MADRID

Ayuso y Almeida ven descarrilar sus últimos presupuestos de la legislatura

Se desconvoca el pleno extraordinario de esta semana en la Asamblea de Madrid para debatir unos presupuestos que se sabe de antemano que no saldrán adelante

El dilema del alcalde es decidir si presenta por separado los presupuestos y las ordenanzas fiscales, donde se incluye la bajada del IBI y para lo que sí tendría el apoyo de Vox.

Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida en la última reunión del patronato de la Fundación pro Real Academia Española en el Palacio de El Pardo.

Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida en la última reunión del patronato de la Fundación pro Real Academia Española en el Palacio de El Pardo. / EFE / Borja Sánchez Trillo

Elena Marín

Elena Marín

Ni la presidenta del Gobierno de la Comunidad de Madrid ni el alcalde de la capital han conseguido sacar adelante sus últimos presupuestos. Los últimos de la legislatura y los que les permitían encarar el periodo de precampaña que ya ha comenzado. Uno y otro, a través de sus equipos, se han esmerado en dejar claro que los nuevos proyectos que conllevan nuevas inversiones no saldrán adelante si los presupuestos decaen, pero el argumento no ha sido suficiente para convencer a Vox, el único partido que en una y otra institución podía permitir que las cuentas salieran adelante.

La Mesa de la Asamblea de Madrid ha decidido este lunes que tras el no de Rocío Monasterio en la comisión de Economía y Hacienda no tiene sentido celebrar un pleno extraordinario para debatir unos presupuestos que de antemano se sabe que no saldrán adelante, por lo tanto, ha desconvocado el pleno previsto para el 21 y el 22 de diciembre. En el Ayuntamiento, en la comisión del mismo ramo celebrada este lunes por la tarde, se han rechazado las enmiendas a la totalidad de los grupos de izquierda gracias a la abstención de Vox, sin embargo, nada hace presagiar que el responsable de esta formación en le consistorio, Javier Ortega Smith, esté por eso pensando en facilitar los presupuestos de Almeida. Su 'no' se repite desde hace cuatro meses sin que haya titubeado una sola vez.

Desenlace imprevisto en la Asamblea

Ha sido una situación sin precedentes en la cámara regional. En las ocasiones previas en las que el Gobierno no veía posible sacar adelante los presupuestos por falta de apoyos en la Asamblea, y a Ayuso le ha pasado dos veces, el Ejecutivo autonómico prorrogaba directamente las cuentas. Pero este año no había previsión de que eso sucediera, el antecedente de 2021, en el que PP y Vox llegaron a un acuerdo previo al debate de enmiendas, y la predisposición que Monasterio había mostrado hasta hace 15 días, hacían presuponer a los populares que su hasta ahora único socio parlamentario le permitiría sacar adelante sus cuentas, por eso aprobaron un proyecto en el Consejo de Gobierno y dejaron que comenzara su tramitación parlamentaria.

Pero la negociación se truncó. Vox dice que el equipo de Ayuso nunca quiso negociar y que lo que proponían era una "humillación" para sus votantes. En el Gobierno regional, por el contrario, apuntan que son los de Monasterio los que no ha mostrado interés por negociar. Una por la otra, la consecuencia es que no habrá presupuestos en la Comunidad de Madrid. Y tampoco pleno de ningún tipo esta semana, según lo acordado por la Mesa, ni ordinario con sesión de control al Gobierno ni uno extraordinario sobre sanidad, como había pedido Más Madrid. Acertó Monasterio cuando la semana pasada dijo que los diputados y periodistas se librarían del trabajo parlamentario estos días.

No rotundo de Vox a Almeida

en el Ayuntamiento el desenlace parece claro desde octubre de este añoVox Recupera Madrid,no se han cumplido las promesas firmada

La escenificación de la muerte del proyecto puede darse en distintas fases en el Ayuntamiento, pero el final está ya prácticamente escrito. El equipo de Gobierno tiene que aprobar por un lado las ordenanzas fiscales, donde quedan negro sobre blanco los ingresos del consistorio y para las que Vox sí ha presentado enmiendas. Aquí aparecen las bajadas de impuestos de las que hace gala Almeida, con las que Vox está de acuerdo, y que han sido precisamente lo que ha impedido que en esta ocasión el alcalde encontrara otro socio. En equipo de Gobierno quería terminar la legislatura con una de las promesas electorales del PP, bajar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) hasta el mínimo posible para todo el mundo. Ortega Smith está a favor y estaría dispuesto a aprobar las ordenanzas, el grupo mixto critica que la reducción sea igual para grandes propietarios que para viviendas de menor valor.

Doble votación

El problema es que lo habitual y normal es que las ordenanzas acompañen a los presupuestos, donde se dibujan el gasto y las inversiones, y que los ingresos derivados de la primera se incorporen al presupuesto y cuadren las cuentas. Almeida se resiste a que se voten por separado y quiere que Vox le apoye en el paquete completo: quiere bajar los impuestos y sacar adelante lo que va a hacer con los ingresos resultantes. Pero tiene dos problemas. Si no saca adelante las ordenanzas (para lo que sí tendría apoyos), no podrá decir que ha cumplido su promesa electoral de bajar al mínimo legal el IBI, claro que podrá usarlo a su favor durante la campaña culpando a Vox de no habérselo permitido. Si por el contrario, apuesta por la votación por separado y saca adelante las ordenanzas fiscales, los ingresos que esta prevé serán distintos a lo que se aprobaron el año pasado y, por tanto, tendrá que realizar ajustes en los presupuestos incluso si se ve obligado a prorrogarlos.