VACACIONES
¿Dónde comer el mejor bocata de calamares este verano en Madrid?
El bocata de calamares ha sido siempre una opción económica para llenar el estómago e históricamente estudiantes y trabajadores han estado entre los que más han recurrido a él
Si a un madrileño le preguntaran por cosas típicas de Madrid, seguramente en la lista esté comer un bocata de calamares en la Plaza Mayor. Entre los planes de qué hacer en Madrid como comer churros con chocolate, visitar el oso y el madroño, los chulapos en las fiestas de San Isidro, pasear por El Retiro o por los museos de la capital está el disfrute del ocio nocturno y de los bares, entre ellos ese delicioso bocata de calamares. Un plan económico, placentero y tradicional.
Su éxito tiene sus antecedentes en la fritanga que en los años 60 y 70 podían oler los estudiantes del momento en los alrededores de la Plaza Mayor y en calles próximas como Fuencarral o Noviciado. De hecho, se puede comer a todas horas.
Es perfecto para desayunar, almorzar, comer entre horas o incluso cenar. Un buen madrileño te dirá que debe estar acompañado de una caña de cerveza fría y bien tirada. Pero, para gustos los colores, porque los sabores aquí no varían. Hay multitud de sitios que tienen a disposición de los turistas gastronómicos este famoso bocata. Y surge la pregunta del millón. ¿Dónde comer el bocata?
El Brillante
Conocido por su plato estrella, el bocata de calamares. Es el bar más famoso para comer su especialidad gastronómica. Esta cervecería se mantiene prácticamente intacta desde su apertura en el año 1961 y es un punto turístico ineludible debido a su ubicación, justo enfrente de la Estación de Atocha. Su terraza siempre está llena en verano.
Los Galayos
Esta casa de comida centenaria se ubica en la calle Botoneras, 5. El rebozado es especialmente crujiente y el pan también se eleva por encima de la media de la zona: una buena chapata se encarga de arropar las anillas doradas. El precio del bocata de calamares ronda los 4 euros.
Bar Bareto
Esta antigua cervecería de Correos es ahora un espacio gastronómico en el corazón de Alcalá que sabe recuperar la esencia de una tasca en la que han comido escritores, políticos y artistas. Su carta no sólo ofrece el gran bocata de calamares, sino también otras tapas ricas y típicas como montado de ternera asada, flamenquines, el famoso pincho de tortilla o el matrimonio de anchoa y boquerón.
Bar Postas
"Costumbres que se hacen leyes", dicen los usuarios, porque este bar "de toda la vida", situado junto a la Plaza Mayor, es una de las freidurías más castizas de Madrid. Es famoso por sus bocatas de calamares, sus tapas de chopitos y de pescado adobado. El bocata de calamares cuesta 4,50 euros.
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