VIVIENDA

Prohibido animales: solo el 17% de los pisos en alquiler en Madrid admiten mascotas

Según un estudio de Fotocasa, tan solo 564 de las 3.317 viviendas en alquiler en la capital admiten animales

El 71% de los pisos pet friendly están en el distrito Centro, donde los precios de alquiler son más elevados

Precio de la vivienda en Madrid: casi un 70% de subida en la última década

Un perro destroza el cojín de una casa

Un perro destroza el cojín de una casa / EPE

Héctor González

Héctor González

Alquilar un piso en Madrid no es una tarea sencilla. Pero lo es todavía menos para los dueños de una mascota. Y es que solo un 17% de las aproximadamente 3.317 viviendas en alquiler disponibles en la capital admiten animales, según un estudio de Fotocasa. Una cifra muy escueta para una ciudad en la que hay casi 330.000 animales domésticos (la mayoría perros y gatos), de acuerdo con el censo oficial del Ayuntamiento de Madrid.

De este porcentaje de pisos que admiten mascotas, el 71% se encuentra dentro de la M-30, principalmente en los distritos de Chamberí, Salamanca y Centro, que concentran el 80% de la oferta y albergan los barrios con los precios de arrendamiento más caros. Por el contrario, fuera de la autovía de circunvalación, los propietarios de algún animal tienen tres veces menos posibilidades de encontrar un piso pet friendly, sobre todo en Moratalaz, Barajas, Usera y Vicálvaro, donde "la oferta es mínima o nula", de acuerdo con el estudio 'Barrios para vivir con tu mascota en Madrid y Barcelona', elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa y la plataforma de análisis de mercado Digimind.

Además, el 69% de las pocas viviendas en alquiler en el extrarradio que sí admiten mascotas no están amuebladas, frente al 57% de las disponibles en Centro que sí cuentan con mobiliario incorporado. De esta forma, señala el informe, a las dificultades para encontrar una casa que admita animales alejada del centro de Madrid y sus precios cada vez más prohibitivos, se añade el contratiempo de tener que amueblar la vivienda.

A pesar de esta problemática, el 58% de las mascotas de Madrid reside fuera de la M-30, aunque es Latina el distrito con más animales domésticos censados. Según el estudio, "su cercanía a zonas verdes como Madrid Río o la Casa de Campo, la convierten, sobre plano, en un lugar ideal para residir con un perro". En cambio, "sorprende que Retiro, el primero que podría venirse a la mente por su famoso parque, se ubique en cuarta posición entre los distritos dentro de la M-30", matiza Fotocasa.

Un problema de "desconocimiento"

En el global de España, el porcentaje de caseros que admiten animales es del 16%, una cifra muy superior a la del año anterior, cuando apenas llegaba al 4%. No obstante, sigue siendo claramente insuficiente en un país con 9,3 millones de perros y 5,8 millones de gatos domésticos, según el censo de 2021 de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (Anfaac) y Veterindustria.

Este significativo aumento de la permisividad en el último año coincide en el tiempo con la nueva Ley de Bienestar Animal, que entró en vigor en enero de 2023. Entre otras cuestiones, la norma estipula que los animales de compañía no son una propiedad de sus dueños, sino que forman parte del núcleo familiar. Sin embargo, y aunque haya podido influir socialmente, la realidad es que esta ley no afecta a la regulación de los contratos de alquiler.

La norma sobre esta cuestión es la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), vigente desde 1994. No prohíbe explícitamente la tenencia de animales en viviendas alquiladas, pero sí otorga a los propietarios la libertad de elegir si los admiten o no. Estos también pueden imponer unas condiciones concretas, como permitir algunos tipos de mascotas o animales que no superen un determinado tamaño. Eso sí, para que estas u otras condiciones sean legalmente válidas, deben aparecer claramente reflejadas en el contrato de alquiler mediante una cláusula específica.

"No podemos obligar a los propietarios, ellos ponen las condiciones en las que quieren alquilar su vivienda", subraya Lola García, abogada especializa en derecho de los animales. Sostiene que se trata en realidad de un "problema de desconocimiento" de todas las partes implicadas. Para García, los responsables de los desperfectos ocasionados en las viviendas "no son los animales, sino sus tutores". Por ello, "los inquilinos deben negociar" con los caseros y "ofrecer garantías como la contratación de un seguro", expone. Asimismo, recuerda que "esta política de prohibir animales favorece el abandono" de los mismos, y aboga por un cambio legal en que "la prohibición de animales deje de ser la norma para ser la excepción".