MASCOTAS

Ley de Bienestar Animal: si tienes estas mascotas y no quieres que te multen deberás notificarlas

Esta nueva norma se ha planteado con el objetivo de proteger mejor a los animales domésticos que son fundamentalmente perros, gatos, hurones y determinadas especies de peces y pájaros

Qué hacer si tienes uno de los animales prohibidos por la Ley de Bienestar Animal

perros

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D. M.

Con la llegada de la nueva Ley de Bienestar Animal, muchos dueños de sus mascotas domésticas se hacen la pregunta sobre qué es lo que pasará ahora con sus mascotas.

Esta nueva norma se ha planteado con el objetivo de proteger mejor a los animales domésticos que son fundamentalmente perros, gatos, hurones y determinadas especies de peces y pájaros. Además, esta nueva ley se ha creado con el objetivo de reducir las tasas de abandonos de dichos animales y de imponer multas de hasta 50.000 euros a los dueños que abandonen a sus animales.

Estas son las claves que debes saber sobre la implantación de esta nueva ley.

Algunos de los cambios que trae consigo la nueva ley de Bienestar Animal

1. Esterilización de mascotas

Para intentar reducir la cría descontrolada y futuros abandonos, la normativa establece la obligatoriedad de esterilizar a todas las mascotas que habiten fuera del interior de las viviendas.

2. Identificación de animales de compañía

De esta manera se pretende crear un listado que establezca qué animales pueden convivir con personas y cuáles no.

3. Obligatoriedad de supervisión

Los animales de compañía no pueden estar más de tres días consecutivos sin vigilancia.

4. Prohibición de la comercialización de perros, gatos y hurones en tiendas de mascotas

Desde la entrada en vigor de la Ley, las tiendas dispondrán de un plazo de 12 meses para finalizar la venta de estos animales.

5. Regulación de la cría de animales

Solo podrá ser ejercida por criadores registrados y profesionales.

6. Sacrificio cero

Se prohíbe acabar con la vida de animales de compañía sin que exista una causa debidamente justificada, como podrían ser, motivos sanitarios.

7. Vacunación

Será obligatorio para todas las mascotas para protegerlos de enfermedades.

Al mismo tiempo, la ley deroga la lista de los perros más peligrosos y la sustituye por una evaluación de sociabilidad para los más grandes. También quedará prohibido dejarles solos durante más de 24 horas.

Es importante destacar que quien quiera tener cachorros deberá inscribirse en el Registro de Criadores de Animales de Compañía. De no hacerlo, habría que enfrentarse a una sanción económica de entre 500 y 1.000 euros.

"Mascotas domésticas"

Hasta ahora han sido los perros, gatos y hurones, los que se denominaban como animales domésticos. Sin embargo, con la nueva modificación esta lista se extiende y se incluyen algunos más. El 29 de septiembre entró en vigor la nueva ley, pero en el mismo texto se indica que a partir de esa jornada se inicia el plazo para que el Gobierno apruebe el famoso listado.

Dependiendo de las mascotas

Atendiendo a la 'Ley de Bienestar Animal', hay que notificar a las autoridades que se dispone de animales artrópodos, peces y anfibios cuya mordedura o veneno pueda suponer un riesgo grave para la integridad física o la salud de personas y animales.

Ocurre lo mismo desde el 29 de septiembre con reptiles venenosos y todas las especies de reptiles que en estado adulto superen los dos kilogramos de peso, excepto en el caso de quelonios.

En el caso de los primates el texto indica que se deberá avisar en «todos» los casos. Sin importar su especie. Lo mismo ocurre con los mamíferos silvestres que en estado adulto superen los 5 kg y las especies incluidas en otra normativa sectorial a nivel estatal o comunitario que impida su tenencia en cautividad.

Sanciones 'extremadamente' duras

Tras la notificación, serán las autoridades competentes las que revisen y controlen cada caso notificado, obligando a la entrega del animal a un centro de protección si así se considerara. En este caso la nueva ley establece sanciones extremadamente duras, con cuantías que ascienden hasta los 200.000 euros y, en caso de fallecimiento del animal, hasta pena de cárcel.