EN SEGOVIA

La momia de un pueblo medieval que el Obispado no permite fotografiar: "La gente dice que transmite energía"

Se cree que el cuerpo, hallado en 1864 en muy buen estado de conservación, perteneció a una niña de una familia noble de Maderuelo

Muchos visitantes que acuden a la Iglesia de Santa María a verla ponen las dos manos sobre ella

Detalles de la momia de Maderuelo, exhibida en la Iglesia de Santa María.

Detalles de la momia de Maderuelo, exhibida en la Iglesia de Santa María. / CEDIDA

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Pasear por Maderuelo (Segovia), la hermosa villa medieval edificada sobre un enorme espolón que bordea el curso del río Riaza, es viajar en el tiempo. Poblada de casas de piedra, conserva buena parte de su muralla, así como el Arco de la Villa, que mantiene los cerrojos, la poterna y unas gruesas puertas de madera acorazada del siglo XV. Cada rincón de la población, que llegó a albergar hasta diez parroquias, tiene su historia... y su leyenda. Sobre todo la que rodea a la momia que sigue exhibiéndose en la Iglesia mudéjar de Santa María del Castillo.

Encontrada en 1864, se desconoce su identidad y su origen. Hay quien dice que la niña murió mientras su padre se fue de viaje para rendir pleitesía al Rey; otros aseguran que la pequeña murió de peste y su padre hizo vestirla con sus mejores galas para el entierro. Algunos textos históricos de la villa incluso se aventuran con el nombre: María.

Vista de la iglesia mudéjar de Santa María del Castillo donde se encuentra la momia.

Vista de la iglesia mudéjar de Santa María del Castillo donde se encuentra la momia. / ALBA VIGARAY

Familia noble

Lo cierto es que la misteriosa momia se exhibe a través de un cristal en uno de los laterales de esta imponente iglesia arciprestal que conserva manifestaciones de distintos estilos -es el único templo segoviano con restos de estilo califal-. Un papel mecanografiado dentro de un marco de madera colocado justo al lado de la momia reza lo siguiente: "Aquí yace el cadáver de una joven que se ignora la época en que murió. Su estado de conservación es el de una momia y su traje manifiesta haber pertenecido a alguna de las familias nobles de esta antigua villa".

Para entrar a la iglesia, si no es fin de semana y hay servicios religiosos, hay que llamar antes a la Oficina de Turismo, que lleva con pasión y entrega Javier Bravo, que abre la puerta y explica con detalle cada recoveco del recinto religioso. Según asegura, el buen estado de conservación del cadáver se debe a que fue "embadurnado con cera de abeja, algo que se hacía con los cuerpos que tenían una enfermedad infecciosa para que no contagiar a nadie en su manipulación". "Eso hizo que se quedara más protegida y que se conservara mejor", asevera.

Perspetiva de la villa medieval de Maderuelo, en cuya iglesia se encuentra la momia.

Perspetiva de la villa medieval de Maderuelo, en cuya iglesia se encuentra la momia. / ALBA VIGARAY

Más energía

Muchos turistas, cuando llegan a esta preciosa villa medieval que llegó a albergar una judería, ya conocen de la historia de la momia "y por eso la evitan porque no les hace ninguna gracia ver el cuerpo". Otros, más entregados, colocan las dos manos junto a la momia para que les transmita su energía. "Es parte de la leyenda, que si un cuerpo momifica puede ser que tenga más energía", aprecia Javier frente al precioso retablo barroco del siglo XV que preside el recinto religioso, que sufrió un importante incendio en el siglo XVI que obligó a que se reconstruyera parcialmente.

'Prohibición'

Desde el Obispado se ha colocado un cartel a la entrada de la Iglesia prohibiendo que se fotografíe cualquiera de sus elementos, entre ellos la momia. Consultados por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, desde el Obispado de Segovia afirman que es una 'prohibición' instalada desde hace muchos años y que se instauró ante "el mal uso" que se hacía en algunos casos de las instantáneas tomadas por los visitantes, ya que había particulares que las llegaban a "comercializar" o "se difundían sin autorización".

Vista de la calle principal de Maderuelo, con la Iglesia de Santa María al fondo.

Vista de la calle principal de Maderuelo, con la Iglesia de Santa María al fondo. / ALBA VIGARAY

Esa es la norma establecida para los recintos religiosos pero, según explican desde Patrimonio del Obispado, cada párroco establece sus propias normas ya que es de muy difícil aplicación teniendo en cuenta el extendido uso de los teléfonos móviles. Mucho más énfasis se daba a la norma en tiempos pretérritos, cuando el flash de las cámaras podía provocar daño en el patrimonio por su repetido uso por parte de los turistas.

Donde sí se pueden hacer fotografías es en otro de los tesoros que guarda Maderuelo, la ermita templaria de la Vera Cruz, que durante ocho siglos dio cobijo a una pintura mural de la Baja Edad Media que ahora se exhibe en el Museo del Prado. Es de hecho la obra más antigua que se expone en la pinacoteca madrileña.

La ermita, reconstruida en su mayor parte y que fue protegida hace un siglo, mantiene ahora una reconstrucción de la pintura y sigue guardando retazos de la obra original -llamados sinopia-, que fue arrancada con la técnica de 'strappo' en 1847. Hay inviernos, cuando crece el embalse de Linares y se desembalsa agua, que la ermita se anega, lo que confiere aún más romanticismo al espacio. 

Vista de la entrada a la villa medieval de Maderuelo,  con el Arco de la Villa al fondo, que mantiene elementos originales.

Vista de la entrada a la villa medieval de Maderuelo, con el Arco de la Villa al fondo, que mantiene elementos originales. / ALBA VIGARAY

Maderuelo (Castro Maderolum) tiene en la actualidad 109 habitantes censados, según el INE, aunque en invierno, según explican en Turismo, "no vivirán más de 50". De origen medieval y reconquistada a los moriscos en el siglo X por el conde Fernán González, Maderuelo es de los pocos municipios que aún conservan su condición de Villa y Tierra, como cabeza de una comunidad que se fundó tras afianzar los condes castellanos su dominio sobre la frontera del Duero. 

Castillo

Además de la Iglesia de Santa María y la ermita de Vera Cruz, otros tesoros de la localidad que se pueden visitar son el torreón del castillo, el vestigio más relevante de la fortificación que protegía el acceso norte y en cuyo subsuelo hay un aljibe; la antigua cárcel, que es el actual Ayuntamiento, y que conserva la portada del XVI y las ventanas enrejadas; o la Iglesia románica de San Miguel, ahora desacralizada y donde se montan eventos e incluso conciertos por su excelente acústica.

Pero sin duda uno de los elementos patrimoniales que más llaman la atención a los visitantes es el antiguo puente románico -algunos historiadores apuntan que es romano-, que sólo se puede ver unos pocos días al año cuando baja el nivel del Riaza, a finales del verano. Este puente, que se ha mantenido enterrado casi imperturbable bajo el lodo durante siglos y guarda sus cinco ojos y los fuertes espolones, unía el pueblo con la ermita. "A veces hay que hacer alguna reparación cuando sale a la luz, pero sigue estando más o menos igual y se puede seguir cruzando de un lado a otro", apunta Javier Bravo.