ANÁLISIS

La estrategia militar de Israel contra Gaza, ¿garantiza su seguridad o anticipa un "Hamás 2.0"?

La doctrina militar aplicada por Netanyahu de “cortar la hierba” con bombardeos en Gaza recurrentes cada pocos años no ha protegido a los civiles israelíes

Una Autoridad Palestina en un Estado viable sí podría responsabilizarse de la seguridad de Israel, apuntan los expertos y defienden países como España

Un soldado israelí opera en la Franja de Gaza

Un soldado israelí opera en la Franja de Gaza / Foto del Ejército israelí

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Ezra Klein es un influyente periodista judío del New York Times. Ha dedicado estos meses de guerra en Gaza a analizar con decenas de entrevistas a expertos y analistas el impacto del ataque de Hamás (alrededor de 1.200 muertos) y la represalia de Israel (20.000 muertos). En su último programa, resumía lo aprendido: el paradigma de seguridad que ha empleado el Gobierno hebreo en las últimas décadas no ha funcionado.

"Israel tenía toda la inteligencia que necesitaba para evitar el ataque de Hamás: el documento detallado con el plan, analistas que vieron cómo entrenaban. Lo ignoraron. Y lo que hicieron no era complicado. No tenían armas avanzadas en uno de sus túneles: tenían paracaídas, gente con vehículos y fusiles", dice Klein. "No compro la idea de que se vaya conseguir eliminar las capacidades de Hamás. El número de muertos en Gaza va a generar más radicalización y sed de venganza. ¿Cuántos niños hay ahora mismo que han quedado huérfanos y que se dedicarán a buscar venganza?".

Las últimas encuestas refuerzan esa tesis. La guerra de Gaza ha disparado el apoyo a Hamás en Palestina, especialmente en Cisjordania, el otro pedazo de tierra que, junto con Jerusalén, forma los territorios ocupados. Mientras, la Autoridad Nacional Palestina del presidente Mahmoud Abbás, que coopera en cuestiones de seguridad con el Gobierno israelí, cae en picado, y el 90% de los palestinos piden que dimita. Los palestinos también reclaman el derecho a defenderse por la vía de las armas.

"Mientras siga la raíz del problema, la ocupación de los territorios y la negación de sus derechos de los palestinos y de su dignidad humana, no habrá seguridad", opina para este diario Atalia Omer, experta en el conflicto de Oriente Próximo de la Universidad de Notre Dame (Estados Unidos). "Hamás es más que su brazo armado, es una idea de liberación. Incluso si es destruido, otro Hamás emergerá. No se pueden subestimar el deseo de libertad de la gente. Es la lección aprendida en la 'guerra contra el terror' estadounidense".

Estrategia israelí en Gaza

El Gobierno israelí no aclara cuál es la estrategia militar detrás de lo que el presidente Joe Biden ha llamado "bombardeos indiscriminados" en Gaza. De momento, ha dejado inhabitable el norte, ha destruido o dañado siete de cada diez edificios de la Franja, casi todas las fábricas de pan y muchos de los hospitales.

También han comenzado a inundar la red de túneles desde donde Hamás diseña sus ataques contra la potencia ocupante y guarda los cohetes que lanza contra las ciudades israelíes.

Uno de los objetivos apuntados por las Fuerzas de Defensa de Israel sería la creación de una "zona colchón" del lado palestino del muro que rodea la Franja para prevenir futuros ataques. Así se lo está comunicando en secreto el Gobierno israelí a varios países árabes, informa Reuters.

"Sobre la zona de colchón, seré claro: no va a volver a haber una situación en la que los terroristas de Hamás se puedan acercar a la frontera para poder cruzarla y matar a nuestra gente de nuevo", ha dicho el consejero de seguridad del Gobierno Mark Regev.

Israel ha levantado un multimillonario muro de separación con Gaza con sistemas avanzados de control, cámaras e Inteligencia Artificial que fueron, sin embargo, anulados por drones caseros con bombas por Hamás.

En 2018, Israel mató a 312 manifestantes palestinos que se acercaron a la valla de separación para protestar contra el bloqueo al que está sometida la Franja. Hubo también más de 20.000 heridos.

El nuevo dilema de seguridad

Israel mantiene desde hace décadas una estrategia sistemática de ocupación de los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este, donde ha establecido centenares de asentamientos ilegales para más de 700.000 colonos. En 2005 se retiró de Gaza, aunque la mantuvo sometida a un sitio total por tierra, mar y aire.

Desde entonces ha realizado más de cinco guerras contra la Franja, en lo que se ha dado en llamar la "estrategia de cortar el césped". Han causado la muerte de más de 6.000 palestinos, en su mayoría civiles, casi siempre bajo el Gobierno del derechista Benjamin Netanyahu en el Gobierno. "Hasta el 7 de octubre, muchos oficiales israelíes creían que la estrategia estaba funcionando", apunta Sean Foley, experto en Oriente Próximo e Historia Islámica de la Universidad de Middle Tennessee (Estados Unidos). "Iba pareja a la entrada de fondos desde el extranjero en Gaza y oportunidades para que los gazatíes trabajaran en Israel. Ahora se enfrentan a un dilema nuevo".

Los gobiernos internacionales insisten en que la solución de dos Estados, que se apoya en los Acuerdos de Oslo y en decenas de resoluciones de Naciones Unidas, es la mejor vía para garantizar la seguridad de ambas partes. Una Autoridad Nacional Palestina con un Estado viable y fuerzas de seguridad. Es también la posición del Gobierno español, expresada tanto por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como por el ministro de Exteriores, José Manuel Albares.

Mientras, en los medios israelíes comienza a caer el tótem de la seguridad exclusivamente por la vía militar, explica el periodista palestino afincado en España Mussa'ab Bashir, que analiza a diario los medios hebreos. Esto se conjuga con un apoyo total, casi sin ambages, de los israelíes a la misión del Tsahal (Fuerzas de Defensa de Israel) contra Hamás, en lo que el analista israelí Gideon Levy ha calificado como "la primera guerra unánime de Israel".