, las marcas de tabaco o incluso la comida. Uno de los últimos casos que ha alcanzado una gran repercusión ha ocurrido durante una inspección rutinaria en comercio de ultramarinos de Sevilla. La Policía Local requisó un total de 261 cajetillas de tabaco que se vendían sin licencia.

¿Chesterfield o Chesterfriend?

En las más de 260 cajas de tabaco no ponía Chesterfield, sino que en el paquete aparecía el nombre Chesterfriend. A diferencia de tres letras, la tipografía, los colores o el diseño copiaban a la perfección la versión original. Se ha convertido en algo habitual ver las falsificaciones de las marcas mal escritas, como 'PolyStations', 'Ghldin Klain' o 'Bimba': "Intentan hacer pasar sus productos por imitación y no falsificación", explica la Asociación para la Defensa de la Marca a Informativos Telecinco. Y es que, "si se considera una imitación el juez puede estimar que no es su competencia, sino que se trata de un caso de competencia desleal", explican.

Y es que, de esta forma no supondría una infracción penal y solo se castigaría con una sanción económica. Los falsificadores tratan de evitar copiar el logo, o el nombre, pues eso conlleva penas de cárcel de entre seis meses y tres años para quienes "incorporen un signo distintivo idéntico o confundible", señalan. Una práctica cada vez más extendida que apuesta por la imitación de los productos de marcas originales, distribuidos y vendidos a un precio extremadamente bajo.