Calentamiento global

¿Sobrevivirán los osos polares al cambio climático? "No soportarán veranos más largos"

La pérdida de hielo obliga a los plantígrados a permanecer cada vez más tiempo en tierra, lejos de principal fuente de alimento, las focas

Un oso polar juega en el agua en Groenlandia.

Un oso polar juega en el agua en Groenlandia. / EFE / Jim Lo Scalzo

El futuro de los osos polares no es nada halagüeño. El cambio climático amenaza severamente la continuidad de la especie. Un estudio científico ha concluido que es "poco probable" que los osos polares se adapten a veranos más largos y que si el calentamiento global los obliga a permanecer más tiempo varados en tierra habrá un mayor riesgo de que mueren de hambre.

Un equipo de científicos observó de cerca durante tres semanas de verano a 20 osos polares. Los animales probaron diferentes estrategias para mantener las reservas de energía, incluido el descanso, la recolección de basura y la búsqueda de alimento. Pero casi todos perdieron peso rápidamente: en promedio, alrededor de un kilogramo por día.

Algunos expertos han especulado que los osos polares podrían llegar a adaptarse a temporadas más largas sin hielo debido al calentamiento climático, tal y como hacen sus parientes los osos pardos: descansando o comiendo alimentos terrestres. Pero los osos polares analizados en el estudio probaron versiones de ambas estrategias, con poco éxito.

"Ninguna de las estrategias permitirá que los osos polares existan en la tierra más allá de un cierto período de tiempo. Incluso aquellos osos que buscaban alimento perdieron peso corporal al mismo ritmo que los que se quedaron", apunta Charles Robbins, director del Centro de Osos de la Universidad Estatal de Washington y coautor del estudio en la revista ‘Nature Communications’.

Una osa polar y su cachorro.

Una osa polar y su cachorro. / Pixabay

"Los osos polares no son osos pardos que visten batas blancas. Son muy, muy diferentes", subraya. Generalmente más grandes que los grizzly, los osos polares machos adultos pueden alcanzar los 3 metros de largo y pesar cerca de 700 kilos, en comparación con los 2,5 metros y 350 kilos de los osos grizzly.

"Para mantener esa gran masa, los osos polares dependen de la grasa de las focas, rica en energía, que capturan mejor en el hielo, señalan los autores.

Las focas, fuera de su alcance

Como se sabía poco sobre el gasto de energía y el comportamiento de los osos polares cuando están confinados en tierra, los investigadores utilizaron collares con cámaras de vídeo y GPS para rastrear a los que ‘veraneaban’ en la región occidental de la Bahía de Hudson en Manitoba, Canadá.

El objetivo era ver qué comían y qué hacían durante el largo tiempo que permanecían en tierra, dado que su presa preferida, las focas, estaba fuera de su alcance.

Los investigadores también pesaron a los osos antes y después del período de observación y midieron su gasto energético. "Encontramos una diversidad real de comportamientos de los osos y, como resultado, vimos una amplia gama de gastos de energía", explica el autor principal, el biólogo Anthony Pagano.

Muchos de los osos polares machos adultos observados simplemente se tumbaron para conservar energía, quemando calorías a un ritmo similar al de la hibernación. Otros buscaron activamente alimento y consumieron cadáveres de aves y caribúes, así como bayas, algas marinas y pastos.

Los osos polares corren el riesgo de morir de inanición si el verano ártico se alarga.

Los osos polares corren el riesgo de morir de inanición si el verano ártico se alarga. / EFE / David McGeachy / Universidad Estatal de Washington

Los investigadores encontraron un rango cinco veces mayor en el gasto de energía, desde un macho adulto que descansaba el 98% del tiempo hasta el más activo que recorría 330 kilómetros. Algunas hembras adultas pasaban hasta el 40% de su tiempo buscando comida. Sin embargo, esa actividad no dio sus frutos.

"Los alimentos terrestres les dieron algún beneficio energético, pero en última instancia, los osos tuvieron que gastar más energía para acceder a esos recursos", revela Pagano.

Tres osos polares nadaron largo tiempo en busca de alimento. Uno nadó 175 kilómetros a través de la bahía. Dos encontraron cadáveres en el agua, una beluga y una foca, pero ninguno de ellos pudo alimentarse de sus hallazgos mientras nadaba, ni traerlos de regreso a tierra.

Sólo uno de los 20 osos observados ganó peso, después de tropezar casualmente con un mamífero marino muerto en tierra.

Aumento de la hambruna

El estudio se centró en la extensión más meridional del área de distribución de los plantígrados en el oeste de la Bahía de Hudson, donde el calentamiento climático probablemente los esté afectando a un ritmo más rápido que otras regiones árticas.

La población de osos polares en esa zona ya ha disminuido aproximadamente un 30% desde 1987. "Este estudio indica que los osos polares en todo el Ártico corren el riesgo de morir de hambre a medida que continúa creciendo el período sin hielo", claman los investigadores.

"Como los osos polares se ven obligados a llegar a tierra antes, se reduce el período en el que normalmente adquieren la mayor parte de la energía que necesitan para sobrevivir", comenta Pagano.

"Con un mayor uso de la tierra, la expectativa es que probablemente veamos un aumento en la hambruna, particularmente entre los adolescentes y las hembras con cachorros", añade. En su opinión, resultará "poco probable" que los osos polares resistan veranos más largos que los actuales, algo que parece inevitable debido al calentamiento global

Informe de referencia: https://www.nature.com/articles/s41467-023-44682-1

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