TRIBUNALES

Una sentencia del TSJM avala la protección de la presa construida bajo el reinado de Carlos III que quería unir Madrid con el mar

Los magistrados del Alto Tribunal madrileño desestiman el recurso de varios particulares contra la declaración de Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid de la presa del Gasco y el canal de Guadarrama

Vestigios de la Presa de El Gasco, con la que se quería unir fluivialmente Madrid con el Océano Atlántico.

Vestigios de la Presa de El Gasco, con la que se quería unir fluivialmente Madrid con el Océano Atlántico. / AYUNTAMIENTO DE TORRELODONES

Roberto Bécares

Roberto Bécares

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha avalado la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de Madrid de la Presa del Gasco y el Canal de Guadarrama, que se extiende a lo largo de los municipios de Galapagar, Las Rozas de Madrid y Torrelodones y que comenzó a construirse a finales del siglo XVIII con la intención de comunicar Madrid con el mar. 

En una sentencia del pasado 15 de diciembre de 2023 de la Sección octava de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal de Justicia de Madrid, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, los cuatro magistrados desestiman el recurso contencioso administrativo presentado por varios particulares contra el Decreto 206/2021 del Gobierno regional que protegía el espacio "en la categoría de paisaje cultural". 

El decreto que protegía la instalación ponía en valor "esta infraestructura hidráulica como vestigio construido de un proyecto de ingenieria histórica de gran escala y relevancia", siendo un "elemento remarcable en el conjunto paisajístico del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y reflejo de la acción histórica del hombre sobre la naturaleza". 

Entre los valores que justificaban la declaración como BIC estaba que fuera "un vestigio de un proyecto que alcanzaba una escala territorial de gran relevancia, y una de las grandes obras hidráulicas de nuestro país del siglo XVIII... así como la existencia a nivel paisajístico de una notable simbiosis entre la ingeniería dieciochesca y el paisaje autóctono, así como el alto valor natural del emplazamiento".

Los citados particulares, propietarios de terrenos en Las Rozas de Madrid, pidieron la nulidad de la declaración del BIC por irregularidades en el procedimiento, como la ausencia de documentos que justifiquen la declaración o que la documentación que justifica el trazado y la localización del Canal no constaba en el expediente, pero el TSJM anuló el recurso.

Recursos pendientes

Esta no es la única vía judicial sobre la protección de los vestigios. El pasado mes de julio otra sentencia del TSJM anuló la declaración de BIC tras aceptar un recurso de la sociedad Europroperty S.L. donde pedía la caducidad de la declaración al no haberse notificado al recurrente el decreto por el que se protegió tanto la presa como el Canal. La Comunidad de Madrid, sin embargo, presentó un recurso de casación para revocar esta sentencia, ya que consideraba que "el acuerdo de declaración se había llevado a cabo dentro del plazo establecido”. El recurso todavía está pendiente de resolverse en el Tribunal Supremo.  

Estos son los últimos capítulos de una larga lucha iniciada en 2012 para proteger la obra hidráulica inconclusa que fue diseñada en 1785 por el ingeniero militar francés Carlos Lemaur con la que pretendía ejecutar una conexión navegable de Madrid con el océano Atlántico a través de un gran canal. 

La ambiciosa instalación, que contemplaba la construcción de la que iba a ser la presa más alta del mundo, se enclavaba en la línea de las grandes obras que se impulsaron durante el reinado de Carlos III, como el Canal de Castilla o el Canal Imperial de Aragón del siglo XVIII. 

La intención de Lemaur era retener el río Guadarrama y conectarlo con Sevilla a través de un canal navegable que cruzaría Aranjuez, el puerto de Despeñaperros y de ahí al Guadalquivir, que es navegable hasta su desembocadura en Sanlucar de Barrameda. Un total de 771 kilómetros de trayecto con un desnivel de 800 metros. 

La infraestructura garantizaría además el abastecimiento de agua para el consumo de la capital y el riego de las tierras de labranza de los pueblos de alrededor, que hasta la fecha resultaba insuficiente.

Problemas de financiación

 Tras redactar el proyecto, sin embargo, el ingeniero francés falleció repentinamente, y fueron sus hijos, Carlos y Manuel Lemaur, los que retomaron la idea con la autorización del Rey, explica el Ayuntamiento de Torrelodones, en cuyos terrenos están buena parte de los vestigios de la obra, que empezó con cine obreros y llegó a contar con 5.000 trabajadores. 

Tras 12 años de trabajo y problemas de financiación por parte del Banco de San Carlos, la obra se paralizó cuando sólo se había consturido la presa y algunos tramos del canal de Guadarrama. La decisión la tomó el propio Banco después de que una fuerte tormenta derrumbara parte del muro, cuando se habían levantado 53 metros de altura, y los hermanos Lemaur pidieran 266.000 reales más para ejecutar los arreglos.